La Caja Verde (este blog no, nuestro edificio homónimo) ha ganado el premio MATCOAM 2021 en la categoría de Innovación, y también ha sido seleccionada en los premios FAD de Arquitectura 2021.
Los premios FAD son los más antiguos de España, en la edición 2021 La Caja Verde fue obra seleccionada, es decir, fue una de las 25 obras destacadas dentro de la categoría principal y más competida de los premios, en la que se presentaron casi 200 obras.
Pincha aquí para ver las fotos y valoración de La Caja Verde en los premios FAD 2021
Los premios MATCOAM son premios anuales, convocados en esta edición por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid junto a la Galería de Materiales COAM, que ponen en valor especialmente el uso de materiales y la calidad constructiva desde dos lógicas contemporáneas: innovación y sostenibilidad. En esta edición de 2021 La Caja Verde fue elegida Premio de Innovación MATCOAM, destacando además sus valores compatibles con la categoría de sostenibilidad.
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Este es el texto del acta del jurado: «El edificio premiado en la categoría de “Innovación” podría haber sido mencionado también en la categoría de ‘Sostenibilidad’ ya que se trata de una acertada actuación eco-sostenible en el medio rural, demostrando que las intervenciones en este ámbito pueden ser también ejemplos de innovación arquitectónica desde el absoluto respeto ecológico al entorno. Se ha destacado, además de su diseño creativo, el uso de técnicas de prefabricación parcial, que minimiza intervenciones agresivas en su implantación, la reutilización de contenedores marinos, los encofrados reciclados a base de chapa de contenedor para los muros de hormigón y diferentes sistemas pasivos que le confieren la calificación energética A. Todo ello junto con imaginativas soluciones funcionales, ha hecho que el jurado haya elegido este edificio como ganador del premio MatCOAM en la categoría de Innovación”.
Y me alegra mucho la mención a la sostenibilidad, más que la innovación, porque al trabajar en en diseño de La Caja Verde con Eeestudio y Lys Villaba -nuestros súper arquitectos- no buscábamos la innovación, porque ninguno entendíamos la innovación como un valor en sí mismo (creo que valorar la innovación como fin último es un estéril ejercicio de autocomplacencia), sino que ha llegado a consecuencia de las cuatro cosas que sí buscábamos, y que, para lograrse, llevaron a Enrique y a Lys a ser radicalmente innovadores y rupturistas.
1- Practicidad y máximo aprovechamiento: La Caja Verde es un edificio pequeño, destinado a formar entrenador@s y a entrenar perros. Sin lograr esto, nada más tendría sentido, debía ser funcional y operativa. Y es gracias a su diseño, a su modularidad y a sus medidas de seguridad e higiene -que antes de marzo de 2020 parecían sobredimensionadas- que hemos podido seguir dando clases presenciales durante la pandemia, y en lo más duro del verano.
2- Sostenibilidad: la mayoría de construcciones en el medio rural son -paradójicamente- muy tradicionales y poco sostenibles: sin reciclado de materiales, con sistemas de funcionamiento muy exigentes en lo energético, generando muchos residuos, afectando negativamente al entorno y con una gran huella ambiental. La Caja Verde es un edificio construido con una mayoría de materiales reciclados, algunos usados de maneras increíbles, óptimo energéticamente y que, como veremos en el punto siguiente, no solo no afecta negativamente al medio ambiente, sino que le ayuda.
3- Eco-actividad: no queríamos limitarnos a que fuera sostenible y eco-respetuosa, creíamos que La Caja Verde debía contribuir a cuidar y mejorar el entorno en el que se encuentra, donde uno de los problemas es que al haber amplias zonas de cultivo diversas especies que requieren lugares altos y seguros para anidar no encuentran dónde hacerlo, en La Caja Verde hay lugares para anidación de gorriones (que se llenaron corriendo y tuvimos que implementar más), para una pequeña colonia de cernícalos, un nido para una lechuza común y mi idea favorita: las letras tridimensionales del cartel de EDUCAN son cajas-nido para murciélagos, convirtiéndose así en seis Bateducancuevas (muérete de envidia Bruce Wayne). Y como muchas de estas especies son insectívoras nos pagan alquiler quitándonos de encima a los mosquitos en verano. Un win-win de esos en toda regla.
4- Economía: es fácil hacer edificios chulos cuando uno se puede gastar todo el dinero que le apetezca, cuando ese edificio no es una casa privada, sino una herramienta de trabajo, además de fácil es estéril, porque la inversión debe ser proporcionada a los ingresos de la actividad, si no es así estamos ante faraonismos exhibicionistas que no tienen sentido y, lo peor de todo, que no pueden ser emulados, y así aprovechados, por el resto del colectivo. Nuestros arquitectos han peleado por un proyecto asequible, Enrique ha mantenido un control exhaustivo de la obra para lograr máxima austeridad por parte de la constructora (creo que le odian por ello, pero sé que ha ahorrado más de un 5% del coste total) y Lys venía de hacer magia económica en Cabo Verde construyendo con contenedores de barco reciclado, un conocimiento que ha sido central para la viabilidad económica del proyecto sin renunciar a nada. Esto unido a labores de contacto y mediación con proveedores logra reducir sustancialmente el gasto, lográndose una reducción total del coste que puede llegar al 30% respecto al precio medio de mercado. Porque un arquitecto comprometido con un proyecto nunca es un gasto, sino un ahorro, un mediador y un negociador cualificado que sabe cómo exprimir la rentabilidad de cada euro. Agradezco a Eeestudio y Lys Villalba por cuidar nuestro dinero como si fuera suyo y estirarlo hasta un punto que nunca hubiera creído posible.
Y esto es importante no solo para EDUCAN, sino para toda la comunidad de profesionales caninos, porque ahora cualquiera que quiera construir un centro canino puede aprovechar estas ideas, estas innovaciones y partir de ahí emularlas, adaptarlas, mejorarlas y volver a innovar a partir de ellas, porque la innovación que importa es la que deja de serlo y se convierte en un punto de partida para seguir avanzando colectivamente. Con estas ideas, con Eeestudio y Lys Villalba, tod@s podéis mejorar el aprovechamiento de vuestros centros caninos, hacerlo sostenible y eco-activo y ¡¡ahorrar dinero!! Porque no hay nada mejor en el mundo que hacer algo que le sirva a tu comunidad.
Pero, aunque es probable que no lo lea, no quiero terminar este texto sin mencionar a Amaya Tomé Saenz, nuestra bancaria, que cuando conoció el proyecto de La Caja Verde movió Roma con Santiago para lograr financiación, confiando plenamente en nosotros y en la idea. Porque los bancos son buenos bancos cuando los bancos no son bancos, sino cuando son personas que tratan, empatizan, entienden y apoyan a otras personas. Amaya, nunca olvidaremos que tú lo hiciste posible.
#nadasepareceaEDUCAN #diquequieresunaREVOLUCIÓN #EDUCANtodosabordo
Nuestro curso El Perro Valiente(no tiene ansiedad) de enero de 2019 ha tenido una respuesta desbordante, las cuarenta y dos plazas se llenaron en menos de veinticuatro horas, pero han mostrado interés en recibirlo muchas (muchas, muchas) más personas de las que podemos recibir en nuestras instalaciones.
Por la abrumadora respuesta decidimos buscar fecha a una segunda –y última- convocatoria para obtener el certificado como Preparador/a de Perr@s Valientes, que puedan superar cualquier forma de ansiedad, que se realizará los días 21, 22, 23 y 24 de febrero en nuestras instalaciones de Madrid.
El Perro Valiente es una potente herramienta para diferenciarse y destacar en un mercado tan competitivo y “poblado” como el de la gestión del comportamiento canino, puesto que la temática y el nivel de éxito e innovación que aportan El Perro Valiente y La Manada Valiente en una de las áreas más demandadas garantizan un retorno de inversión rápido y continuo. Porque nadie más ofrece un servicio así, y tengo la convicción de que quienes lo hagan tendrán una ventaja estratégica importante hasta que la competencia empiece a plantearse alternativas similares.
Normalmente informamos de nuestros nuevos cursos primero a nuestros alumnos, para darles unos días de ventaja a la hora de conseguir plaza antes de hacerlos públicos. Esto no se hizo con la primera convocatoria de El Perro Valiente, éramos conscientes de su potencial y atractivo, y buscamos maximizar su efecto promocional para facilitar que se acercasen al trabajo C-E quienes todavía no lo conocieran. Fue un gran éxito, porque en menos de un día se llenaron las cuarenta y dos plazas de Madrid y más de la mitad del curso en Argentina, pero muchos de nuestros alumnos, por este cambio de estrategia, se quedaron fuera.
Decidimos dar a conocer esta segunda – y última- convocatoria primero en los espacios de alumnos de EDUCAN, indicándoles que esta semana se haría pública. Hacerlo de esta forma fue decisión mía, y lo hice por dos razones, una noble y otra egoísta: la noble es que me pareció justo ofrecerles esa ventana de oportunidad de unos días a la que están acostumbrados, y que no tuvieron en la anterior. Pero no penséis demasiado bien de mí, porque también pensé que así se llenarían bastantes plazas, quizá la mitad o incluso más, y podríamos cubrir el resto en pocos días, reeditando el impacto promocional de mostrar cómo las plazas volaban.
Peeeero nuestros alumnos desbordaron mis previsiones y las cuarenta y dos plazas se han llenado en ¡¡menos de diez horas!!, no quedando ya ninguna disponible. Este es un nivel de éxito inesperado, pero me dejó a contrapié, porque ahora no parecía muy lógico publicitar un curso que ya estaba lleno. Muchas gracias por hacer siempre más y mejor de lo mejor que pueda pensar, sois flipantes.
Y como no quería renunciar al golpe de efecto de un llenazo exprés (¿menos de diez horas para cuarenta y dos plazas, really?) he decidido publicarlo de este modo: explicando cómo gestionamos estos eventos para, además de llenarlos, lograr que resulten impactantes y atraigan el interés de potenciales alumnos. No es algo secundario, porque, por ejemplo, este trimestre tenemos 97 alumnos inscritos en nuestros cursos largos, muuuchos más que cualquier empresa de la competencia, y ese nivel de éxito es debido a cómo se gestionan un montón de aspectos, entre ellos la manera de publicar e informar sobre las diferentes actividades de la empresa. Of course, decir esto aquí y ahora es también una elección estratégica 😉 😉
#ElPerroValiente #elÉXITOseaprende #nadasepareceaEDUCAN
Hasta ahora EDUCAN Concordia era la única delegación de EDUCAN en Argentina, como estamos haciendo en EE.UU., necesitamos adaptarnos al mercado del país y comprobar que nuestras delegaciones son un negocio rentable en él antes de comprometer el trabajo y la apuesta de futuro de nadie. Una vez que nuestra primera delegación -dirigida por alguien con un compromiso y capacidad excepcional, en este caso Luis Raggio- resulta exitosa es el momento de crecer juntos.
Y ahora empezamos a hacerlo en Argentina, con dos nuevas delegaciones de EDUCAN en Buenos Aires, algo de lo que no solo me apetece hacer una noticia al uso, algo que me apetece contar con más detalle.
Porque, aunque consideramos a todos quienes entran en EDUCAN especiales, nuestros nuevos delegados, Emilse Díaz en Capital Federal Este y Federico Giacomino en Pilar, son especiales de una manera muy reconocible, que representa cosas importantes para nosotros.
EDUCAN CABA Este. Emilse Díaz y la calidad del agua.
Emilse ya era una profesional exitosa el mundo de la gestión de comportamiento canino, su emprendimiento Perros de Ciudad había crecido tanto y tan bien que ya cuenta con otra adiestradora en su staff, Paula, que es impresionantemente sensible, eficaz e inteligente (no cambie de color señorita 😉 ). Lo sé bien, la tuve como alumna, que ahora sea nuestra compañera es todo un lujo. Y mi alegría es que Emilse había decidido no dedicarse a los perros y fue el trabajo COGNITIVO-EMOCIONAL, los primeros cursos que dimos en Buenos Aires, lo que la volvió a esperanzar, lo que la ayudó a ayudar a los perros.
Emilse representa lo mejor que podemos hacer como escuela, nos demuestra que si lo hacemos bien ¡¡¡nuestros alumnos lo harán mejor!!!
Ver cómo alguien luminoso y bueno recupera la ilusión en nuestros cursos, verla triunfar con esa ilusión como arma (en su sonrisa cabe el mundo) y verla ahora integrarse en EDUCAN, es emocionante y bonito. Pero decirlo es peor que explicarlo. Intentaré, por ello, explicarme.
Las nutrias son uno de los mejores marcadores de la calidad del agua, en cuanto se contamina abandonan el lugar, pues solo viven y son felices en la máxima pureza. Emilse es como las nutrias, la mezquindad, la medianía, la alejan, la disminuyen, la rompen, la asfixian, mientras que lo bueno la fortalece, la alegra, la energiza… Por eso Emilse: ¡¡Gracias por venir!!
EDUCAN Pilar. Federico Giacomino, hacer las cosas bien y divertirse.
Federico es uno de los perfiles que siempre deseo ver en EDUCAN, alguien que ya ha triunfado como empresario, y que sabe que la rentabilidad y la eficacia de un negocio son premisas necesarias. No basta con hacer las cosas bien, con tener buenas herramientas, no basta con saber cómo ayudar a los perros y a las personas que viven con ellos. Para lograrlo debe contratarnos un número suficiente de gente, tener buenos números que nos garanticen hacerlo durante años y ser lo suficientemente conocidos como para que, a consecuencia de nuestro éxito, se divulgue que los perros piensan y nos quieren, y que eso es todo lo que necesitamos para entendernos y convivir.
Federico sabe que el éxito de un mensaje, de una forma de entender a los perros, es consecuencia del éxito profesional de quienes la promueven. Sin buenismos en redes sociales u otras vías de Pataletas/Grandes Declaraciones Para El Mundo Entero. Y sabe lo que es el éxito profesional, ya lo ha logrado con sus otras empresas.
Además es una de las personas más divertidas, alegres, cooperativas y animosas que he conocido. Es un genio total: creo que es única persona con la que hablando de marketing no me podía parar de reír.
Estoy muy feliz de que estemos juntos en esto. No solo vamos a tener éxito, no solo vamos a ayudar a que se entiendan y sean más felices un montón de perros y persona. Además nos vamos a divertir.
EDUCAN ya es Argentina: nueva web y nuevas redes sociales.
Para dar cabida y soporte a este proceso de implantación y expansión, de argentinización de EDUCAN, hemos estrenado la página web de EDUCAN Argentina, donde puedes contactarles además de hacerlo a través de las páginas de Facebook de cada una de estas nuevas delegaciones: pinchando aquí iras al de CABA Este, para hablar con Emilse, y pinchando aquí al de Pilar, donde te atenderá Federico. Y si quieres saber todo lo que se cuece por EDUCAN en Argentina no te olvides de pinchar y seguir el Facebook general de EDUCAN Argentina
Estamos muy ilusionados, llenos de orgullo y cariño, porque ya no estamos en Argentina, ahora somos Argentina.
#nadasepareceaEDUCAN #entrenarperrosesotracosa #EDUCANtodosabordo
Las críticas dañinas siempre han existido, pero nuestros diferentes mecanismos de regulación social las restringen al ámbito de la intimidad, en forma de una especie de “juguemos a ser malos”, donde los participantes son conscientes de caer en la mezquindad y lo aceptan como un peaje inevitable para descargarse de las tensiones, de los pequeños rencores, que se acumulan con el día a día.
Sin embargo las redes sociales han traído consigo la facilidad para escribir cualquier cosa cuando se nos ocurre. En el momento. Desde la intimidad, pero para la exposición pública. Esta forma de comunicación sortea nuestras barreras internas, de manera que no sintamos, no recordemos, su existencia ni su importancia. Ese es el truco.
Como consecuencia, nos encontramos con que cuando nuestras actuaciones profesionales adquieran relevancia suficiente, serán inmisericordemente atacadas desde estos medios. Si eres profesional del comportamiento canino seguro que te has encontrado, o te han remitido, alguna de estas diatribas hacia tu labor, incluso hacia tu persona ¿cómo tomarte esto? ¿qué hacer?
EDUCAN ha sido, es y será blanco de estas acciones, así que tengo una cierta experiencia. Además, es sabido que no hacemos descalificaciones públicas de nadie, aunque nos ataquen. Nunca intentamos volcar la confianza y cariño de quienes nos siguen y/o nos aprecian contra nadie. No hacemos linchamientos de quienes nos quieren linchar, porque lo malo es querer linchar a alguien, no las excusas que cada uno se busca para hacerlo. Solo jugamos a la defensiva, así que darnos cera es una práctica relativamente segura. Con esas condiciones hasta yo me meto en el ring con Tyson, para contar que peleé con él y sobreviví 😛
Para gestionarlo, en primer lugar debes recordar que la crítica es algo que va inevitablemente unido al éxito, cuanto antes lo aceptes mejor. Esto no quiere decir que todos quienes lo hagan sean mezquinos y/o envidiosos, sino que cuanto más lejos llegue tu trabajo, más opinará la gente de manera simplificada. Ya no te conocen personalmente, ni conocen todos los aspectos que te llevan a hacer algo, así que se forman una opinión, buena o mala, en base a lo que les llega -normalmente ecos- sobre tu trabajo, siendo precisamente esa lejanía personal lo que facilita opinar radicalmente sobre él.. y sobre ti. Piensa en Apple y Steve Jobs, todo el mundo tiene alguna opinión firme, y muchas veces extrema, a favor o en contra sobre la compañía de la manzana y su fundador ¡Ojalá alguna vez la gente amodie a EDUCAN la mitad que a Apple!
Este es un triste consuelo, asumir la crítica como el dolor cuando haces entrenos físicos duros: sin su presencia sabes que no estás avanzando, pero sigue doliendo.
Hay algo que ayuda mucho más: las críticas tienen una importante utilidad y suponen un ahorro bestial de dinero para EDUCAN, y eso no es algo intangible. Eso rinde beneficios.
Y no hablo de las críticas bienintencionadas de compañeros o clientes, que observan algún aspecto mejorable y lo señalan de buena fe, hablo de las inmisericordes, de las que buscan hacer daño, de las que quieren destruir. De esas que dicen que eres malo con los perros, la tienes pequeña y fumas en las maternidades.
¿Algo beneficioso en la maledicencia? Sí, y es objetivo, no es un rollo de crecimiento personal ni nada de eso, dejadme que lo explique.
En una empresa tan grande como EDUCAN una de las cosas más difíciles y exigentes es el control de calidad. Y donde pone difícil léase: CARO.
Hemos implementado muchas medidas: normas de calidad, fichas, cuestionarios anónimos, entrevistas on-line más enfocadas en los defectos que en las virtudes… todo para facilitar a clientes, alumnos, compañeros y colaboradores hablar sobre nuestros fallos de manera cómoda y sin tensión.
Pero estas medidas se encuentran con una limitación tremenda: quienes han recibido un buen servicio en general o sienten simpatía por nosotros, tienden a escribir desde la buena fe. Nos dan indicaciones sobre aspectos de mejora razonables, pero no señalarán detalles o fallos muy pequeños ¡ni siquiera los ven!
Cuando actuamos desde la mínima empatía tendemos a no dar importancia a detalles menores: un cliente no criticará que un adiestrador acuda con la camiseta manchada por un par de patas caninas, ni que hayamos puesto una falta de ortografía casual en un largo texto.
Esa gestión de la calidad extramilimétrica es dificilísima de hacer desde el entorno de la empresa. Porque la gente normal no se fija en ese nivel de detalle, y si casualmente lo hace le parecerá fatal decirlo, porque darle importancia a algo tan pequeño en un conjunto de buen servicio les hace sentir mal consigo mismos. A nadie le gusta pensar que es un tiquismiquis.
Pero quien nos detesta no tiene estos frenos, todo lo contrario: está deseando aportar el menor dato objetivo para dar validez a sus descalificaciones, incluso el peor troll sabe en un rinconcito de su lóbrego interior que sus descalificaciones no pueden alimentarse únicamente de lugares comunes, de acusaciones genéricas y vagas: si tiene algo a lo que agarrarse lo hará. No se da cuenta de cómo le hace quedar, no le importa, su deseo por tener algo objetivo a lo que coser su mezquindad para validarla es demasiado grande y rojo. Y cuando publique esa crítica neurótica sucederá que quienes estén en el círculo de autoalimentación de estas ideas las jalearán, pero con esos no había nada que hacer, los que sean medio neutrales quedarán espantados por la acritud y malicia subyacentes, dejando más en entredicho al crítico que al criticado,, y obviamente, quienes aprecian tu trabajo no le darán credibilidad. Pero en todos los casos hay algo que convierte las redes sociales en tus aliadas, seguro que a ti te llega.
¡¡Eso no se paga con dinero!! Porque puedes mejorar aspectos pequeñísimos, que pasarían desapercibidos en cualquier proceso de gestión de calidad.
Pondré un par de ejemplos.
Hace un par de meses publicamos el inicio de nuestra colaboración con Tiendanimal, con la que hemos organizado el primer sistema de educación canina gratuita para toda España. Algo así de grande y vistoso no podía quedar sin criticar, puesto que aunaba todos los factores de éxito y amplitud para que quienes sienten antipatía por EDUCAN rechinasen los dientes.
Gracias a Dios, porque pese al trabajo de María, la coordinadora y responsable de calidad del proyecto, había aspectos de detalle, como en cualquier cosa, imposibles de evaluar para nosotros.
Así que había que leerse las críticas feroces, y es un buen trago de bilis que dimos muy a gusto. Entre todas la permutaciones, combinaciones y variaciones posibles de los muy genéricos “son muy malos moral y/o técnicamente” buscamos a quienes intentaran respaldarse con algún dato objetivo. Y lo encontramos: en el primer evento, despierta su ingenio, un perro llevó puesto un collar de púas todo el tiempo, y en el segundo, el taller de olfato, una entrenadora de EDUCAN apoyó su discurso con la lectura de unos papeles.
Aunque de manera individual y discreta (para no violentar a nadie) se ofrecían alternativas a los collares de ahogo o pinchos para realizar la actividad, y la práctica totalidad de quienes los usaban aceptaron cambiarlos sin problema, una persona con un perro grande y algo conflictivo con sus congéneres no se sintió cómodo con la idea y mantuvo su collar de púas. Algo que hay que entender, pues quienes acuden a estos eventos no tienen la relación de confianza con nosotros que aquellos que nos contratan, y en un lugar con muchos otros perros prefería mantener la herramienta que, equivocadamente, pensaba que mejor le permitía controlarle. Hay que entenderlo, como digo, pero también hay que solucionarlo: a raíz de esto hemos diseñado una charla previa que, sin culpabilizar ni demonizar a nadie –porque no queremos vencer, sino convencer- explica que es no solo mejor, sino mucho más seguro cambiar estas herramientas para el evento e incluso para el manejo cotidiano. En el segundo nadie mantuvo este tipo de collares durante el evento.
Al preguntarle sobre ello a la entrenadora de EDUCAN que apoyó su discurso con la lectura de unos papeles, nos indicó que hablar en público le generaba inseguridad –no todo el mundo está cómodo haciéndolo- y por ello temía olvidarse de alguno de los puntos que debía exponer, dado que lo que se cuenta no es improvisado, sino que se estudia, redacta y prepara desde central, cada entrenador puede, debe, hacerlo suyo después, pero nada de ir a ver qué sale, nunca. Para evitar quedarse en blanco lo llevó por escrito, y leyó parte de su exposición. Como solución hemos buscado una serie de técnicas que ayudan a hablar en público a quienes tienen dificultad para hacerlo y creo que no volverá a pasar.
Estos problemas quizá no parezcan mucho para más de cuarenta talleres entre el primer y el segundo evento y casi cuatrocientos asistentes, pero ofrecen margen de mejora y nos dan opción a afinar cada vez más ¿os imagináis el nivel de ajuste al que se puede llegar?
Así que a quienes nos critican con ferocidad e inquina, quiero reconocerles públicamente que les leemos y nos duele, lo que constituirá un motivo de alegría para ellos que no debo hurtarles, pues es parte del sueldo que obtienen por su trabajo para nosotros y sería injusto no dárselo. Pero lo cierto es que duele más hacer un Fran (only for Crossfiters 😉 ) o series de mil metros, y lo que se obtiene bien merece la pena. Así que, sobre todo, lo que debo hacer es agradecerles trabajar tanto por EDUCAN a cambio de tan poco.😊😇😉
Hace poco me escribió Samantha (Jelke van Meerkamp) consultándome sobre un tema frecuente.
Samantha está agobiada porque su trabajo como entrenadora es consistente, pero existen demasiados casos en los que no alcanza el máximo nivel de éxito posible a consecuencia de que los propietarios/tutores no siguen las pautas que les recomienda, haciendo ese efecto tan detestablemente conocido por todo educador canino de “un pasito pa´lante, ¡un, dos, tres!, un pasito pa´tras”. Que cantado por Ricky Martin como que bien, pero que en nuestro día a día profesional es una mierda.
Como decía esto no es algo inusual, de hecho las redes sociales de algunos entrenadores están llenas de variaciones sobre el tema “Jo, a mí me importan los perros y puedo ayudarles y van y no me hacen casito. Qué malos y poco implicados son quienes nos contratan.”
Entonar un continuo “dueños malos, adiestrador triste” -en la falsísima idea de que “desde Facebook se me escucha” (sólo te escuchan tus amigos y quienes ya piensan como tú, así lo que recibes no es aprobación hacia tus palabras, sino e-eco)- es tirando a ineficaz (y un poco patético, todo hay que decirlo).
Por eso, cuando alguien me habla/escribe en esos términos suelo limitarme a asentir, ofrecer alguna palabra de apoyo con un gesto neutro y emular a Lisa Simpson escuchando música en mi cabeza (Wilco o Nutini para estos casos).
Pero Samantha me decía lo siguiente: «algo se me escapa, si la gente está fallando es porque yo les estoy fallando…, Porque no estoy explicando bien los conceptos…. No estoy marcando bien los objetivos…O no sé, tal vez no he conseguido llegarles bien y ya está…..»
O sea, que ponía la pelota en SU tejado, en alguna carencia propia. Y a partir de ese punto sí podemos empezar a hablar.
¿Realmente creemos que la mayoría de la gente está dispuesta a gastar su tiempo y dinero en nosotros para no hacernos caso? Quizá un mínimo, minimísimo, porcentaje considere que echar dinero al problema les justifique y libere de responsabilidades, pero es algo residual.
La mayoría de la gente no sigue las pautas que les recomendamos sencillamente porque, o bien no son razonables, o bien no se les han planteado adecuadamente. O ambas cosas
1- Lograr adhesión a las pautas es parte del trabajo.
La calidad de seguimiento de aquellas indicaciones que prescribimos es en buena medida responsabilidad nuestra. Y quien no es consciente de ello y no trabaja específicamente para lograrlo dependerá de cómo “conecte” con cada persona que le contrate, lo que resulta insuficiente.
Así que ya tenemos una primera premisa de trabajo ¿tienes alguna estrategia para lograr la adhesión a las pautas por parte de tus clientes?
Si no haces nada consciente, deliberada y específicamente para que se sigan las pautas que prescribes tienes una carencia. No le des más vuelta, mejor pongámonos a cubrirla.
2- Estrategias que NO funcionan.
A partir que asumimos la responsabilidad de lograr la adhesión a las pautas empieza un segundo problema, y es que la manera de lograrlo más frecuente en nuestro sector no solo no funciona, sino que suele causar el efecto contrario.
Porque explicarles lo malo-malísimo que es no hacerte caso (¡o mis pautas o el caos!) no es una estrategia para mejorar la adhesión, sino –básicamente- una amenaza. Aunque la pintemos de colores.
Resulta curioso (ains, qué requeteútiles que son los eufemismos para esto de escribir) que después de explicar lo ineficaz que es amenazar al perro pasemos a amenazar, más o menos veladamente, al propietario/tutor. Pero asín semos muchas veces.
En general, y ya lo he mencionado en varias ocasiones, masacrar todo lo que hace/ha hecho nuestro cliente para ponerle en una situación de déficit e inseguridad, haciéndole así sentir que depende de nosotros, de seguir nuestras indicaciones, buff, demasiados eufemismos juntos, seamos claros: de acatar nuestra órdenes (y esto es literal, no un disfemismo), con el objetivo final (más o menos consciente) de convertirnos en algún tipo de gurú, logrando su sumisión a nuestras palabras, es mezquino, miserable, abusivo, repugnante y, lo que quizá resulte más convincente, ineficaz.
3- Estrategias que funcionan
En primer lugar hay que señalar que, como sucede con los perros, no podemos lograr la adhesión de todas las personas que nos consultan siguiendo una misma estrategia (nuevamente los entrenadores mostramos una notable discriminación positiva hacia la especie canina: individualizamos el trabajo para cada perro concreto, pero solemos actuar de manera homogénea con las personas).
Sin embargo, sí podemos (y debemos) sistematizar y protocolizar qué hacer para lograr esa adaptación personalizada que nos permitirá que los propietarios/tutores se impliquen activamente.
3.1. Anclaje motivacional personalizado
Sin un anclaje motivacional, como bien saben quienes siguen la investigación en cognición animal, no es posible perseverar hasta resolver una tarea que sea mínimamente compleja. Por ello es el punto más importante.
Encontrar, emplear, cuidar y acrecentar los motivos propios de cada persona para adherirse a las pautas es imprescindible para iniciar el trabajo.
Y el anclaje motivacional no puede ser difuso o demasiado amplio, hacer un montón de cosas nuevas “para que el perro esté mejor o seamos más felices”, es una consecuencia a medio largo plazo, pero no vale para empezar. Tenemos que encontrar anclajes que se conecten directamente con las pautas: disfrutar del paseo de la mañana, comer tranquilos, saludarse de manera agradable para ambas partes, ver cómo nuestro perro se tranquiliza y descansa mientras vemos la tele… son buenos ejemplos.
Además, cuando trabajes con una familia no es necesario que todos sus miembros hagan todas las pautas (otro error frecuente que sobrecarga de trabajo y resulta en una baja adherencia al tratamiento). Algunas sí que pueden ser realizadas por toda la familia, pero el éxito suele estar en encontrar qué motiva a cada miembro y repartir/adaptar las tareas de acuerdo con eso. A quien saca al perro le puede apetecer más lograr un paseo satisfactorio, a quien convive con él en casa el verle relajado y tranquilo, y a quien llegue después de una jornada laboral conseguir un reencuentro perfecto.
Yo llevo esto al punto de que en ocasiones no planteaba ninguna pauta sino que las comento y expongo hasta que me dicen, “¿yo podría hacer eso? Creo que le iría bien a Toby.” Porque si no quieren hacer no harán
3.2. Resultados inmediatos a sus acciones
Volviendo a la idea de que deberíamos tratar a las personas de manera más similar a como tratamos a los perros, es importante que algunas de las tareas ofrezcan un feedback de éxito inmediato. Resulta desalentador para los propietarios/tutores hacer algo cuyos resultados se verán dentro de tres meses, eso es pedirles un salto de fe de tres meses. Mucha fe es esa hoy día.
Seguir unas nuevas pautas de convivencia, realizar cambios en nuestra rutina es un proceso, no un conjunto de acciones. Intentar que se realice de golpe y en un giro radical suele garantizar el fracaso.
Si cada día logran algo tangible se engancharán incluso a las pautas cuyo éxito se verá a largo plazo. Dótales con criterios de evaluación para medir sus avances, tutela sus mejoras y estarás mimando su ilusión, que es lo que hará que se adhieran a las pautas.
3.3. Prospección, el secreto del aprendizaje cognitivo
El aprendizaje más consistente no es el que únicamente se refuerza por el éxito inmediato y directo (esto es de primero de cognición 🙂 ), sino el que además permite y promueve que se generen objetivos mentales sobre avances y logros venideros.
Debes trabajar para que los tutores sean prospectivos ¡¡no hay nada más eficaz para implicarles en el aprendizaje!! Que sean ellos, con tu consejo, quienes fijen su próximo paso, su próxima mejora en lo que están haciendo. Que hagan planes sobre cómo avanzar en aquello en lo que están logrando resultado y sobre cómo aplicarlo a nuevas situaciones.
Si no son capaces de proyectar cómo avanzar simplemente no están entendiendo lo que hacen, y así no hay posibilidad de ir muy lejos. Al mostrarse prospectivos compruebas que entienden lo que hacen y su sentido, a partir de ahí es cuando el trabajo se volverá sólido.
4- Colabora con ellos, no les salves ni les adoctrines.
La intervención canina profesional es un trabajo colaborativo, sin los propietarios/tutores no puedes avanzar y sin tu dirección ellos tampoco. Así que nada de llegar de Estrella Salvadora, esa actitud es un problema.
Para lograrlo disponemos de algunas técnicas eficaces, aquí solo menciono las dos más básicas e importantes a mi modo de ver:
4.1. No avanzar si ellos no avanzan contigo
Cuando vas a ver al propietario/tutor de un perro y no ha realizado su tarea tendemosa sustituirle, a completar nosotros lo que han dejado a medias o han abandonado.
Error.
Lo más eficaz suele ser decirles, sin broncas ni drama alguno, “entiendo que estuvieras liado y no pudieras hacerlo. Así que me voy, dime qué día habrás completado la tarea para concertar la próxima cita”. Raramente tendrás que hacerlo más de una vez. Si ven que son realmente imprescindibles (y les has puesto pautas razonables) se implicarán de verdad.
Y no vale decir “sin vosotros no puedo hacerlo”. Sencillamente no lo hagas sin ellos.
4.2. Minimizarnos y no maximizarnos
L@s educador@s canin@s tenemos frecuentes problemas de ego, como toooood@s sabemos. Ir de superestrella/solucionador/sólida roca para tu angustia nena/e no es una buena estrategia.
Todo lo que nos invista de aura cool aleja de nosotros a los propietarios/tutores y dificulta que sigan nuestra pautas, porque lo concordante con esa condición de salvador es que seamos nosotros quienes, desplegando nuestras asombrosas capacidades, solucionemos el problema.
Más bien debemos minimizarnos consciente y deliberadamente, mostrar que entendemos que lo que sucede ES un problema, contar, por ejemplo, que tuvimos uno similar con nuestro perro y tardamos un buen rato y esfuerzo en solucionarlo, hacerles ver que estuvimos en su pellejo y fue el seguimiento de las pautas, no nuestros superpoderesentrenadoriles, lo que nos permitió salir adelante. Trasmitir en todo lo que hagamos que no somos especiales, sino que aplicamos unos conocimientos y que cualquiera podría hacer lo que hacemos con preparación y esfuerzo es un mensaje muy potente para lograr resultados.
La admiración tiene un relación de proporcionalidad inversa con la colaboración. Cuanto más admirable y fantástico te muestres, menos colaboración obtendrás. Así son las cosas.
A molar a MHYV, con nuestro clientes cuanto más a ras de suelo nos mostremos mejor, además creo es también bastante terapéutico para nosotr@s.
5- No pedirles algo que nosotros no haríamos
Los alumnos que en este momento están haciendo nuestro Curso Avanzado en Sevilla reconocerán esta aseveración, porque empiezo el curso con ella y es casi el hilo conductor de las prácticas.
¿Le estás pidiendo a tus clientes algo que no haces tú, porque te parece excesivamente trabajoso? ¿Algo que nunca has hecho de verdad y hasta el final con ningún perro? Porque es algo muy frecuente. Y soltar lo de que “en casa del herrero… cuchillo de palo” con unas risas no es un argumento, sino una excusa. Si tú no lo harías no pidas a nadie que lo haga. Así de sencillo. Quejarse de la falta de adhesión de personas sin experiencia a unas pautas que tú no eres capaz de seguir es el colmo del cinismo.
Hagamos examen de conciencia, TOD@S nosotr@s perpetuamos algunas recomendaciones que no seguiríamos. Por inercia, por falta de reflexión, por pereza… Una de nuestras labores es hacer autoexamen en este aspecto y en cuanto encontremos algo que no haríamos buscar alternativas realistas. Además de ser más justo y más eficaz con nuestros clientes es lo que construye el avance de la profesión.
Ni un exceso de pautas que acumulándose se le “hagan bola” (¿veinte salidas falsas al día vistiéndose y realizando todo el ritual de salida? ¿de verdad lo dices?), ni pautas prácticamente irrealizables (¿que no se encuentre con ningún perro en las salidas y para eso que le saques solo a las cinco de la mañana? ¿pero es en serio? ¿la vejiga no es parte de la ecuación?).
6- Remitir clientes a otros profesionales.
Por último, existen poquísimos casos en los que no podemos lograr la adhesión a las pautas de un cliente porque chocan con sus valores respecto a qué es un perro y cómo vivir con él.
Para este caso voy a remitirme a algo maravillosamente lúcido que dijo Patricia McConnell estuvo en Madrid presentando su libro El amor no tiene edad (Dogalia 2015). Algo con implicaciones profundas y curativas para nuestra profesión, tanto que escucharlo me generó unas enormes ganas de levantarme y besarla (cosa que no hice porque estaban allí su marido, mi mujer, el editor de ambos, otras cincuenta personas en la sala y un centenar más on-line, además de que ella estaba explicando de qué iba su libro, y se hubiera podido considerar fuera de lugar 😛 ).
Dijo que si un cliente tenía un enfoque de fondo acerca de la educación canina totalmente opuesto al suyo era inútil intentar “convertirle” a nuestra manera de entender a los perros. En esos casos lo que hacía era remitirlo a un profesional de calidad que tuviera un enfoque más afín a la manera de esa persona de entender la convivencia con un perro.
Y es que no podemos imponer nuestros valores a quien tiene otros, y no digo que no debamos o que no fuera bueno, sencillamente digo que no podemos hacerlo. Que es imposible, vaya. Con información buena y razonada se puede cambiar a quien hace algo por falta de conocimiento, imitación, inercia o siguiendo algún consejo, pero no a quien lo hace guiado por su sistema de valores.
Remitir a un profesional con una visión sobre los perros muy diferente a la nuestra es un ejercicio de generosidad.
Porque, aunque no nos parezca la mejor manera de trabajar, a lo mejor es suficiente para salvar la vida (o la calidad de vida) de ese perro. Y lograr la mejor opción posible es lo que debemos buscar cuando la óptima no puede llevarse a cabo.
Pero de esto ya hablé en este post sobre la visita de Patricia McConnell a España y no quiero alargarme con una historia que ya he contado.
En todo caso, como vemos, existen muchas cosas que hacer para lograr la adhesión de nuestros clientes a las pautas de trabajo, y solo excepcionalmente nos encontraremos con esto casos en los que convenga remitir.
Una de las cosas que más me gustan es un buen evaluador que permita reconocer objetivamente cómo avanza (¡o no!) lo que hacemos.
Los evaluadores de calidad para mí van más allá de la educación canina, son algo a tener muy en cuenta respecto al trabajo y progreso profesional de EDUCAN.
Este año que termina era particularmente importante, porque, como escribí en este post, se avecinan nuevos buenos tiempos para el sector de la educación y la intervención en el comportamiento canino y debíamos estar preparados.
Teníamos varios evaluadores muy buenos:
- Nuestro crecimiento, con la firma de seis nuevas delegaciones a lo largo de 2016, uno de los mayores de toda la historia de EDUCAN.
- La expansión internacional de EDUCAN, pues dentro de las nuevas delegaciones están Miami Dade y Concordia, las primeras respectivamente en EE.UU. y Argentina.
- El hecho de que se sumasen a EDUCAN profesionales en activo, técnicamente preparados, éticamente comprometidos y exigentes, como Susana González y Jorge Andreu, por considerarlo la mejor manera de promover la felicidad de los perros y las personas que viven con ellos.
Y ahora llega otra vuelta de tuerca (que diría Henry James) respecto a este último punto, que también es uno de los mejores evaluadores objetivos de un buen rumbo profesional.
Factor Amigo, la empresa dedicada en exclusiva a la educación canina con mayor éxito profesional en Zaragoza, ha decidido unirse a EDUCAN como delegación.
Esto es muy valioso.
Porque fueron los primeros en Zaragoza que se negaron a formarse y seguir los modelos de entrenamiento más duros, en un ambiente profesional que presionaba con firmeza para aprenderlos y utilizarlos.
Porque apostaron por la dedicación exclusiva a la educación canina, sin otras líneas de negocio para sostenerse, sin que su director y fundador, Aarón Sánchez mantuviera otro trabajo. Y haciéndolo así necesitaba hacerlo bien, necesitaba resultados reales.
Factor Amigo está fundada sobre la convicción ética, sobre la actualización técnica y sobre la valentía empresarial.
Eso sería suficiente para que su unión a EDUCAN, más que un evaluador objetivo, fuera un motivo de orgullo.
Pero hay algo más, algo MUY importante: Factor Amigo es la empresa de educación canina más exitosa de Zaragoza.
La más contratada para servicios de adiestramiento y gestión del comportamiento.
Factor Amigo ha superado el millar de perros atendidos y ayudados (solo el mes pasado impartió más de ciento treinta clases), pocos llegan a esos números.
En este momento, ahora, mientras lees esto, tiene entre sus diferentes servicios más de noventa clientes activos… 😮
Y que decida integrarse en EDUCAN siendo muy rentable, siendo la primera de su sector en la zona en la que ofrece sus servicios, es la mejor garantía que se puede tener de que estamos haciendo bien las cosas.
Porque no hablamos de una entidad que se mueve en una economía de subsistencia o que intenta mejorar la rentabilidad de una de sus líneas secundarias de negocios. Estamos hablando de quien mejor funciona, de quien más motivos podría tener para mantener su autonomía.
Factor Amigo sabe muy bien qué hacer para lograr el éxito y para mantenerlo a lo largo de los años, que es bastante más difícil.
Y han decidido convertirse en EDUCAN en Zaragoza.
Por algo será (aunque eso les corresponde a ellos contarlo 😉 ).
Por nuestra parte no podemos dejar de aprovechar todo lo que Factor Amigo ha construido de fiabilidad, seriedad y buen hacer, no podemos dejar de aprovechar su calidad y su éxito. Tontos seríamos. Así que iniciaremos nuestra actividad como EDUCAN, el Factor Amigo en Zaragoza.
Gracias por la confianza, gracias por sumarnos vuestro éxito, gracias por sumaros al COGNITIVO-EMOCIONAL.
#elÉXITOseaprende #súmatealCOGNITIVOEMOCIONAL #EDUCANesEDUCAN
La semana pasada daba la noticia de la apertura de nuestro laboratorio de medición fisiológica del bienestar en perros, nuestro mayor proyecto para mejorar la vida de los perros.
Conté la gran inversión que suponía, pero me callé que nos apoyamos en otro proyecto tan grande a nivel empresarial como lo es el laboratorio a nivel técnico.
O más.
Porque EDUCAN inicia la implantación de su red de franquicias en los EE.UU., el mayor mercado del mundo en nuestro sector.
EE.UU. está empezando a interesarse mucho a nivel popular por la cognición canina, es un tema atractivo porque allí la visión predominante sobre el entrenamiento y capacidades de los perros era radicalmente conductista. Este enfoque no es simpático para los propietarios de perros, por mensajes tan plofantes como que el perro se alegra de vernos y “hace eso que entendemos por querernos” únicamente como fruto de asociarnos con la comida que le damos, las salidas a la calle y otros «premios», por nosotros mismos ni nos miraría. Además plantea que sus capacidades de aprendizaje son simplemente asociativas, reactivas al ambiente y completamente dependientes de su entorno.
Hasta hace unas décadas esta visión era poco amable, pero la más «científica», pero en los últimos años el enfoque de las ciencias del comportamiento ha cambiado, demostrando que los perros tienen capacidades afectivas innatas, nos quieren sin necesidad de asociarnos a nada, están diseñados para el cariño, y tienen capacidades de pensamiento más complejas que las de asociar cosas: son prospectivos, tienen objetivos mentales al iniciar sus acciones y buscan modificar activamente el ambiente para alcanzar dichos objetivos mentales y conseguir beneficiarse de ello.
Estamos descubriendo de nuevo a los perros.
¿Y esto qué tiene que ver con ningún tipo de negocio?
Mucho, porque en EE.UU. el sector del comportamiento canino, importantísimo a nivel económico, basa mayoritariamente su discurso en premisas que ahora se han visto rebatidas. Los mensajes, el enfoque, están superados. Y (casi) nadie explota el discurso y mensaje de la ciencia del comportamiento actual.
Porque entrenar perros no es como lo habían contado 😉 😉
¿Parece todavía poco claro?
Vamos a ir aclarándolo: los nuevos conocimientos no se suman a los anteriores, sino que los contradicen en puntos en los que ofrecen un mensaje mucho más atractivo para el consumidor y que muestra a los actuales profesionales como una opción de mucho menor interés: una base científica obsoleta y un mensaje antipático.
Lamentablemente emoción, empatía, afecto, comprensión… eran palabras secuestradas por la visión supersticiosa, por los entrenamientos basados en “energías”, basados en ideas de pseudociencia. Basados en nada. Era fácil desacreditarles e imposible tomarles en serio. Pero la revolución cognitiva ha rescatado a la emoción, la empatía y el afecto, les hemos recuperado para la ciencia y para su aplicación en la educación canina: EDUCAN tiene todos sus servicios diseñados con esta nueva visión, con mensajes sólidos a nivel científico y que, además, el público desea oír. Tenemos en marcha un modelo de negocio cimentado en esta nueva tecnología del comportamiento, que los potenciales clientes prefieren. No tenemos que desarrollarlos, nuestro Know-How está basado íntegramente en esta nueva ciencia del comportamiento, en este mensaje, que en EE.UU. es innovador y atractivo. Y es que… nada se parece a EDUCAN.
Por eso creemos que en este momento EDUCAN tiene una situación privilegiada respecto al mercado del comportamiento canino estadounidense y pensamos aprovecharla, sacarle toooodo el partido antes de que se sumen más jugadores.
Trabajo, trabajo, trabajo… ¡¡como debe ser!!
Esto ha exigido mucho trabajo, porque esta no es una de esas operaciones informales en las que se deja que alguien conocido use el nombre de tu empresa en plan amiguetes: el mero hecho de registrar la marca allí ha sido un trámite largo y complicado.
Además, para iniciar la difusión “en gordo” de la franquicia legalmente y entrar a formar parte de su registro nacional de franquicias debemos poner en marcha una primera delegación de EDUCAN y demostrar su éxito financiero, debo reconocer que en el aspecto profesional ¡¡me encanta ese país!! No te dejan vender humo, no puedes franquiciar un negocio sin demostrar que funciona. Nada me podía gustar más 🙂 🙂 🙂
Tras mucho picar en la trastienda ayer firmamos la apertura de nuestra primera delegación, en Miami, Florida. En unos meses EDUCAN abrirá sus puertas en Estados Unidos por primera vez.
Posteriormente está ya prevista la apertura de varias delegaciones más, pero esto se pondrá en marcha cuando esta primera de Miami demuestre su rentabilidad, para lo que hemos calculado que serán necesarios un par de años.
Tengo la convicción, de que será la manera de educar a los perros que preferirán todos quienes conviven con ellos allí.
Tengo la convicción de que EE.UU. se sumará al COGNITIVO-EMOCIONAL.
#Tuperropiensaytequiere #EDUCANesEDUCAN #nadasepareceaEDUCAN #entrenarperrosesotracosa #elÉXITOseaprende #descubrealosperros #súmatealCOGNITIVOEMOCIONAL
No todo lo que hace un empresa dedicada a la educación canina y la formación de profesionales está directamente relacionado con los perros. Existe mucha labor indirecta necesaria para mantenerse en una buena posición e intentar mejorarla cada día.
Uno de los trabajos “no caninos” que me corresponden en EDUCAN es interpretar los datos del mercado para detectar sus tendencias y tomarlas en consideración a la hora de diseñar, adecuar y publicitar unos u otros servicios.
Hablar de tendencias puede sonar algo rebuscado o alejado de nuestra labor como entrenadores, pero no es sino la inclinación hacia lo que hacemos del conjunto de personas que podrían contratarnos: cuán dispuestos están a invertir en educación canina, qué desean obtener al trabajar con nosotros y cómo les gustaría se desarrollase nuestra relación con ellos durante la prestación del servicio.
Y es importante, nadie es un buen profesional de nada si no tiene clientes.
No podríamos ayudar los perros y a las personas a entenderse si no interesasen nuestros servicios. Las empresas cambian el mundo en la medida exacta de su éxito: el impacto de nuestros conocimientos, de nuestra manera de entender la convivencia entre perros y personas es proporcional a la posición que tenemos en el mercado.
Hace unas semanas tuvimos una reunión destinada a redefinir el rumbo profesional de EDUCAN para adaptarnos a los cambios de tendencia en el mercado, basándonos en mi interpretación sobre cuáles son dichos cambios. Esta es de las responsabilidades directivas que más me abruman, acertar o fallar en este punto será muy determinante para el futuro de la empresa.
Si acertamos y somos de los primeros en adecuar nuestra oferta tendremos un tiempo de ventaja sobre la competencia, que seguirá ofreciendo servicios que ya no son exactamente lo que quieren sus potenciales clientes.
Si fallamos… mala cosa 🙁 🙁 . Haremos cosas que resultarán menos atractivas que las de nuestros competidores.
Pero si no hacemos nada terminaremos copiando a los que sí hayan sabido adelantarse y nos costará mucho salir de su rebufo. Siempre he creído que es mejor arriesgar que depender de agarrarse a la estela del éxito de otros.
En mi opinión (y todo este artículo debe considerarse como eso: una opinión) estamos en un momento muy fuerte de cambio de tendencia, que ha llevado a que nos planteemos acometer bastantes novedades en EDUCAN y -con permiso de nuestro Director de Marca que a veces me dice que comparto demasiada información valiosa- me gustaría exponer lo que creo que se avecina en el sector.
1 Residencias caninas, de nuevo en el juego.
Las residencias caninas, con la necesidad de mantener unas instalaciones y, en muchos casos, personal contratado, han sido de los negocios de nuestro sector más perjudicados por la crisis: sólo las mejor posicionadas han resistido bien, y aún así, en muchos casos les ha sido necesario recurrir a nuevos servicios que permitieran aprovechar de manera innovadora toda su estructura, como cursos de adiestramiento o actividades colectivas.
Afortunadamente para ellas, creo que eso ha terminado y que ahora es un buen momento para emprender acciones promocionales, porque muchos de sus potenciales clientes introdujeron un perro en sus vidas durante los peores momentos de la crisis y hasta ahora no se han planteado buscar una residencia de referencia.
Quienes sepan llegar los primeros y ofrezcan seguridad, calidad y buen trato captarán gran parte de estos nuevos clientes. Y para una residencia eso puede suponer una bolsa de ingresos fidelizados durante muchos años.
Si tienes una residencia creo firmemente que este es el momento de poner toda la carne en el asador para darte a conocer o aumentar tu presencia publicitaria.
2 La educación canina, más pero diferente.
Los servicios de adiestramiento también aumentarán su demanda (ya lo están haciendo) en un futuro próximo, y mucho. Pero aquí no se trata solo de cantidad, sino que el tipo de servicio y la forma de darlo van a sufrir transformaciones determinantes.
Hasta ahora mismo buena parte del éxito de las empresas de educación canina estaba en tres tipos de servicios:
- Por un lado los “packs” económicos, que fragmentaban el adiestramiento para cubrir un área concreta demandada por los propietarios. Un buen ejemplo de este primer grupo serían los cursos para que los perros no tiren de la correa.
- Por otro lado las clases colectivas, como las de cachorros o perros jóvenes, en las que se abarata el coste para el cliente y se optimiza el tiempo del profesional, además de darle una dimensión más social y lúdica al servicio.
- Por último estaban los que siempre resultan menos afectados por las crisis: los problemas de comportamiento, particularmente la gestión de problemas emocionales, como la ansiedad, la agresión o el miedo. Estos son los servicios que más se necesitan, los que no pueden posponerse o ignorarse, y por ello, salvo imposibilidad económica, son los que mantienen una demanda más homogénea en todas las circunstancias.
Ahora, EMO, van a volver unos antiguos amigos, que ya teníamos casi olvidados por su pequeño porcentaje de contratación frente a los anteriores: los servicios de comodidad. Esos adiestramientos “completos”, con un montón de sesiones en el domicilio del cliente y, consecuentemente, caros.
Pero hay que adaptarlos a los tiempos, teñirlos de diversión no solo para el perro, sino para el dueño, que en este momento espera disfrutar durante el entrenamiento tanto como obtener resultados consistentes.
Se han acabado los éxitos de los entrenadores cuya práctica se enfoca en “abroncar” a los propietarios e intentar hacerles sentir culpables por todo lo que les sucede a sus perros: bye, bye paternalismos y actitudes de suficiencia. Cuando la gente tenía que hacer más esfuerzos esa era una estrategia (desgraciadamente) eficaz, pero ahora tiene los días contados. Y de esto en concreto reconozco que me alegro bastante.
3 Formación, la fiesta ha terminado.
La formación de profesionales de la educación y el entrenamiento canino, tanto a través de cursos, como de seminarios, ha tenido una tremenda subida durante la crisis.
Esto, en realidad, se debe a un efecto artificial: puesto que había menos clientes particulares, y se había vuelto muy difícil (1) llegar hasta ellos y (2) “convencerles” de contratar, muchos profesionales se volvieron hacia este mercado, que es mucho más pequeño, pero en el que los potenciales clientes: (1) son muy activos en la búsqueda de cursos y seminarios, (2) ya tienen tomada o prácticamente tomada la decisión de contratar formación ¡solo hay que conseguir que se decidan por nosotros!
Si captar un cliente de adiestramiento era como salir al mar a pescar, y con la crisis había fuerte marejada, hacer lo mismo con un cliente de formación es como pescar en un barreño.
El problema es que los barreños son pequeños y tiene pocos peces que pescar, aunque sea fácil hacerlo. No puede explotarse un mercado tan restringido por parte de tantas empresas, con tantísima abundancia de oferta y de manera tan amplia durante mucho tiempo.
La burbuja formativa ha implosionado, lentamente, pero de manera inevitable. Ya llevamos un tiempo en el que la anulación de cursos y seminarios es frecuente, en el que parece imposible no haber tenido los más interesantes a menos de cien kilómetros de tu casa, vivas donde vivas…
Existe una sensación de hastío, no entre los que siempre han tenido un discurso paleto contra la formación organizada, que esos y su boinarrosquismo siempre han hecho más bien que mal a la venta de cursos (además de ayudarnos a comprender cuán actual y cierto es el humor de José Mota). Me refiero a los alumnos potenciales e incluso a las escuelas, que empiezan a sentir el ambiente pesado, repetitivo… Parece que el aire ya ha sido respirado demasiadas veces: es hora de terminar la fiesta y de ventilar las habitaciones.
Esto se habría traducido en un lento declive de la formación, pero el aumento de la demanda de servicios de residencia y de educación canina van a ser los últimos clavos en su ataúd.
Por una parte, muchos de los que se introdujeron en la formación para complementar sus otros servicios verán que centrarse en la que era su área principal de negocio es lo más rentable y lo que les requiere menos esfuerzo.
Por otra, quienes hacían un curso y seminario tras otro para mejorar su cualificación profesional verán que tienen trabajo abundante y que deben centrarse en explotar sus conocimientos actuales.
Además, al aplicar sus conocimientos verán cuáles aportan soluciones reales y efectivas y cuáles se diluyen entre los dedos al aplicarlos, lo que fomentará el análisis crítico, que ha sido el gran ausente en la formación durante los últimos años: hemos tenido demasiada crítica y muy poco pensamiento crítico.
Pero no hagamos una lectura simplista y binaria, esto no quiere decir que desaparezcan (desaparezcamos ¡cielos!) las escuelas, pero sí que en poco tiempo, un par de años, quedarán muchas menos. También el número de seminarios se reducirá y se ajustará a esta evolución del mercado.
Creo que en EDUCAN hemos preparado un plan de acción que nos permitirá adaptarnos muy bien a estos cambios y sacarles partido, pero los lectores entenderéis que ese plan no lo comparta aquí 😉 😉
#elÉXITOseaprende #EDUCANesEDUCAN #entrenarperrosesotracosa
Ya mencioné en este post el error cazurro que supone ese lugar común que enfrenta calidad técnica con calidad promocional.
Normalmente las empresas buenas hacen mejor todo el trabajo, desde el servicio o producto que comercialicen a su estrategia de mercado, mientras que las mediocres suelen serlo igualmente en todos los aspectos.
Pero la frase “tiene demasiado marketing” nos llega, y le damos sentido porque todos estamos de acuerdo intuitivamente en que debe existir algún balance entre el diseño técnico de un servicio y su búsqueda de aceptación en el mercado. Por eso nos suena como negativa, no porque pensemos que no deba haber ningún marketing en una empresa, sino porque pensamos que cierto tipo de equilibrio se ha roto.
Lo que da lugar a una buena pregunta. A dos incluso.
¿Cuánto marketing es el adecuado? ¿Tendrá EDUCAN demasiado?
En primer lugar debemos ver qué es el marketing y cuál es su labor dentro de una (buena) empresa.
Si una empresa fuera un organismo vivo (que lo es) el departamento de marketing es su sistema sensorial, que le aporta información sobre cómo es el entorno, para ayudarle a moverse por él, evitando ir tropezando con las mesas, que es muy molesto, porque siempre te das con el dedo chico del pie o con el punto tonto de la rodilla.
El marketing reconoce, ve, caminos más o menos despejados para llegar a donde se desea, pero ni es, ni debe ser el cerebro y/o el órgano motriz de las buenas empresas. Si esto llegase a suceder la empresa tendrá un problema, salvo que haya surgido con la vocación de ser una empresa coyuntural y no tenga aspiraciones de permanencia, que hay muchas de estas, pero las empresas cuya estrategia viene determinada únicamente por el marketing no generan valores de marca y no perduran.
El marketing no te dice dónde quieres ir, sino cómo llegar. Sin marketing no conoces tu medio y no puedes moverte. Por ello la directiva de la empresa debe escucharle y hacer concesiones para llegar al éxito.
Sin el departamento de marketing la directiva está ciega.
Pero sin la dirección técnica el departamento de marketing está tonto. Que es como peor porque además no eres consciente de ello.
El marketing nunca debe tener, y nunca tiene en las buenas empresas, una labor directiva. Directiva en el sentido estricto de definir la estrategia de la empresa, de decidir cuáles serán sus productos o servicios.
En todas las empresas tochas los departamentos de marketing siempre (pero siempre, siemprísimo, supersiempre al cuadrado y multiplicado por dos) están gritando que ellos saben exactamente lo que hacer, que ellos son quienes tienen los datos y que si se les da el timón todo irá perfecto. Cuando las juntas directivas son débiles y no tienen claro dónde quieren ir tienden a ceder la dirección de la empresa al departamento de marketing. Y después de un breve repunte suelen hundirse bastante. Por cierto, que el que pidan más poder ilustra que el marketing no dirige las empresas, como mucha gente parece creer, aunque sí que aspira a ello.
Como de casi todo tenemos un ejemplo perfecto en los clásicos, en Los Simpson: en un episodio la audiencia de Rasca y Pica baja, Krusty el payaso, que es quien emite el programa, no entiende el porqué… y consulta al departamento de marketing, que, como les pasa siempre (lease el párrafo anterior) cuando les llegas pidiendo ayuda se crecen, responden con “nosotros sabemos lo que quiere el público: un perro, rapero y cool”, como la directiva no tiene ideas propias admite esto y lo implementa. Pero fracasa, porque de repente la identidad de la serie se diluye en los tópicos y deja de tener una personalidad, deja de ser un producto diferenciado y característico.
Este problema de exceso de marketing no es ajeno a nuestro sector, sino que, por ejemplo, algunas empresas de formación de entrenadores lo están teniendo.
¿Habéis visto que algunos cursos repiten los mismos ponentes, pero exactos? Pepito y su seminario de olfato, Juanito y su seminario de clicker, Menganito y su seminario de adiestramiento C-E, Zutanito y su seminario de gestión emocional, Jaimito y su seminario de obediencia…
Esto es un problema de exceso de marketing, los organizadores ven que determinados ponentes venden y atraen a alumnos, escuchan al mercado, y montan un curso en el que la parte más publicitada y relevante es la suma de dichos ponentes ¡¡pero esto no genera ningún valor adicional a la empresa más allá de la facturación inmediata!! Más bien diluye su identidad formativa, porque se vuelve indistinguible de la de otras decenas de centros. Lo que se potencia es el valor de marca de los ponentes invitados, no el de la escuela. Puedo recibir exactamente lo mismo en otros centros, así que el año próximo me apuntaré a ver estos ponentes cuando están más cerca de casa o donde sean más baratos, al fin y al cabo la escuela ha funcionado como un contenedor nada más.
El exceso de marketing es pan para hoy y hambre para mañana.
Porque el problema del marketing es que, como el mercado es el mismo para todos, todos los departamentos de marketing de todas las empresas que apuntan a un mismo target dan información igual sobre qué hacer, pues su trabajo es reflejar lo que el mercado dice y el mismo mercado dice, obviamente, lo mismo a todas las empresas. No puede darnos una estrategia completa para competir eficazmente.
Por ello los productos diseñados única o principalmente siguiendo sus dictados serán demasiado similares, con diferencias de forma y no de fondo, diluyendo la experiencia y debilitando la imagen de marca ¿o recuerdas los nombres de esas escuelas? Los departamentos de marketing demasiado poderosos son compatibles con el éxito puntual de ventas de los servicios o productos, pero incompatibles con el triunfo a largo plazo de las marcas (esto es axiomático en branding de alto nivel, salvo que quien hable sea de marketing 😉 , claro). Porque los departamentos de marketing homogeneizan en exceso el producto con el de sus competidores. El perro rapero es igual que otros veinte perros raperos de dibujos coyunturales y aunque atraiga una atención inicial no ayudará en el largo plazo. Y los cursos… pues lo mismo.
Pero las buenas empresas tampoco pueden ser sordas y ciegas a su potencial mercado, porque andarán acertando y fallando al azar, sin saber por qué de repente baja o sube la contratación de un determinado servicio. Saben dónde quieren llegar, pero no pueden ver el camino y así es muy difícil avanzar.
También de esto tenemos ejemplos sobrados en nuestro sector, y mencionaré uno de los más frecuentes.
Ahora mismo parece haberse establecido un lenguaje alternativo dentro de nuestra profesión que ha cambiado por un lado los términos con los que hablamos de nuestra actividad, ya no somos adiestradores, sino educadores, gestores del comportamiento, asesores de convivencia, y por otro aquellos referidos a los sujetos con los que trabajamos, que ya no son perros, sino peludos, compañeros de cuatro patas, amigos caninos…
Sin entrar demasiado en cuándo este lenguaje está causado por un cambio profundo y saludable de visión y cuándo se convierte únicamente en un eufemismo repipi (porque entiendo que adiestrador pueda estar asociado a una determinada visión antigua, pero ¿perro? ¿qué tiene de negativo/superado/mejorable la palabra perro?), lo cierto es que nuestros potenciales clientes buscan en (San) Google principalmente “adiestramiento perros”, si en nuestra página no aparecen nunca dichos términos porque en todos y cada uno de nuestros textos somos “gestores de la convivencia con peludos” sencillamente no apareceremos en las búsquedas y no podremos realizar nuestro trabajo. Si nadie te llama no puedes ser buen (ni mal) profesional.
Este es un caso en el que hay un déficit de marketing: no se ha escuchado lo bastante a nuestro mercado y no sabemos encontrar el camino hasta quienes querrían contratarnos. Camino que pasa por incluir los términos frecuentes de búsqueda en la redacción de nuestros textos, lo que para cualquier persona razonable es una concesión menor y no una renuncia a la identidad (otra cosa son los no razonables, obviously).
El qué, los servicios, el fondo, debe estar determinado por la dirección técnica, el cómo, publicidad, forma de las clases, de la comunicación con los clientes.. debe estar determinado por el marketing. Esa es la fórmula del éxito mantenido.
El éxito comercial llega y se queda cuando tenemos una visión técnica definida y firme sobre qué se debe hacer y somos capaces de conectarla con el mercado sin hacerla su esclava.
Así es como se diseñan servicios inesperados, sorprendentes, que hacen evolucionar al mercado y que pillan con el pie cambiado a la competencia, en lugar de redigestiones repetitivas de lo que más se vende o demanda, y así es cómo se consigue que se enteren de que existen, les resulten atractivos y los contraten aquellas personas a las que van dirigidos.
Y es por el éxito mantenido en el tiempo y basado en comunicar eficazmente las innovaciones -y servicios consecuentes a ellas- que hemos desarrollado por lo que creo que EDUCAN no tiene exceso de marketing, pero tampoco déficit 😉
Otro día hablaré de la publicidad, porque si el marketing es principalmente el órgano que recibe, la publicidad es el que emite, el marketing escucha y la publicidad habla. Y según lo que digamos, así nos irá.
Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
Siempre que hablo con entrenadores que desarrollan técnicas eficaces o que tienen un enfoque de interés sobre el trabajo con perros les digo lo mismo: “Escribe un libro, en el mundo del perro escasea la información estructurada y organizada, además escribir un libro te hará entender mejor lo que haces, hacerlo mejor y que otros puedan aprovechar tu experiencia. Al escribir un libro no puedes hacer trampa y pasar lo poco por mucho o suplir carencias a través de subterfugios.»
Y eso es lo que ha hecho mi amigo porteño Hugo Daniel Victorero, licenciado en psicología con varios posgrados, entre ellos en psicología cognitiva, Entrenador Asociado a EDUCAN y director de la Escuela Canina GUMI de Buenos Aires, escribir un libro que acaba de regalarme durante mi estadía en Argentina, lo que me ha dado una alegría enorme 🙂 🙂
Pero si es solamente un PERRO… (Dunkel 2016) es un libro que tiene, pendiente de leerlo, todas mis simpatías.
En primer lugar por el título, que es genial y desmonta una de las frases hechas más usuales para despreciar tanto a nuestros amigos caninos como nuestro interés por ellos, pero sobre todo por lo ambicioso que es, en un sector editorial que parece preferir los libritos, en el que el raquitismo de temas y de páginas se está convirtiendo en norma, encontrar un libro que aspira a hablar de TODO es muy, muy refrescante.
Y cuando digo todo no exagero: historia y evolución, el cachorro, procesos de aprendizaje preasociativos, asociativos y congnitivos, modificación de conducta, mente, emociones, perros de utilidad (perros de señal, perros guía, perros de servicio, de búsqueda…), incluso primeros auxilios y técnicas de gestión emocional ¡¡para los dueños de los perros!!
Sin duda esta amplitud de temas implica que no puedan verse en profundidad, pero el libro aspira a hacer divulgación antes que a enfocarse en un punto concreto. También es seguro que habrá irregularidades, porque nadie es homogéneo al tratar un abanico tan amplio de asuntos, pero solo por aspirar a tanto el libro es merecedor de mérito.
Ha incluido un capítulo para exponer el enfoque Cognitivo-Emocional, con el extra de gentileza de dejar que sea un texto mío el que lo ilustra (citando la autoría, no como en otros casos 😉 ).
Le agradezco este detalle, así como las cariñosas citas y menciones que hace mi libro Tu perro piensa y te quiere (Dogalia 2015), como al trabajo de EDUCAN en varios puntos del texto.
Hugo es una persona maravillosa que cuenta con todo mi cariño y por ello ni soy, ni deseo ser imparcial al felicitarle y desearle que su Pero si es solamente un PERRO… sea un éxito tan grande como su índice.
Una de las cosas que más me gusta es hablar bien de la competencia de manera argumentada, porque en el mundo del perro existe una mayor tendencia a hablar mal cuando no compartimos sus puntos de vista o cuando no cuentan con nuestras simpatías, algo que no es la mejor manera de analizar el trabajo de nuestros colegas y que lleva a generar actitudes hooliganescas que enrarecen el ambiente y dificultan el análisis correcto de las buenas cosas que hacen los otros y la relación entre todos nosotros.
También, por el lado contrario, existe una costumbre de hablar bien de otras empresas únicamente porque nuestra relación personal con ellas es buena, a cambio de lo cual recibiremos una recomendación recíproca, a veces sin que ninguna de las dos partes sepa realmente cómo trabaja la otra. Esta práctica es mucho más peligrosa que la anterior, pues como consecuencia se crean redes de recomendaciones cruzadas que son profundamente corruptas, pues son fruto de un intercambio de favores y no de una valoración objetiva sobre las calidades de los trabajo. Estas redes suelen ser un recurso asociativo de los mediocres, que buscan con el autobombo y el número alcanzar una visibilidad y presencia que les permita competir con quienes sí son capaces de destacar por su calidad.
Además nuestros comentarios -buenos o malos- suelen ser totalizadores, es decir hablamos de la empresa como un todo homogéneo en lugar de analizar algún aspecto concreto, algo que siempre es injusto, puesto que nadie es (somos) igual de bueno (o malo) en todos los aspectos que debe cubrir una empresa.
Hoy quiero hablar bien de acciones de empresas competidoras de EDUCAN en un aspecto muy concreto: la publicidad, y para ello he establecido los ¡¡Cómo moláis cabrones!! EDUCAN Awards para reconocer y promocionar aquellas acciones publicitarias de nuestros competidores que me han impresionado por su buena calidad.
Y es que la publicidad en el mundo del entrenamiento da grimita en general.
Por una parte está la adopción de algunas empresas de entrenamiento del discurso cazurro, envidioso e impotente de que quien hace buena publicidad será mal profesional, algo que no resiste un análisis lógico: quien hace bien una parte fundamental de su trabajo como empresa será más lógico que haga bien las demás, pues ya está demostrando capacidad y competencia en este primer aspecto. El que ya empieza siendo incompetente debería ser sospechoso de mediocridad en el resto de su desempeño profesional, nunca de excelencia.
A partir de ahí la publicidad de las empresas relacionadas con el entrenamiento canino suele ser (1) repetitiva (todos los cursos parecen ser “imprescindibles”, todos los entrenadores “especialistas”…), de (2) pésima calidad (esos carteles imposibles con más texto que A la busca de tiempo perdido en edición bilingüe, esas fotos recortadas como para que las use un niño de seis años en un collage, esas combinaciones de todos los colores –octarino excluido- que podamos juntar… ) (3) llena de lugares comunes y (4) ñoñería (¿alguien recuerda exactamente cuándo dejó de ser políticamente correcto decir “perro” para hablar de… perros?).
La insuficiencia generalizada de nuestro sector en el aspecto publicitario viene en muchos casos de descuidar nuestra formación global, quien quiere dedicarse a una actividad de manera profesional y autónoma debe ser capaz de gestionar todos los aspectos de la explotación comercial de manera competente, la publicidad es la primera imagen que tendrán muchos potenciales clientes y competidores de nosotros, así que debe ser adecuada.
Por eso he querido dedicar este post a “premiar”, a reconocer, tres acciones publicitarias de empresas competidoras de EDUCAN que me parecen que alcanzan la excelencia, no entro en el buen hacer de estas empresas en ningún otro aspecto, pues no tengo datos suficientes para hacerlo, sin embargo la calidad de su publicidad lleva a suponer que cuidarán muy mucho todo lo que hagan.
He establecido tres categorías: página web, cartelería y audiovisual, tres grandes áreas que dominan la publicidad on-line en nuestro sector, porque todos tenemos página web, todos hacemos carteles de nuestros eventos y quien más y quien menos ha colgado un video o podcast.
Hay que fijarse en lo bueno que hace la competencia mucho más que en lo malo, porque es en lo que hacen mejor que nosotros donde pueden ganarnos y donde hemos de fortalecernos para no dejar que lo hagan. Competir mejorando es divertido y nos convierte a todos en compañeros, en una comunidad, competir descalificando es mezquino, pobre de espíritu, nos divide y nos aísla (por eso he resistido la tentación de hacer también unos premios Golden Rasperry a las peores creaciones publicitarias, pese a lo divertidísimo que sería hacerlos)
PAGINA WEB: Dogtor Animal
¡¡Adoro esta web!! La calidad es fabulosa, no hay ninguna “chapuza”, pero siempre se manteniene amigable y muy cercana, algo que no es tan fácil: muchas veces la calidad “huele” a empresa cara o seria, no sucede así en la web de Dogtor Animal, empresa dedicada a intervenciones asistidas con perros (mi amiga Nela Larrinaga y yo hubiéramos preferido “por” 😉 ) donde sentimos que estamos ante profesionales de máxima calidad, pero cercanos, amigables y accesibles.
Los videos y fotografías son de calidad profesional, la armonía de colores corporativos con el objetivo de la empresa, el eslogan “sonríe” en el botón de inicio y la relación colaborativa que se muestra en todo momento entre los perros y las personas que forman la empresa hace que naveguemos la página con una sensación creciente de complicidad y buen rollo, nunca de “buenismo” o “buenrollismo” baratuno.
La adaptación a móviles es excelente y mantiene la calidad de la experiencia sin perder ninguno de sus atributos corporativos o emocionales, algo meritorio y que hará muy difícil que quien se encuentra como primera experiencia con la página de Dogtor Animal no quede plenamente convencido de su calidad y de su relevancia en el sector.
La página es muy navegable, los contenidos son muy, muy intuitivos de consultar y unos llevan a otros de manera natural y fluida. Es una página en la que te apetece seguir navegando y visitando secciones, consigue una experiencia de usuario óptima en todos los sentidos.
Por todo ello solo puedo decir… ¡¡Cómo moláis cabrones!! y conceder el premio homónimo a esta PA-GI-NA-ZA
CARTELERÍA: El club de la calma, de Kireba:
Cuando una empresa de educación canina tiene los bemoles de hacer un cartel casi sin texto y sin imágenes de perros ya tiene toda mi atención, sé que me encontraré ante algo muy bueno o muy malo.
En este caso estamos ante el que me parece el mejor cartel que he visto este año en nuestro sector con una diferencia abrumadora, en las otras categorías he tenido dudas y había finalistas que bien podrían haber ganado, en esta no.
Cuando trabajaba en publicidad siempre decíamos que lo más difícil es encontrar una empresa que entienda y acepte que la publicidad tiene que ser creativa y provocadora, las empresas son conservadoras y suelen preferir repetir lo que hacen las demás de su sector que arriesgarse. Cuando la empresa no solo no tiene miedo de ponerlo todo patas abajo, sino que esa idea les dibuja una sonrisa en la cara es cuando la publicidad puede desplegarse y mostrar toda su capacidad expresiva.
Y eso es lo que ha sucedido en este cartel, Kireba va a iniciar una actividad de continuidad: unos días a la semana quienes se apunten y acudan realizarán actividades relajantes, generadores de estados emocionales de calma, además de darse pautas de reducción del estrés tanto para realizar en las instalaciones como para después aplicar en casa. Y le han llamado El club de la calma, usando todo el tiempo un paralelismo antagónico con El club de la lucha la película de Fincher (para mí uno de los mejores directores de cine que existen) sobre el libro de Palahniuk (autor que, en este caso, me gusta menos que al resto del mundo).
La imagen del cartel reproduce de manera emocionalmente inversa la del cartel promocional de la película, con una calidad y tratamiento de fotografía excepcionalmente bueno y evidentemente profesional, este cartel debería mostrar a todos que ese amigo/cuñado al que “se le da muy bien el photoshop” nunca es una buena elección para hacer la cartelería de una empresa que quiera destacarse por su calidad.
En la imagen original Pitt y Norton se muestran ceñudos y serios ante un fondo oscuro, en su opuesta Marian y Mikel sonríen ante un fondo claro, cerrando perfectamente la idea de un cartel que no es igual al original sino su simétrico luminoso (mucho poder en el lado luminoso también hay). Incluso el cambiar el color del jabón del fucsia original al verde corporativo de Kireba contribuye a esa imagen de inversión positiva.
Además han aprovechado un corte de la imagen, la del jabón grabado con el título, para la cabecera del evento correspondiente a El club de la calma en su Facebook, algo que muestra inteligencia para rentabilizar al máximo una pieza publicitaria de tanta calidad.
Ante una idea genial que se realiza de manera perfecta solo me queda rumiar entre dientes ¡¡Como moláis cabrones!! 🙂 🙂
AUDIOVISUAL: #PreguntaDOS, de DOS Adiestramiento
DOS Adiestramiento es una empresa muy joven, pero muy dinámica a nivel publicitario, particularmente en lo que respecta al apartado audiovisual.
Claramente han apostado por la producción de videos como herramienta promocional y diferenciadora respecto a sus competidores: tienen videos de presentación de la empresa de calidad profesional, han hecho campañas de concienciación a través de video testimonios…
Pero la acción que me parece diferenciadora y de más calidad es su sección #PreguntaDOS, en la que responden en videos a consultas que les envían a su web y que consideran representativas de situaciones comunes que puedan afectar a muchos particulares en su relación con sus perros.
Aunque no comparto alguna de las propuestas técnicas que se ofrecen como respuesta, como el uso de la extinción en ciertos casos, el planteamiento es muy cuidado y eficaz. El formato de una mano que va escribiendo, dibujando y esquematizando un problema según lo expone y explica la posibles soluciones parecía agotado hace unos años, siendo la mayoría de los videos que ahora lo usan repetitivos, monótonos y menos creativos que el sastre de Jordi Hurtado, por eso me ha sorprendido la reinterpretación que han hecho para esta sección.
Seleccionan las preguntas a través del hasthag #preguntados, lo que es una idea fabulosa para aprovechar este sistema de etiquetado propio de las redes sociales, y, tras una mini-carátula de presentación de la sección, un entrenador de la empresa expone la consulta recibida y sentado ante una pizarra blanca la responde en detalle con un formato de clase sencilla. En la pizarra esta esquematizado el contenido de la consulta y, en ocasiones, de la respuesta, con lo que funciona como apoyo didáctico y convierte cada video en un podcast con técnicas, consejos y recomendaciones prácticas y de utilidad para los visitantes de la página.
Dar información técnica útil de manera gratuita para mostrar nuestra calidad y compromiso es uno de los imperativos de la red que muchos profesionales del sector aún no han asumido. No es una opción, si eres tacaño y no das nada no puedes conseguir que ni internet ni las redes sociales te ayuden a potenciar tu negocio seriamente. Si piensas que “si les digo esto no me van a contratar” estás atrasado no en un siglo, sino en un milenio, abandona YA esa idea y empieza a ofrecer cosas de interés, verás qué cambio. DOS Adiestramiento lo sabe y está haciéndolo más que bien a través de PreguntaDOS
Así que no me queda otra que, felicitarles, repetir de nuevo ¡¡Cómo moláis cabrones!! y lamentar que esto tampoco se me haya ocurrido a mí 😛 😛
Tres acciones publicitarias que es bueno que conozcamos todos los profesionales del sector, porque ver trabajos excelentes ayuda a liberarse de inseguridades, inspira buenas ideas y provoca un deseo saludable de emulación y competitividad.
… A ver si el año que viene hay tanto y tan bueno que tengo que poner un montón de nuevas categorías y finalistas 🙂 🙂
En este post voy a recomendar la comida de NatuKa y debo empezar haciendo una declaración de intereses.
Ni he recibido, ni recibo ningún beneficio económico -ni en dinero ni en especies- por esta recomendación. Muchas empresas que producen alimentación “natural y saludable” han contactado conmigo para promocionar sus productos. Todas me han ofrecido beneficios por hacerlo. Siempre les informé de que probaría la comida y comprobaría la veracidad y ética de su publicidad y, si me convencían estos tres parámetros, la recomendaría sin aceptar compensaciones económicas. Eso sí, de mis criterios en la búsqueda de la calidad y de una publicidad honesta no pensaba moverme.
Hasta hoy nunca había recomendado públicamente ningún tipo de alimentación comercial.
Los lectores deben saber que mi opinión puede estar equivocada, pero no está influida por ninguna “bonificación”, más allá de la alegría que me produce recomendar la que, en mi opinión, es la mejor comida preparada (y digo «preparada» para referirme a que está lista para usar con solo dejar que se descongele, porque es alimentación cruda) para perros y gatos que puede comprarse en Europa, y probablemente en el mundo (siempre quise usar el discurso de Anton Ego para decir algo así 🙂 ).
Os voy a contar la historia de cómo Carla y Germán han conseguido cambiar para siempre la alimentación comercial. La historia de NatuKa.
El día 15 de Abril de 2013 me llegó un email con el asunto Opinión proyecto. Lo enviaba una alumna de EDUCAN, Carla Gómez. Estaba pensando en importar piensos ecológicos de Alemania.
Germán, la pareja de Carla y Ricardo, su suegro, estaban muy implicados en la agricultura y ganadería ecológica y les había espantado (con razón) lo que dábamos de comer a los perros. Creían que era una buena idea montar una empresa que permitiera a los que compartiesen estas inquietudes acceder a una alimentación ecológica y natural para sus perros.
Carla sabía que hace un par de años estudié la calidad de diferentes propuestas de alimentación “de gama alta” en Europa, aunque entonces decidí no publicar mis impresiones. Le expuse a Carla los resultados y mi decepción con el panorama, indicándoles que, en mi opinión había productos buenos, pero ninguno óptimo.
Pero no les convencí. Germán se había criado con esta filosofía de alimentación y de vida y es muuuuy cabezón. Dedicaron varios meses a estudiar todas las opciones de comidas preparadas que había en el mercado. Me gusta que no querían revolucionar, ni inventar nada: solo encontrar un producto ecológico, natural y saludable. El mundo es grande, así que debía haber algo así.
Durante este proceso mantuvimos activamente el contacto y colaboré en lo que pude. Aunque creía que se habían marcado un objetivo imposible Carla y Germán son de los buenos. Y hay que apoyar a los buenos, porque es más importante elegir bando que ganar 😉
En Octubre de 2013 empezaron interesarse por la alimentación que se conoce como BARF (acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food). Les pareció la mejor opción posible.
¡Pues claro! Pero todo el mundo sabe que no es viable a nivel comercial. Y menos con ingredientes ecológicos, si se pudiera alguien lo habría hecho.
¿Os he dicho lo cabezón que es Germán? Recurrió a todos los contactos de su padre, Ricardo, que ha ayudado a poner en marcha y hacer viables muchísimos proyectos de agricultura y ganadería ecológica.
Bueno, cuanto más se informasen antes asumirían la imposibilidad de comercializar una alimentación natural, ecológica y óptima. Yo me había dado cuenta. Y me considero un chico listo.
En Enero de 2014 tenían un plan de viabilidad para preparar y comercializar comida ecológica.
En Febrero de 2014 tenían una nave equipada para producir y congelar alimentación BARF ecológica. También me tenían muy impresionado.
A finales de nuestro curso avanzado, Marzo de 2014, nos trajeron las primeras muestras de NatuKa, que aún no tenía nombre (esta primera remesa de no-name-NatuKa es la única que no he pagado).
Yo aun estaba escéptico, había visto y probado todos los intentos de “alimentación natural” y, a mi entender, presentaban limitaciones. Creía sinceramente que Carla y Germán lo mejorarían, una diferencia de grado. Sin duda sería lo mejor que hubiera, pero no alcanzarían su objetivo inicial: no llegarían a la luna, pero tocarían las estrellas.
Pero no habían conseguido una diferencia de grado.
Habían creado una nueva categoría.
Para que os hagáis una idea, si un pienso barato es un Lada y uno normal un Renault, podríamos decir que las mejores opciones de alimentación natural son un Mercedes o un Audi, algunas incluso podrían ser un Ferrari.
NatuKa es el Halcón Milenario.
Me entusiasmé, les dije que lo comercializaran, que sería un exitazo. Pues no, no creían que fuera correcto hasta probarlo un tiempo mínimo, ajustarlo perfectamente y comprobar su capacidad para mantener la calidad durante una producción prolongada. También tenían que asegurar una distribución que garantizase la cadena de frío, puesto que es un alimento fresco y crudo que se sirve congelado. Me estaban dando lecciones de capitalismo ético unos mocosos de veinte años. Qué bien. 🙂 🙂 🙂
Han dedicado catorce meses en el que solo los amigos y conocidos hemos sido clientes de NatuKa para que hoy se inicie la venta al público ¿Quién es capaz de aguantar más de un año solo con gastos para que el producto sea perfecto?
No quiero incluir en este post demasiadas explicaciones técnicas ni descripciones, porque en la web de NatuKa hay una amplia sección explicando casi todas las dudas al respecto, pero sí decir que una alimentación Barf ecológica y libre de cereales aporta, a mi entender, tres beneficios fundamentales.
La salud: el modelo “normalizado” de alimentación es potenciadora, en perros y personas, de múltiples desajustes hormonales, alergias e intolerancias entre otros problemas. Evitar plaguicidas, aditivos, hormonas y otros elementos con efectos potencialmente perniciosos es importante. También disminuir el nivel de procesamiento de los alimentos es algo necesario, nadie se alimentaría de harinas, purés o batidos durante demasiado tiempo (por no decir que estas preparaciones hacen imposible “ver” de qué están hechos en realidad, la legislación permite llamar “carne” a cosas sorprendentes). Pero eso es lo que hay en el mercado.
La sostenibilidad: los modelos de explotación agrícola y ganadera rapaces y abusivos son el reflejo de la enfermedad más grave del mercado: la rapiña cortoplacista a la que únicamente le importa facturar lo máximo en el momento sin importar las consecuencias. Esto ha creado un tipo de empresarios que quemarían su propia alma si pudieran vender las cenizas.
La calidad de vida de los animales usados para alimentación: no quiero entrar demasiado en temas éticos sobre este punto, tan complejo. Pero todos quienes nos sentimos compañeros y amigos de los animales estaremos de acuerdo en que lo mínimo –minimísimo- es garantizar el bienestar de aquellos criados para su consumo. La ganadería ecológica es la única que aporta calidad de vida suficiente. Entiendo que esto pueda ser secundario para otros, para mí es muy relevante y quería al menos mencionarlo.
Además hay varias ideas brillantes en NatuKa, como sus propuestas de recetas o el uso de las verduras –también ecológicas- que, al estar batidas no son dejadas a un lado por el perro y, además, hace que nos llegue una aroma vegetal, fresco y agradable al abrir los paquetes (particularmente las que contienen pimiento rojo). Tengo muchos amig@s que dan carne a sus perros y/o gatos, pero ellos no la consumen en sus dietas e incluso encuentran desagradable su olor, esta opción es perfecta para ell@s.
La variedad de opciones es muy grande y permite cubrir casi todas las problemáticas de alimentación normales. Yo alterno los menús de pollo, vaca y pollo y vaca, uno por la mañana y otro por la noche. Pero Gastón, uno de mis malinois, adelgaza con facilidad, así que a veces le añado a su menú un taco de grasa de pavo o pollo. Cata, mi otra malinois, sin embargo tiene tendencia a engordar y divido un solo menú para las dos tomas pero lo complemento con tacos de ternera, que más magro imposible. Pongo unas foticos para estrenar nuevas utilidades del blog 🙂
Me alegra poder ayudarles hablando bien de NatuKa. Me encanta escribir cosas buenas de otros, creo que la sinergia y el apoyo a las empresas que no solo tienen un producto excelente, sino un compromiso ético firme, es necesario para un capitalismo sostenible y sano. Hay que dejar de entender los beneficios como algo exclusivamente económico, si algo es realmente bueno al recomendarlo ganamos todos.
«La búsqueda de la felicidad» no es solo un eslogan, es la filosofía que construye a NatuKa.
Mi amiga María Daniela Balduzzi, que lidera el Big Team Argentina dedicado a la terapia y las actividades asistidas por perros, me ha animado a escribir este post, sobre lo que ambos creemos que son problemas extendidos en el área de la Terapia Asistida por Perros (TAP).
En nuestras conversaciones privadas ambos coincidimos en que existen prácticas negligentes que se han vuelto tan habituales en la TAP que se llegan a considerar normales y correctas. María Daniela me animó a escribir este post exponiéndolas, defendiendo la necesidad de que estos problemas se conozcan, pues muchas veces quienes se inician en este área no están sobre aviso y llegan a adoptarlas de buena fe.
La causa primera de muchos de estos problemas son determinados modelos formativos que afectan a la forma de realizar TAP de quienes aprenden con ellos.
En muchos países, entre ellos España y, según me dice María Daniela, Argentina, se ha generalizado en la formación de los futuros Técnicos de Terapia Asistido por Perros (TTAP) un modelo de trabajo en el que se asocia una discapacidad, patología o problemática con unos objetivos de mejora comunes a dicha discapacidad, patología o problemática («esto» es lo que se hace con ancianos, «esto» es lo que se hace con menores en situación de exclusión social…)
Este modelo no solo es equivocado, sino que potencia fuertemente la discriminación que implica evaluar y clasificar a quienes reciben la terapia por su discapacidad, patología o problemática y no por sus necesidades y circunstancias individuales y únicas. Etiquetar a las personas de esta manera es un fortísimo generador de discriminación, paternalismo y otras consecuencias igualmente severas para los potenciales beneficiarios de la terapia. Por ello lo consideramos no solo un enfoque equivocado sino peligroso.
Además es un modelo que potencia que los TTAP “suplanten” a los terapeutas especialistas (psicólogos, fisioterapeutas, neuropediatras…) en la dirección de la terapia, causando que muchas de sus acciones supuestamente terapéuticas no lo sean realmente: en primer lugar no se evalúa objetivamente su eficacia, con lo que no se puede saber si existe mejoría, algunas de estas actuaciones podrían resultar problemáticas, ya sea durante su realización, ya sea al finalizarlas por los problemas emocionales que puedan darse en los sujetos de terapia y que no se han previsto (¿en cuántos casos se implementan las necesarias sesiones de finalización que preparan emocionalmente a los sujetos de terapia para terminar el proceso y dejar de ver a sus amigos caninos?).
Por esto siempre hemos defendido un modelo formativo muy diferente, que se basa en las áreas de mejora potenciales de cada persona, permitiendo individualizar el proceso y dejando el protagonismo técnico, la dirección y la evaluación de la terapia al especialista y no al TTAP. Puedes conocer más sobre nuestro modelo formativo pinchando aquí.
Pero el modelo de trabajo que proponemos choca con varios escollos, más relacionados con las tres Ps: Pereza, Poder y Pasta (en Argentina la tercera sería Plata) del entrenamiento de animales, que con aspectos técnicos.
En primer lugar muchas personas, al formarse y después al trabajar como TTAP, prefieren un modelo tranquilizador que les aporte fórmulas de trabajo generales a las que acogerse. Individualizar el diseño de cada terapia, coordinarse (y subordinarse) con el especialista y evaluar objetivamente los resultados sobre el papel resultan cosas sencillas, pero en la práctica profesional exigen mucho más trabajo que repetir sesiones tipo por colectivos, trabajar a nuestro aire o apelar al “buenismo” autocomplaciente para validar los resultados únicamente con frases como “su sonrisa es mi evaluación”. Esto tiene que ver con la pereza.
En segundo lugar muchas entidades dedicadas a la TAP están formadas única o principalmente por especialistas caninos, que prefieren mantener un mayor rol directivo en su trabajo, para así funcionar de la manera más autónoma y con el mayor control de la terapia que sea posible. Es normal, pues algunas de estas entidades llegan a ser muy grandes y no les gusta depender de especialistas ajenos, que además pudieran dar una valoración negativa de su trabajo en alguna ocasión. Esto tiene que ver con el poder.
Por último la TAP es un negocio rentable y muchas entidades tienen intereses económicos notables, dependiendo sus beneficios e incluso su supervivencia de mantener un trabajo fácil de realizar y de delegar, a veces tan sencillo que puedan llevarlo a cabo por completo alumnos en formación. Esto tiene que ver con la pasta/plata.
Aunque debe asumirse que la terapia ha ser rentable para resultar una actividad viable, esta rentabilidad no puede basarse en un modelo que dependa (1) de la discriminación de los sujetos de terapia reduciéndolos, igualándolos, a su discapacidad, patología o problemática, (2) de trabajadores de baja cualificación y escasamente remunerados y (3) de la evaluación propia, autocomplaciente y siempre positiva, de los resultados.
Finalmente los actores principales no somos nosotros, ni los perros, sino individuos diferenciados que confían en un protocolo terapéutico y cuya potencial mejora está comprometida. No basta con que la terapia no haga daño, debe exigírsenos a quienes estamos implicados una continua y rigurosa evaluación de que estamos consiguiendo todo lo posible en el tiempo y con los medios de los que disponemos, pues finalmente este tiempo y estos medios están dejando de invertirse de otros modos en la mejora de los sujetos de terapia. No basta con hacer algo, si no hacemos más que otras acciones que requieran medios y tiempo equivalentes estamos «robando» a los sujetos de terapia su mejora potencial. La visión de la TAP como canal de autorrealización del TTAP debe acabarse y debemos verla como la herramienta terapéutica que es, que debe ser. La felicidad y realización de quienes disfrutamos con esto ha de ser una consecuencia del trabajo y no su objetivo.
Aunque, por supuesto, esto es mi opinión y tiendo a ser algo severo en este tema, puesto que creo que se ha generalizado un discurso «buenista» que tapa muchas carencias, actuaciones deficientes y una cierta pereza para analizar en profundidad y con consistencia lo que realmente aporta la TAP a quienes la reciben.
Compromiso y evaluación de resultados objetivos y fiables, diseño del trabajo técnico, personalizado y dirigido por un especialista en el área. Y todo el corazón para llevarlo a cabo, no para sustituir las premisas técnicas.
En estos días me están llegando muchas felicitaciones por nuestra campaña en Facebook de promoción de la salida de mi nuevo libro y de la Edición Especial “Tu perro piensa y te quiere” de nuestro curso intensivo de entrenadores en este próximo mes de Julio.
Lo cierto es que la campaña está haciendo bien su trabajo: las solicitudes de información para apuntarse en nuestro curso han aumentado en casi un treinta por ciento y tenemos un notable desbordamiento de gente que desea acudir a la presentación de Tu perro piensa y te quiere. Entrenar perros no es como te lo habían contado. También mi editor confirma que la página de mi libro es la más visitada de todas las de la editorial.
En repetidas ocasiones he comentado que no se puede ser un buen empresario sin asumir el compromiso de hacer una publicidad de calidad, en mi opinión quienes reniegan de la publicidad muestran un grado de amateurismo que los hace poco aptos y sospechosos como elección profesional.
Sin embargo, un buen y querido amigo me escribió para felicitarme e incluyó en su mensaje la frase tópica “podrías vender arena en el desierto”. Y la verdad es que no creo que pudiera, porque el trasfondo de la expresión implica que uno será tanto mejor vendedor en tanto que sea capaz de vender algo sin valor, innecesario para el comprador y que es abundante y gratuito. Esto choca con mi idea sobre cómo hacer publicidad e incluso con mis principios sobre cómo debe actuar una empresa, y me da pie a escribir este post explicando qué cosas creo que es conveniente hacer en una campaña en Facebook y qué otras cosas opino que se salen del equivalente publicitario de las reglas del Marqués de Queensbury. Voy a dar cuatro sencillas normas usando como ejemplo esta campaña de EDUCAN.
Lo primero de lo que tienes que asegurarte es de que el servicio o producto que ofreces tiene entidad suficiente y adecuada para el tipo de promoción que harás. Muchas veces la gente hace campañas llenas de superlativos para servicios o productos que no se diferencian demasiado de los demás del mercado o incluso de otros ofrecidos por la misma empresa, esto al final hace que terminemos ignorándolos. El primer secreto es que, si estás en el desierto, debes dedicar la mayoría de tu tiempo a encontrar agua para asegurarte de que tendrás algo para vender que es valioso y que refrescará y volverá mas saludables a quienes te lo compren. Con un producto así la publicidad se vuelve más sencilla.
En este caso tenemos un libro en el que hemos analizado más de tres mil referencias bibliográficas, la práctica totalidad de todo lo que se ha publicado en revistas científicas sobre comportamiento canino en los últimos diez años, además de muchos de los textos “clásicos” sobre comportamiento. Buscábamos ofrecer una perspectiva absolutamente actual de lo que la ciencia conoce sobre cómo aprenden y se relacionan los perros, interpretado desde la óptica de su aprovechamiento para entrenarlos y mejorar su comportamiento y convivencia. Tanto es así que justo antes de enviar el libro al editor Noemí, mi documentalista, y yo dedicamos otros tres meses a actualizar la referencias y ajustar mis textos y conclusiones para ser concordantes con los datos científicos obtenidos hasta Diciembre de 2013. Además se han incluido más de setecientas referencias bibliográficas, casi todas con su DOI (que a veces buscarlos es un trabajo de chinos), el código que permite encontrar el artículo en la red.
También esta edición del curso de entrenador lleva un trabajo ímprobo, cambiar el temario, que quienes habéis sido alumnos sabéis que está muy estructurado, es algo que requiere muchas horas. Además yo impartiré casi todo el contenido novedoso, lo que puede tener el atractivo de conocer estas propuestas directamente de mano de su autor.
Por último el acto de presentación del libro, este tiene un carácter más festivo, la salida del libro es un momento muy emocionante para mí, y quería compartirlo con todos aquellos a quienes pudiera emocionar también: unos porque desean leerlo, otros porque sienten afecto hacia EDUCAN o hacia quienes lo formamos y les hacen un poquito felices las cosas que nos ilusionan. De este evento hago publicidad por dos motivos, primero para que todas esas personas que se alegran de la salida del libro tengan un momento y un lugar (aunque sea virtual) para celebrarlo juntas y con nosotros, además de condiciones mejoradas para conseguirlo, y después porque yo con estas cosas siempre pienso “anda que si lo montas y luego no viene ni el tato 🙁 ”. En todo caso ya hemos tenido que desechar el primer sitio elegido para el evento en el que “sólo” cabían sesenta personas, porque nosotros pensamos en unas cuarenta inicialmente, pero esa idea ya pasó, dos veces. Y creo que el comité de festejos (me siento un poco Bree Van de Kamp al tener un comité de festejos) está trabajando mucho y bien para que os divirtáis de lo lindo.
La segunda norma es que la campaña tiene que ser proporcionada a lo promocionado, en tamaño y características. Nuestros cursos normales son excelentes, pero no sería justo hacer campañas como esta para promocionarlos, puesto que se realizan varias veces a lo largo del año y sería tramposo destacar su excepcionalidad. Las campañas usuales de estos cursos se centran en su calidad, que es el argumento adecuado. Eso hace que la gente no se anestesie ante la palabra “novedad” o el concepto de OCASIÓN ÚNICA. En Facebook se promocionan muchos eventos, tenemos que dar la seguridad a la gente que si pincha en el nuestro se va a encontrar algo concordante a lo publicitado.
Esto está relacionado con otro punto básico de la publicidad en Facebook: la tercera norma es tener argumentos y no solo adjetivos, Facebook está lleno de publicidades en las que se dice que algo es “imprescindible”, “extraordinario”, “necesario” y toda suerte de “cómo me molo”. Si ponemos adjetivos debemos tener y exponer un argumento consistente para justificar el uso de cada uno de ellos, por ejemplo: la convocatoria del curso de la que estamos haciendo campaña es «extraordinaria» porque decidimos que fuese una Edición Especial, para esto diseñé dos talleres que únicamente se impartirán en esta convocatoria: uno, más técnico, para hablar sobre los contenidos del libro no incluidos en el curso y otro, más terrenal, para “desvelar” algunas de las maneras que creo que son éticas y eficaces para convencer al cliente de que nos contrate en lugar de preferir a la competencia.
Usar adjetivos sin aportar argumentos que dejen clara su validez, aparte de mostrar un saludable desarrollo del ego, no dice nada. Bueno sí, pero nada bueno. Cuando alguien llena su publicidad de epítetos sobre sí mismo la gente aprende rapidísimamente a ignorarlo.
La cuarta norma es hacerse viral sin resultar invasivo, muchos colegas me dicen que nosotros hacemos más publicidad que ellos en las redes sociales. Y esto suele ser cierto y falso a la vez. Cierto porque la presencia de nuestros eventos en las redes es mayor que la de otros y falso porque esa presencia no es fruto de enviar reiteradamente invitaciones a toda nuestra cartera de amigos. Muy poca gente de entre mis amigos habrá recibido nunca una invitación mía para promocionar un evento de EDUCAN, excepto cuando lo han pedido expresamente, por importante que este sea para nosotros. Sin embargo de algunos eventos de colegas a los que nunca he visto la cara yo he llegado a recibir más de cuatro invitaciones según se acerca la fecha. Esto no solo es ineficaz, sino contraeficaz: cuando hacemos publicidad desproporcionada o nos deshacemos en halagos sobre nosotros mismos la gente aprende a ignorarnos, cuando somos invasivos empezamos a molestar y es muy fácil que la gente pulse el botón de “ocultar” cerrándonos las posibilidades de comunicarles nada más.
Tampoco debemos colgar nuestros eventos de los muros de nuestros amigos o grupos de amigos, salvo que ellos nos lo ofrezcan. Incluso pedirlo es abusivo. La búsqueda de presencia en la red social debe hacerse a través de la viralidad honesta: que quienes reciben nuestra publicidad la compartan y difundan voluntaria y activamente. Y para eso sólo puedes hacer dos cosas: cumplir los tres puntos anteriores y bonificar la difusión, para esto último hemos convocado un concurso, que está resultando muy eficaz, pues hemos aumentado en casi dos mil quinientos los seguidores de EDUCAN en Facebook. Pero no puedes plantearte un concurso con premios cutres y baratos. Tienen que ser valiosos: el valor aproximado de los premios que nosotros hemos puesto está cerca de los tres mil euros, y además hemos dado la posibilidad a quienes están fuera de España de conseguir gratis y dedicado el libro, algo ventajoso porque el precio de los portes a muchos países es lo que lleva a la gente de allí a desistir de hacerse con la edición en papel. Y espero que enviarlos dedicados por mí ayude más que moleste, aunque con eso de pintarrajearle los libros a otros nunca me quedo tranquilo del todo.
Así pues los «secretos» para el triunfo de una campaña son tener un buen producto, exponer sus cualidades en una campaña proporcional al producto y hacerse viral de manera honesta. Yo intento emocionar con la publicidad, la adorno, pero también la argumento en cada punto, ni miento ni me limito a una serie de adjetivos que se resumirían en un “porque yo lo valgo”. Y nunca abraso a invitaciones a mis amigos, ni abuso de su paciencia invadiendo su espacio y aburriéndoles a partes iguales.
Siempre he reconocido públicamente la posición relevante de Bocalán como entidad formativa, pero nunca había entrado a valorar técnicamente las cosas que hacen. Es normal, por cortesía profesional no me parecía correcto. Además ellos basan su trabajo en ABA, una forma de estudiar el comportamiento e intervenir sobre él radicalmente conductista, completamente diferente al nuestro. Como argumento en detalle en mi nuevo libro.
Pero esta mañana tengo la ocasión de decir abiertamente que un texto de Bocalán, al menos en su mayor parte, me parece impecable, perfecto: es claro, es sensible con las necesidades de la gente y está redactado con estilo. Por desgracia, tengo que hacer notar que dicho texto es un plagio de uno mío escrito en el año dos mil doce y que aún está colgado en nuestra web de Madrid.
Ahora en serio, unas amigas han recibido el siguiente texto desde Bocalán Argentina al solicitar información sobre sus cursos allá, y me lo han enviado, señalando en negrita una parte que redacté yo cuando iniciamos la financiación de nuestros cursos. Al copiarlo aquí he ocultado o cortado aquella información que no nos corresponde exponer públicamente, como fechas o costos:
«Estimada, gracias por contactarse con Bocalán Argentina.
Adjuntamos la información que tenemos al momento.
El cronograma no está definido, el curso de Asistencia
inicia el XX de Agosto y finaliza en XXX, y el de Taa
inicia el XXX y finaliza en XXXX; pudiéndose presentar
cambios en la agenda que serán avisados con la mayor antelación
posible.
Se cursará CASI todos los XXXXXXX, XXXXXX XXXX
días completos ( XXXXXXXXXX), y a su vez hay posibilidad de prácticas
en días XXXXXx a definir.
El profesorado está formado por profesionales expertos en el
área a nivel internacional, también contamos con ponentes
argentinos.
Estamos en un momento económicamente difícil en Argentina, lo que
con frecuencia lleva a que sólo quienes tienen una situación
económica privilegiada puedan permitirse estudiar lo que les gusta
en los mejores centros formativos.
Creemos que la posibilidad de decidir lo que deseamos hacer
en nuestra vida es un derecho, el de tener acceso a una
profesión
que nos brinde satisfacción y un desarrollo personal pleno.
No queremos que nadie renuncie a estudiar con nosotros porque
le suponga un coste inasumible, por eso podemos ofrecerle las
siguientes formas de pago:
La inversión en el curso es de XXXXX
-XXX
-XXXXXXXXXX
– XXXXXXXX
XXXXXXXXX XXXXXXXXXX.
XXXXXXXX.
XXXXXXXXXXXUn saludo, cualquier consulta a disposición.
Máxima Soto-Administración.-«
Y aquí el enlace a mi texto, afortunadamente para mí muy divulgado, pues lo redacté cuando iniciamos un plan de financiación en Marzo del 2012.
¡Mis amigas querían iniciar una auténtica guerra! Querían compartir los textos en Facebook, hacer campañas acusatorias. Me alegro de tener gente que quiere a EDUCAN así y siente como propias estas cosas ¡es emocionante y os lo agradezco!. Pero les he dicho que fuera de la guerra dialéctica que tenemos Teo y yo sobre ABA versus enfoque cognitivo-emocional, que es una pelea dura pero deportiva (con el libro creo que marcaré un sanbon), no soy muy de este tipo de enfrentamientos.
Así que he hablado con Teo, que no sabía que sus compañeros de Argentina habían usado este texto de origen «cognitivo-emocional» 😉 y me ha pedido disculpas, asegurándome que lo retirarán.
En todo caso entiéndase este post como una forma de promover la creatividad publicitaria por parte de nuestros colegas y competidores de Bocalán en Argentina, más que de ninguna otra forma. Al fin y al cabo, plagiar algo es la forma más sincera de reconocer su calidad ;). Tienen todo mi agradecimiento como autor por considerar mi texto lo suficientemente bueno como para usarlo para potenciar la contratación de sus cursos. 🙂 🙂 ¡También nosotros lo deseamos usar en nuestra nueva página!
Por mi parte está todo solucionado y no considero gravísimo de la muerte este suceso, Bocalán es una gran entidad, aunque sigan pensando (en pleno 2014) que el ABA es la mejor base para intervenir y mejorar el comportamiento canino. He pedido a mis amigas que no hagan ninguna difusión de este suceso ni lo usen para desacreditar a nuestros competidores a cambio de escribir este post, os rogaría a todos los demás que hayáis recibido esta información y os sintáis tentados a usarla de ese modo que consideréis este post como desagravio suficiente y no deis caña con esto, que finalmente es un tema menor. Desde EDUCAN no nos sentimos cómodos con que se ataque a Bocalán por nuestra causa, os ruego que respetéis este enfoque y nuestra forma de solucionar el problema y la deis por válida.
Aunque ahora pienso que esto es una trampa para convencerme de que me pase al ABA: Teo, como Eduardo Polín, quiere que discutamos sobre conceptos tomando cervezas, y claro, esas ya son muchas cervezas para que yo esté lúcido y para discutir con ellos ¡¡necesito toda mi cognición!! 😉 Además, si no quedamos pronto, al final no van a resultar contingentes, leche 🙂 🙂
Un abrazo a tod@s, incluyendo Bocalanitas.
El epicentro de las novedades: Libro nuevo ¡por fin!
Muchos sabéis que llevo bastante tiempo trabajando en un libro, algunos (yo entre ellos) empezabais a pensar que nunca saldría. Pues bien, en Junio ya estará disponible 🙂 :).
El libro, publicado por Dogalia, se titula Tu perro piensa y te quiere. Entrenar perros no es como te lo habían contado, es “gordito” porque mi objetivo ha sido aprovechar la totalidad de conocimientos científicos que existen a día de hoy sobre el comportamiento, las capacidades cognitivas y las capacidades sociales de los perros que pueden ser convertidos en herramientas prácticas para comprenderlos, darles una vida plena y feliz y, por supuesto, para entrenarlos.
Creo sinceramente que este libro aporta una manera de entender al perro, su relación con nosotros y el adiestramiento desde una óptica ecológica, evolutiva y del desarrollo (eco-evo-deco) totalmente innovadora. De hecho, si alguien lo lee y no encuentra ningún conocimiento o forma de trabajo que sean completamente novedosos para él me comprometo personalmente a devolverle el dinero gastado en su compra.
Con las propuestas del texto podremos analizar e intervenir sobre el comportamiento del perro de manera holística, no sólo mejorando sus conductas observables, sino también su estado emocional y su relación social con perros y personas. Un trabajo más allá del corto plazo, porque en el fondo la conducta observable es un síntoma de procesos más profundos e importantes.
Os informo también, aunque de momento muy brevemente, que haremos un acto de presentación del libro el sábado 28 de Junio por la tarde, a una hora que permita a nuestros amigos de Hispanoamérica unirse a la fiesta por streaming sin trasnochar. Además será más que interesante venir a la presentación porque todos los asistentes, presenciales y on-line, van a recibir regalos y beneficios por acompañarnos. Si no estás después no te quejes. Pero esto ya lo explicaré la próxima semana.
Cambios en los cursos de EDUCAN
Obviamente este importante cambio conceptual se traduce en cambios en la formación que impartimos, sobre todo en el curso de Adiestrador Profesional y Técnico en Modificación del Comportamiento en sus dos niveles.
Pero antes de que nuestros antiguos alumnos se asusten demasiado voy a explicar qué cambia mucho y qué cambia menos.
La base teórica del curso y la modificación del comportamiento son lo que más se renueva, pues adoptamos un innovador enfoque para analizar el comportamiento y una propuesta completamente nueva para intervenir sobre él.
Cambia menos el protocolo de entrenamiento, puesto que el nuevo se desarrolló de manera simultánea a la escritura del libro y hace unos años ya cambiamos los cursos hacia el modelo actual, previendo (con razón) que la publicación del libro se demoraría. De cualquier manera, si eres un adiestrador cognitivo, es muy sencillo que sepas si los protocolos que has aprendido son los nuevos o los antiguos:
- Los protocolos antiguos son los que salen en mi anterior libro, el trabajo se divide en tres etapas: aprendizaje, obediencia y ajuste. El protagonismo está en la fase de escalón, si usas el término fase de escalón es muy probable que te formases antes de los cambios. En este caso la manera de entrenar que proponemos ahora es completamente novedosa para ti.
- En los protocolos nuevos hay también tres etapas, pero son: vinculación y comunicación, enseñanza/moldeado de conducta y trabajo con la conducta aprendida. Si te has formado en el modelo nuevo habrás estudiado en detalle las estructuras de adiestramiento, que no aparecían en el anterior protocolo. En este caso sólo encontraras cambios menores en la forma de entrenar.
De cualquier modo, todos aquellos de nuestros alumnos que quieran renovarse con los nuevos conocimientos tendrán un 50% de descuento en los cursos que ya hubieran realizado, aunque en cada convocatoria habrá un número limitado de plazas para antiguos alumnos, evitando que estas facilidades para actualizarse lleguen a hacer algún curso económicamente inviable para EDUCAN :(.
Los primeros cursos que incluyen todos los cambios son los intensivos de Julio de 2014, además como siempre hago con los cambios de temario, y este es de los cambios más gordos de nuestra historia, yo personalmente impartiré el grueso de las clases nuevas no solo en el nivel avanzado sino también en el primer nivel, un curso en el que no doy clase habitualmente. Así que si hacer nuestro curso conmigo como profesor principal tiene algún interés para alguien (que lo mismo sí) puede aprovechar y apuntarse al de Julio, que será el único que imparta personalmente… en España.
EDUCAN en Hispanoamérica
Porque también impartiré personalmente las primeras convocatorias de nuestros cursos de Adiestrador Profesional y Técnico en Modificación de Conducta en Argentina, en Buenos Aires, y en Chile, en Santiago de Chile.
Desde hace muchos años tenemos propuestas para llevar EDUCAN a varios países de Hispanoamérica, no queríamos hacerlo hasta tener completados estos nuevos protocolos y publicado el libro. Somos la empresa de entrenamiento y formación más grande de Europa y no queríamos entrar a medio gas en un nuevo continente, teníamos que aseguramos de ofrecer un conocimiento completamente actualizado, novedoso y homogéneo a nivel de contenidos y didáctica respecto al que impartimos en España. Esto no es fácil, cuesta mucho tiempo y esfuerzo. Pero ahora estamos listos.
Posteriormente os informaré de los detalles de nuestros cursos allá, la formación de mayor calidad, con la escuela de la que han salido los mejores adiestradores. De momento me limito a deciros que están previstos para Enero de 2015 en Buenos Aires y para Marzo del mismo año en Santiago de Chile. Y los alumnos van a tener la posibilidad de hacer más que aprender con EDUCAN ;).
En fin, que no me podréis decir que es un post sin novedades.
Hace poco intercambiaba mensajes públicos en mi Facebook con Teo Mariscal, el CEO de Bocalán. Hablamos, entre otras cosas, de cómo el buen hacer de ambos había llevado a que EDUCAN y Bocalán fueran las dos entidades más relevantes en la formación de profesionales del mundo canino. El Face es lo que tiene: que te pones tierno, permite llegar a la exaltación de la amistad con un ahorro considerable de tiempo (y de alcohol, pero esto segundo no sé si es una ventaja).
Es evidente que EDUCAN y Bocalán son las dos escuelas de referencia en nuestro país, las más grandes y antiguas. Esto, en el panorama actual, donde han surgido muchas ofertas formativas dudosas, mucha fórmula de “galleta de la fortuna” (el copyleft es de mi amiga Mercedes Iacovello, que es lo más) y mucha picaresca homologadora, podría hacer pensar que consideramos (Teo y yo), que nuestras empresas son las últimas islas de calidad y seriedad en un océano tempestuoso de abusos y mala praxis. Esto no es cierto (aunque un poco, un poquito, un poquitito, durante un breve momento, un momentito, un momentitito, lo mismo se nos ha pasado por la cabeza).
Como Teo se ha ido a Marruecos a subir una montaña (:O) no puedo hablar por él (por supuesto he intentado pagar a los sherpas para que le corten las cuerdas cuando este bien alto y así quitarme de en medio a la competencia más dura y difícil de EDUCAN, pero resulta que en Africa no hay sherpas, así que es muy probable que vuelva), pero yo personalmente no creo que puede haber otras ofertas formativas excelentes, sé que las hay.
Siempre ha sido vocación de EDUCAN potenciar la calidad, aunque sea la de la competencia, porque eso nos hará esforzarnos y ayudará a la mejora de la oferta para quienes deseen formarse como adiestradores.
Pero todo lo anterior no serían más que hermosas palabras, un brindis al sol para hacer ver lo enrrolladísimo que soy, si no las acompañase de una lista de cursos y seminarios de la competencia que me parecen excelentes. Una lista que no puede ser un «ráscame tú, que ahora te rasco yo», algo muy usual en este momento y que consiste en que la gente sólo recomienda a quien le contrata y/o solo contrata a quien le recomienda, ni tampoco un «mis amiguitos molan y son los mejores aunque no he visto nunca cómo lo hacen». La ética choni (término gentileza de mi adorada Castroverde) no es la que le hubiéramos enseñado a Nicómaco. Se verá que la promoción de todos los cursos y empresas que hago aquí nada tiene que ver con eso.
En primer lugar quiero mencionar el seminario de Mantrailing con Kevin Kocher, organizado en BCN por Ernest Belchi. Este seminario me parece un lujo, Ernest y yo hemos mantenido mucho contacto durante su organización, Ernest incluso tuvo la gentileza de proponerme la inclusión del logotipo de EDUCAN en el cartel de promoción del evento. Me parece una gran ocasión, por desgracia hemos tenido un problema de fechas y coincide con nuestro seminario de ABA actual con Jesús Rosales-Ruiz.
No podré acudir al seminario de Kocher y, por supuesto, desearía que todo el mundo mundial viniera al nuestro, pero si te interesa el trabajo de búsqueda de personas el seminario de Kocher es una ocasión irrepetible y no deberías perdértelo, además Ernest es garantía de que todo estará bien preparado y los asistentes se sentirán cuidados y atendidos.
La coincidencia de este seminario con el nuestro, junto a las peticiones de mis amigos de Hispanoámerica y la de Carol Aguza (apúntate otra), me ha llevado a que hoy mismo vayamos a anunciar que el seminario de Jesús Rosales-Ruiz y los posteriores que organicemos desde el Instituto EDUCAN, se podrán realizar, más baratos, por streaming, teniendo tanto los asistentes presenciales como los e-asistentes, disponible de manera privada la grabación íntegra del seminario durante un espacio de tiempo suficiente como para revisitar aquellas partes o momentos que inicialmente no nos hubieran quedado claros ¿Veis cómo la competencia obliga a mejorar? Sin este seminario no hubiéramos visto tan urgente e importante la necesidad de poner en marcha la formación on-line. Mejoras para EDUCAN, que aumenta sus opciones de recibir alumnos, mejora para los potenciales alumnos, que podrán realizar nuestros seminarios de una manera más sencilla, cómoda y barata, disponiendo de más tiempo para revisar los contenidos y pudiendo recibirlos estén donde estén. También mejoras para Ernest, porque la gente podrá acudir a ver a Kevin Kocher sin perderse el seminario de Jesús Rosales, pues pueden verlo en diferido.
También llevaba tiempo queriendo hablar (bien) de las chicas de Dogtor Animal y su curso de terapia asistida por animales, pero me faltaban algunos datos que ahora tengo, lo cierto es que, aunque pueda disentir en algunos puntos conceptuales de su propuesta, es una formación seria, de calidad y muy bien impartida. Merece la pena. Felicidades.
Muy emocionante para mí es poder decir que el adiestrador de IPO que me parece más interesante para formarse está en España, es emocionante porque es una persona que inició su formación en EDUCAN, fue adiestrador de EDUCAN, delegado de EDUCAN, su primer perro de competición fue un regalo del Jefe de Estudios de EDUCAN, Javier Moral, hijo de un perro mío con su perra y le ayudé a preparar a ese perro y a su figurante para su primer campeonato.
Es por tanto alguien muy cercano y querido, así que dejo claro que quizá no sea todo lo imparcial que creo ser: Juan Carlos Moreda, de Krusaiker. Juan Carlos ha impartido seminarios sobre IPO por todo el mundo explicando su sistema Coachingdog, ahora tiene varios previstos en España, ningún practicante o interesado en esta disciplina debería perdérselos, porque le darán otra perspectiva, una perspectiva mejor. Juan Carlos en este momento se encuentra en Philadelphia para participar en la WUSV, desde aquí le deseo públicamente la mejor suerte del mundo.
Tres opciones formativas de calidad e interés que compiten directamente con EDUCAN: el seminario de Kevin Kocher por coincidencia de fechas, los de Dogtor Animal porque tenemos un curso de exactamente la misma temática y el de Krusaiker porque, además de los seminarios de IPO, dan formación para adiestradores profesionales en competencia directa con nuestros cursos más importantes. Y ni os cuento de Bocalán, nuestro archienemigo eterno (tanto que ya nos hemos cogido hasta cariño), pero las cosas son las que son.
Por supuesto no pretendo decir que sólo la formación de esta lista sea de excelente, seguro que hay muchos excelentes cursos que no conozco, bueno muchos no ;), pero sí alguno. También hay otros que tengo la convicción de que serán excelentes, como el de educador canino de Lealcan, pero del que no puedo afirmar en este momento que es bueno por no haberse impartido aún (ahora empieza la primera convocatoria), por más que sepa que está coordinado e impartido por alguna de las mejores cabezas y corazones del mundo del perro. El año que viene será otra cosa.
Obviamente sé de algunos, bastantes, cursos que son calamitosos o tienen más truco que el Gran Mago de Oz y siempre tienta hacer una lista de “los diez peores”, que sería -como dice Antón Ego- divertida de escribir y aún más de leer, pero en EDUCAN está prohibido hablar mal de la competencia, aunque sea verdad ¡Qué le vamos a hacer!
Como se puede comprobar esto no son buenas palabras, son acciones. Hay que ser activos en la recomendación de lo bueno, mucho más que en la denuncia de lo malo. Una empresa de calidad no puede basar su publicidad en lo mal que lo hace la competencia, sino en que, pese a que otros lo hacen bien, nuestro producto resiste y destaca. Los alumnos deben elegir entre los mejores, no entre los menos malos, es su derecho, pero también es nuestra responsabilidad.
Uno de los errores más comunes cuando llegan tiempos duros es centrar todo nuestro esfuerzo en llegar a nuevos clientes, aunque siempre es mejor opción que ponerse a recortar costes para aguantar el largo invierno (qué razón tenían los Stark), no es la forma óptima de aumentar rápidamente la contratación de nuestros servicios.
La captación de nuevos clientes es cara y difícil, las acciones que emprendamos (algunas con mucho coste de tiempo o dinero) tienen un alto riesgo de fracaso, por ello no es una buena acción de choque. Debe tomarse siempre en consideración, pero sabiendo que las mejoras serán a medio plazo.
Hay que recordar que, desde que un cliente potencial nos conoce hasta que contrata un servicio, existen una serie de comunicaciones entre él y nosotros: la respuesta que recibe a su mail o llamada, la información que se le envía o explica, la entrevista personal con nuestros técnicos… Esa debe ser siempre nuestra primera línea de mejora, aumentar la conversión de clientes potenciales en clientes de facto.
Cuando alguien nos contacta para informarse nos está ofreciendo la posibilidad de explicar detenidamente nuestros servicios, detallando sus ventajas y características diferenciales frente a los de la competencia. Si adecuamos nuestra respuesta o simplemente la mejoramos, conseguiremos mayor índice de contratación con una inversión de recursos mínima.
Existen cuatro puntos básicos muy sencillos de afinar:
- Rapidez: Internet ha hecho que cambien las percepciones respecto al tiempo, ahora cuando una empresa no responde casi de inmediato a una consulta nos molesta y nos parece que no tienen interés en captar el cliente, ya expliqué que no comparto esta idea, pero que es lo que hay. Así que debemos ser rápidos, si tardamos un día en contestar podemos estar seguros de que nuestro potencial cliente habrá contactado con varias empresas de la competencia. Es muy sencillo preparar en nuestros correos respuestas estándar que únicamente requerirán una adaptación para cada caso concreto, permitiéndonos ser ágiles al recibir un mail de interés cuando andemos muy liados.
- Calidad: La información que demos debe ser de calidad, tanto en forma como en contenido. No se puede enviar un mail lleno de faltas de ortografía o con una redacción caótica, ni responder al teléfono mientras estamos en un adiestramiento, con interrupciones para dar indicaciones al perro o al propietario. Nuestro contacto con quien nos consulta, sobre todo si es el primero, es nuestra tarjeta de visita e informará sobre nuestra imagen antes que nada, es absurdo diseñar una web maravillosa y luego responder un mail con lenguaje SMS. Además de bien presentada, la información debe ser de interés directo para el cliente, esto es: concordante con su consulta. En el mundo del adiestramiento a veces nos dejamos llevar por el entusiasmo y dedicamos mucho tiempo a explicar nuestro método de entrenamiento o a listar nuestra formación, en lugar de centrarnos en el motivo de la consulta del cliente. Esa es información de interés indirecto y nunca debe darse antes de que se haya aportado la referida al motivo concreto de consulta, salvo, claro está, que el potencial cliente la solicite. ¿Parece algo menor? Empresas de otros sectores que cambiaron la forma de presentar la información, pasando de comunicar primero la calidad de la empresa y después centrarse en el asunto de interés para el cliente, a hacerlo al revés -manteniendo exactamente la misma información- llegaron a subir un veinte por ciento el índice de contratación de sus servicios.
- Adecuación: Debemos tener claro cuál es nuestro perfil de cliente para que la información que damos no sea demasiado o insuficientemente técnica. En nuestro caso, que impartimos formación para profesionales del sector, pero que también damos servicios de adiestramiento comercial de manejo y gestión de problemas de conducta, sabemos que la información enviada a potenciales alumnos debe ser técnica, pues nos dirigimos a quienes desean tener conocimientos profundos y consistentes de la materia, sin embargo esta misma información es inadecuada para quien desea únicamente adiestrar a su perro, como ya dije en un post anterior sobre los errores más comunes de un adiestrador comercial: no hagas exhibiciones de erudición, adecúa la información para que sea fácil y cómoda de entender.
- Cuidar los valores intangibles: En el mercado del entrenamiento y gestión de la conducta canina los valores intangibles -elementos inmateriales importantes para el éxito y la calidad de la empresa- son muy relevantes. Hace años una empresa de la competencia, que estaba en alza, contrató a una persona especializada en atención telefónica para responder sus llamadas de manera eficaz, liberando así tiempo para que su personal pudiera centrarse en el trabajo técnico. Gracias a eso subimos casi un diez por ciento nuestra facturación, la gente contrataba menos a nuestros competidores porque la persona con la que tenían el contacto inicial no tenía experiencia ni conocimientos sobre perros, no empatizaba en absoluto con los problemas e intereses de quienes llamaban pese a ser estudiada y ¿eficazmente? encantadora y cercana. Esa lección la aprendimos sin sangre, pero nos quedó clara: Todo el personal de EDUCAN, aparte de otros conocimientos, tiene que estar formado por nosotros como adiestrador y técnico de modificación de conducta. Da igual que su trabajo sea atender al teléfono u ocuparse de los perros en residencia, deben poder entender y conectar tanto con quienes se puedan interesar en formarse como adiestradores como con los propietarios de perros que necesitan solucionar un problema. Es importante conseguir que todas nuestras comunicaciones trasmitan conocimientos, cercanía y comprensión por los problemas sobre los que somos consultados.
Es mucho más barato e importante centrar nuestros esfuerzos en mejorar la eficacia de lo que hacemos que intentar hacer cada vez más cosas. Muchas empresas necesitan hacer diez veces más que otras para conseguir lo mismo, eso es porque son diez veces menos eficaces haciéndolas.
En esa línea, y aprovecho para meter una cuña publicitaria, está nuestro próximo seminario “Psicología para adiestradores caninos”, porque ahora es necesario aprender a ver y aprovechar cada contacto con un cliente o potencial cliente como una ocasión.
Escribo este post, algo alejado de la temática del blog, porque los múltiples artículos que he publicado sobre cómo hacer funcionar una empresa de entrenamiento de animales y la nueva línea de formación que iniciamos en EDUCAN sobre ese mismo tema me hacen sentirme obligado a exponer los principios sobre los que se basa nuestra visión empresarial.
Siempre he pensado que una sociedad competitiva donde los méritos conducen a ventajas es deseable por vigorosa y salutífera, porque, en su mejor cara, es generadora de valores como la implicación, la originalidad y el esfuerzo mantenido, ya sea en el trabajo, ya en el estudio, que consiguen su justo reconocimiento en forma de éxito.
Sin embargo la competitividad es un arma de doble filo, pues cuando no se ponen límites puede llevar, por arriba, a la búsqueda despiadada del beneficio económico a costa de cualquier cosa y, por debajo, a la pobreza, a la miseria y a la más absoluta falta de responsabilidad común.
Existen tres grandes males que pueden envenenar el sistema competitivo, haciéndolo insostenible y dañino: la explotación, la especulación y la picaresca.
El estado puede (y debe) poner frenos legales a estas prácticas, pero si quienes estamos en el sistema y lo componemos no asumimos personal e íntimamente una serie de reglas estrictas para la puesta en marcha y explotación de un negocio nada será de verdad.
Para construir un modelo de capitalismo sostenible y solidario una empresa debería asumir, al menos, los siguientes compromisos:
Generar riqueza: El balance de una empresa no puede limitarse al de sus beneficios, si quemo un país entero, reduciendo a la pobreza a buena parte de su población, acabando con sus ecosistemas, para luego plantar aceite de palma, podré obtener unos extraordinarios beneficios, pero no creo riqueza, la destruyo. La pobreza es el cáncer del sistema social, una empresa no debe hacer nada que genere pobreza ni alimentarse de ella.
Asegúrate de que tu empresa crea algo, que aumenta las cosas que había sin destruir las anteriores, que tu entorno obtiene mejoras con tu actividad. Esto es imperativo, pues automáticamente te vacuna contra las dos de las tres prácticas del capitalismo insostenible que nos ha llevado a donde estamos: la especulación, que revende subiendo el precio y sin crear nada y la explotación, que quita la riqueza a los trabajadores para conseguir beneficios, como un vampiro.
Compartir los beneficios: Si la empresa gana todos los que contribuyen a su éxito deben ganar con ella (empleados, clientes…), no solo los económicos: las atribuciones de mérito, los momentos de avance…Los beneficios económicos son necesarios para que una empresa sea viable, pero eso no debe hacernos pensar que son los únicos que existen.
Ser solidaria con sus proveedores: Negociar no es pelear, negociar bien no es ganar. Negociar es entender las necesidades y posibilidades del otro e intentar encontrar un punto de acuerdo que permita beneficiarse a ambas partes, no es conseguir que una pierda para que la otra gane. Si puedes elegir trabaja con proveedores que tengan una visión sostenible de la actividad empresarial. Te entenderás mejor con ellos y potenciarás la práctica de estos principios.
Ser honesta y útil con los clientes: La tercera de las malas prácticas que llevan al capitalismo destructivo e insolidario es la picaresca.Una empresa debe hacer publicidad sin timidez, pero veraz, es lícito y adecuado que enarboles tus méritos, pero no que mientas o coloques medias verdades para que el potencial cliente se haga la idea de que va a obtener una cosa diferente, mayor o mejor que la que realmente recibirá.
Tampoco debes vender servicios excesivos, innecesarios o que sabes que serán ineficaces. La mejor empresa no es la que vende el servicio más caro, sino la que vende el servicio que su cliente necesita y que le hará sentir que ha sido un buen negocio contratarnos.
Acotar los sueldos: Es bueno y conveniente que quienes más trabajan, los que tienen las ideas más originales, los que siempre están ahí, tengan su reconocimiento a través de mejores sueldos. Eso estimula y refuerza el esfuerzo, la creatividad y el compromiso con el proyecto, pero sin perder el norte.
Las diferencias de sueldos no pueden ser tales que causen una fractura insalvable entre las personas, colocándolas en universos diferentes. Se ha calculado que los más altos directivos actualmente cobran más de doscientas veces el sueldo de un directivo medio y más de dos mil veces el de los trabajadores menos cualificados de sus empresas. Esto es una locura.
Una buena norma es que los sueldos máximos estén limitados a quince veces el sueldo medio. Obviamente quien recibe estos sueldos debe asumir que se comerá quince veces más marrones que los demás.
Los sueldos mínimos deben ser dignos, que ningún sueldo sea menor al 50% del sueldo medio de tu empresa (si son más altos mejor), da lo mismo el trabajo que se haga. Si eres de los que te quejas de los políticos en el Facebook y luego pagas trescientos euros por diez horas diarias de trabajo eres un mierda y punto.
Controlar el crédito: El abuso del crédito ha llevado a situaciones irreales e insostenibles, arriesgando no solo el futuro de las empresas sino la de los trabajadores y clientes que se comprometen con ella. Es mejor dejar de crecer o incluso reducir el volumen de la empresa que endeudarla excesivamente. La autofinanciación es otro freno a la especulación y nos mantiene con los pies en la tierra.
Controlar el crecimiento: El objetivo básico de una empresa es dar servicios de calidad. El crecimiento, si llega, debería ser consecuencia de la eficacia al dar dichos servicios, lo que aumenta su demanda, nunca un objetivo por sí mismo.
Todo se resume en tres puntos muy sencillos: NO a la explotación, NO a la especulación y NO a la picaresca.
Y recuerda que ninguna empresa es demasiado grande o demasiado pequeña como para estar eximida de actuar correctamente.
Aunque he bajado a Rapture, ascendido a Columbia y acompañado a Thursday Next en sus aventuras, nunca he conocido nada tan steampunk como la organización empresarial y el marketing de las empresas de entrenamiento y gestión de la conducta canina en nuestro país.
El que seamos entidades pequeñas puede explicar que no estemos a la ultimísima en cuanto a la manera de organizar, promocionar y hacer rodar nuestra empresa en el mercado. Pero es que en un mundo de naves espaciales nuestro sector parece moverse en máquinas de vapor, intentando mejorarlas -con ideas que llegan a ser brillantísimas- en lugar de asumir que existen unas líneas de actuación alternativas probadas y eficaces. Si dejamos de intentar reinventar la rueda, encarrilando nuestro esfuerzo y creatividad en estas formas conocidas y fiables de trabajo nuestra empresa mejorará rápidamente, tanto para nosotros como para nuestros potenciales clientes. Ignorar la forma adecuada de hacer las cosas era viable (y sólo eso) en época de bonanza, ahora es un lento suicidio de nuestras aspiraciones e ilusión de poder vivir de lo que amamos, lleno de te lo dijes de quienes no ven en esto una profesión que se pueda considerar seria.
Varias veces he insistido en cómo me molesta el vedetismo de algunos adiestradores, que parecen ofenderse ante la idea de formarse como empresarios y organizarse de manera consecuente, alterando así algún tipo intangible de esencia y pureza, me molesta porque tengo la convicción de que cuando se cobra por un servicio es una obligación ética hacerlo de una manera competente, no basta con la buena voluntad y el esfuerzo: ¿cuántas veces, cuántos de nosotros, hemos insistido en la necesidad de que un profesional esté preparado antes de ponerse manos a la obra con un perro? ¿nos parece aceptable que alguien sin ningún conocimiento previo adiestre sólo porque sus intenciones y voluntad son buenas? ¿eso es suficiente para asegurar que no se corren riesgos? No basta con que te gusten los perros para ser adiestrador, no basta con saber adiestrar para tener una empresa de adiestramiento, ponerse al frente de una empresa, incluyendo las unipersonales, implica la necesidad de formación específica para ofrecer un trabajo de calidad y competitivo.
Estamos en un momento en el que debemos planificar adecuadamente nuestras inversiones: de tiempo, de esfuerzo, de dinero… si queremos volverlas rentables. Han pasado los tiempos de atar los perros con longanizas y ha llegado la hora de hilar fino.
Con todo tenemos suerte; nuestro mercado es uno de los que los analistas consideran congelado, (Frozen en la lengua de Shakespeare y de los negocios, que siempre hay un término anglosajón para estas cosas), lo que implica que al pasar la crisis no habrá retrocedido como, por ejemplo, el inmobiliario. Esto son buenas noticias. Siempre que nuestra empresa aguante hasta que pase la crisis.
Existen múltiples sitios en la red (desde blogs hasta cursos on-line) y fuera de ella para ayudarnos a colocar nuestra empresa en el buen camino. No son fórmulas mágicas, ese buen camino no es un camino fácil, ya no hay de eso, pero es el único que nos permitirá sobrevivir comercialmente sin necesidad de recurrir al abuso, a la picaresca o a la pérdida de la calidad. Para mí esto es importante, hemos elegido una profesión vocacional precisamente para hacerlo bien, si se vuelve una carrera de ratas mejor nos hubiéramos dedicado a otra cosa.
Por desgracia nuestro sector es más rarito que un perro verde y la traducción de los conocimientos generales en acciones concretas eficaces se vuelve complejo. Para facilitarlo en EDUCAN vamos a iniciar -dentro de nuestros nuevos programas de formación continua- la impartición de una serie de seminarios y talleres dedicados a esos otros aspectos de nuestra profesión, complementando así la oferta formativa sobre conocimientos aplicables al perro con otros enfocados en conseguir rentabilidad, calidad y eficacia para las empresas y personas que se dedican al adiestramiento.
Inicialmente hemos programado dos seminarios que pensamos que cubren las necesidades más urgentes que tendremos/tenemos como profesionales:
- Cómo hacer viable una empresa de educación y gestión de la conducta canina, que impartiré yo.
- Psicología para educadores caninos, con Luis Souto y Katya Vázquez como profesores.
Habíamos centrado nuestros esfuerzos formativos en los aspectos técnicos del adiestramiento, creemos que ahora debemos compartir y potenciar la difusión de conocimientos que permitan la viabilidad económica y profesional de quienes se dedican a este sector o piensan en hacerlo. Me ha costado dar este paso, pues en EDUCAN hemos conseguido -absurdo es negarlo- un muy notable éxito comercial y compartir las estrategias que nos han llevado hasta él genera unas ciertas mariposas de inseguridad en el estómago, pero creo que con la crisis no es honesto preparar adiestradores sin ofrecerles de manera complementaria información para que su práctica profesional sea exitosa: Quien sólo desee aprender por crecimiento personal (o tenga una sólida formación como empresario) podrá centrar su formación con EDUCAN exclusivamente en aprender cómo adiestrar perros, pero quienes sean o deseen ser profesionales del sector tendrán una puerta abierta para avanzar con seguridad como empresarios viables, eficaces y éticos.
Decir que en España estamos en un momento difícil para los profesionales de cualquier sector es algo absolutamente obvio.
Las empresas dedicadas al entrenamiento y gestión de la conducta de perros suelen ser pequeñas y de marcado aspecto vocacional. Esto es bueno: dedicarnos a lo que nos gusta hace más fácil aumentar las horas de trabajo y permite soportar mejor una pequeña merma en los ingresos, pero puede limitarnos en otros aspectos importantes.
El problema más usual es la tendencia a centrarnos en la parte técnica del trabajo, desatendiendo la empresarial. Son frecuentes los ejercicios de diletantismo en los que un adiestrador muestra desinterés e incluso desprecio hacia la idea de promocionar su negocio, dando por hecho que quienes se dedican a mimar estas áreas son una suerte de mercenarios desaprensivos, poco interesados en la calidad del servicio.
Para ser una empresa seria y de calidad debemos ser competentes no únicamente como adiestradores, sino también como empresarios. En España tenemos grandes adiestradores, pero muy pocos empresarios del adiestramiento realmente buenos.
Aunque he comentado lo que pienso sobre qué es una buena empresa y qué no lo es, reconozco que en el necesario camino hacia la competencia como empresario abundan las tentaciones y los momentos de debilidad. Una peligrosa combinación que lleva, en ocasiones, a que, cuando un profesional empieza a pensar en la rentabilidad y funcionalidad de la empresa, termine volviéndose un creyente de esa nefasta visión que plantea que los beneficios económicos son el único parámetro de evaluación del triunfo, lo que llevará a una inevitable cuesta abajo ética y cualitativa de su empresa.
Creo que existen unas cuantas normas cuyo seguimiento nos permitirá llevar a cabo nuestra evolución empresarial minimizando los riesgos de abandonar a un lado la ética y la búsqueda de la excelencia técnica, yo las he usado con éxito e incluiré ejemplos personales sobre cada una de ellas:
Escribe tus normas y criterios de calidad:
Todos sabemos intuitivamente cuándo lo hacemos bien y cuándo no, sin embargo existe una zona gris donde es fácil caer para mejorar la facturación o ampliar la clientela, lo que inicia una merma inconsciente de la calidad que no tiene un punto final claro. Este riesgo de movernos en el filo de lo correcto disminuye cuando nuestras normas están recogidas de manera explícita y clara en un texto.En ocasiones nos hemos planteado llevar nuestro curso de olfato a BCN: Es un curso divertido para los alumnos y que aumentaría la facturación. Sin embargo tenemos manuales internos para cada curso en los que se explicitan tanto los procedimientos de trabajo clase por clase, como las necesidades del curso. Una de estas necesidades es disponer de un espacio arado justo antes de cada día de curso, de un mínimo de cinco mil metros (que va aumentando según avanza el curso) y a menos de quince minutos del aula teórica. Como no hemos podido encontrarlo, y la norma está negro sobre blanco, es fácil decidir que no podemos llevar todavía este curso a BCN, de no ser así podríamos intentar hacer viable alguna alternativa a través de concesiones para finalmente encontrarnos con que la calidad se hubiera afectado.
Imponte límites: Mucho hablamos de la importancia de que los perros conozcan límites, es cuando menos justo que hagamos lo propio. Si hemos definido previamente nuestros límites,lo que estamos dispuestos a hacer y lo que no, será más fácil evitar tentaciones, pues no tendremos que buscarlos en el momento en el que nos hagan una oferta económicamente atractiva, con el elemento emocionalmente desestabilizador que supone tener la pasta al alcance de los dedos.
En EDUCAN decidimos no aceptar contratas de recogida y/o eutanasia de animales (lo que no digo que sea una mala praxis, simplemente que nosotros preferimos que quede fuera de nuestras fronteras profesionales), teniéndolo claro es sencillo desoír las ofertas en este aspecto, pero si no te lo has planteado y aparece la posibilidad de aumentar tus ingresos en treinta mil euros al año las emociones pueden abrumarnos, haciendo que nos metamos en proyectos que en realidad no deseamos acometer.
No hagas nada que no puedas contarle a tus competidores: En cada acción publicitaria, en cada conversación con un potencial cliente, mantén la norma de no mentir ni retorcer la realidad de manera que las cosas parezcan lo que no son. Actúa como si tu competidor más feroz fuera testigo de lo que le dices al cliente: diferencia tu empresa, enumera tus ventajas, compara tu servicio con el de tu competencia para mostrar tus ventajas, pero no hagas trampa.
Yo he informado de cursos a potenciales alumnos delante de colegas que también imparten formación y son competencia directa de EDUCAN y no he tenido que quitar ni una coma de mi argumentario, aunque alguna coña sí que añadí :).
Cuando hagas algo mal no te justifiques: Por bien que trabajes, por cuidado que pongas, en algún momento harás una cagada. No pasa nada, nos sucede a todos (al menos eso espero, sería muy triste descubrir que sólo me sucede a mí), el problema es negarse a verlo o ser indulgentes con nosotros mismos, excusando nuestro fallo. Es razonable analizarlo y necesario entenderlo, pero una explicación nunca es una justificación.
En uno de nuestros últimos cursos he tenido ocasionalmente un trato menos afinado con los alumnos, tras analizarlo veo que ha sido debido a que problemas personales, tanto míos como de personas muy queridas para mí, me han llevado a desajustarme en algunos momentos. Pero saber los motivos no lo vuelve aceptable. Los alumnos han contratado un servicio y es nuestra responsabilidad, particularmente la mía en este caso, que lo reciban de manera óptima. Espero que no vuelva a sucederme y agradezco de corazón que me lo hayan hecho notar.
Oblígate a ver lo positivo de la competencia: En un mercado deprimido, donde las formas no siempre son óptimas es fácil caer en la tentación de ver la peor cara de nuestros competidores e ir convirtiéndolos progresivamente en enemigos. Cuando ves argumentos comerciales sesgados, descalificaciones hacia la propia labor y otras cosillas de semejante calado el ánimo se puede envenenar. Hay que hacer el esfuerzo consciente de analizar qué tiene de bueno la competencia, tanto en su oferta, para poder contrarrestarlo, como en su publicidad, para aprender y tomar contramedidas. Especialmente tenemos que agradecer a la competencia que nos obligue a mejorar y ampliar nuestros servicios, haciendo que el mercado sea dinámico y progrese.
Este año a nuestros tradicionales competidores en el área de formación de profesionales en Madrid, que eran Bocalán y la UCM, se han unido varios pesos pesados:
Santi Vidal -un auténtico primer espada del trabajo en positivo y uno de los formadores más carismáticos de nuestro país- se vino a vivir a Madrid, donde, lógicamente, abrió su escuela de formación. Esto puede preocupar a quienes impartimos formación en Madrid, aunque en este caso he encontrado un buen amigo en Santi y el tenerle cerca me aporta, a través de divertidas tertulias, más de lo que puedan mermarse nuestros ingresos por su competencia.
Además el mediático Ignacio Sierra volvió a la palestra formativa, trayendo como jefe de estudios de su escuela a un excelente profesional de la formación: Antonio Lence, que ya ejerciera -más o menos oficialmente- la misma función en Bocalán. Podrá compartirse o no la visión del adiestramiento de Antonio Lence, pero no se puede dudar de su competencia y aptitudes didácticas.
Por si fuera poco Lealcan, una empresa con una trayectoria más que sólida, anuncia que la próxima temporada también se lanza a la formación de profesionales, incluyendo profesores como Eliseo Rodríguez, que es una de las pocas personas que considero necesarias para mantener el equilibrio ético del conjunto de mundo del perro. Me doy cuenta de que al hablar de Eliseo es la primera vez que le encuentro todo el sentido a la frase “un pilar de la comunidad”. Y, sí, también es un amigo muy querido.
El caso, momentos tiernos aparte, es que la cosa de la formación está poniéndose dura con todos estos operadores sumándose a la oferta actual en un momento de crisis. Sería fácil caer en destacar los puntos flojos o que son motivo de divergencia técnica o ética con estas escuelas, pero eso es un rumbo inadecuado que termina en verlos como a el enemigo, yo prefiero fijarme en las cosas que tienen de bueno. Gracias a esa visión todas estas escuelas competidoras me están ayudando a ampliar y rediseñar nuestra oferta formativa de una manera que jamás se me habría ocurrido sin su presencia en el mercado, por eso no me supone problema citarlos de manera expresa, me han ayudado, aunque sea de manera involuntaria, y les estoy agradecido. Gracias a ellos en parte espero sorprenderos (y sorprenderles 😉 ) en breve con lo que EDUCAN va a ofrecer en formación.
La crisis ha vuelto imprescindible que quienes desarrollamos trabajos vocacionales en nuestra propia empresa seamos empresarios competentes, dejándonos de milongas autocomplacientes, pero para ello no hace falta, ni mucho menos, perder calidad técnica o ética, ni considerar a todos los que compiten con nosotros como el enemigo. Estamos en esto porque disfrutamos, no hagamos nada que nos impida seguir haciéndolo.
Me gusta mucho el trabajo con animales, sobre todo con perros, y me gusta mucho diseñar e impartir formación, pero también me gusta el trabajo de empresario, vocación heredada de mi padre que siempre la alentó, siendo para mi un motivo de tristeza recurrente que falleciera cuando EDUCAN estaba empezando y no pudiese ver cómo ha crecido y se ha consolidado. Es algo que ha sido posible gracias a sus enseñanzas y que se ha llevado a cabo de acuerdo a sus premisas sobre los negocios, por ello sé que le hubiera hecho muy feliz.
Pero no solo por tener un hijo que siguiera exitosamente sus consejos, sino porque tenía, como yo tengo, la convicción de que el trabajo de empresario es una vía de crecimiento ético de la persona, pues te enfrenta a atajos y concesiones morales. Y así como la fidelidad está en rechazar las ocasiones de infidelidad, no en que no existan (si no existen no se es fiel, sino, muy probablemente, feo), la fidelidad a la ética personal está en desestimar estos atajos y no aceptar concesiones, no en que no existan ocasiones para actuar indebidamente.
Por lo anterior me duele que mucha gente aún vea como sospechoso el hecho de obtener beneficios del entrenamiento de perros, dándole tintes oscuros a frases como “vive de los perros”, que hacen que los profesionales a veces sintamos que somos vistos como una especie de Nosferatus que cobran (léase con tono tenebroso) por ayudar a perros y personas con problemas. Es como desconfiar de los médicos porque obtienen su dinero de las enfermedades.
Será más sencillo entender lo que digo si se tiene claro qué es, en mi opinión, un buen negocio:
Un buen negocio es aquel en el que ganan todas las partes que participan, que normalmente son al menos tres.
La empresa: Una empresa debe generar beneficios para ser viable, lo que redundará en pagar y formar mejor a sus profesionales, ofrecer servicios de mayor calidad y mantenerse en el mercado. Si alguien monta una empresa o trabaja como autónomo y no considera parte de sus responsabilidades el obtener beneficios no es moralmente mejor, sencillamente es un mal profesional, un diletante que terminará renunciando a trabajar en lo que le gusta (o a comer, lo que suele llevarse peor).
Los empleados: Si para que una empresa funcione debe abusar de sus empleados, pagando sueldos de miseria o aprovechándose de personas en situaciones precarias para obtener personal low-cost, esa empresa no está haciendo negocios, sino succionando sus beneficios de los derechos de sus empleados, como garrapatas.
Por supuesto en EDUCAN nadie trabaja horarios imposibles cobrando infrasalarios, ya he hablado en varias ocasiones sobre este tema, bueno nadie excepto mi equipo de I+D+I, que están tan frikados como yo (era necesario encontrar una contracción para los términos friki y flipado porque siempre usábamos ambos para referirnos a nosotros mismos y se hacía largo) y dedican todo su tiempo a estas cosas, de hecho una compañera va a plantear su doctorado sobre entrenamiento cognitivo-emocional en diferentes especies (casualmente perros, leones marinos y delfines). Y si consigo que Super-Laura vuelva a ayudarnos como documentalista estaremos de nuevo full-equipe (esto no era necesario ponerlo aquí, pero como lo leerá aprovecho para darle un empujoncito 😉 ).
Los clientes: Si el cliente no ha obtenido el producto o servicio que esperaba tampoco podemos hablar de un buen negocio. Será un caso de picaresca, que ha sabido vender productos malos o innecesarios, abusando de la buena fe de la gente. Un cliente debe sentir que ha sido bien asesorado, que ha merecido la pena el dinero invertido y que no se ha abusado de su necesidad o desconocimiento.
Nosotros hacemos muchos esfuerzos para aumentar nuestros beneficios como empresa a la vez que aumentan los beneficios de nuestros clientes, esto puede parecer una contradicción pero no lo es en absoluto. Pondré un ejemplo: por la situación actual mucha gente encuentra difícil apuntarse a nuestros cursos porque deben pagar más de mil euros en aproximadamente cuatro meses si es un curso trimestral y en un par de meses cuando hablamos de los cursos intensivos de verano. Llevamos varias semanas de reuniones de mini-ingeniería financiera con nuestros bancos y ACABAMOS DE CONSEGUIR QUE TODOS NUESTROS CURSOS SE PUEDAN FINANCIAR HASTA EN UN AÑO SIN INTERESES, hoy día es todo un éxito y ha sido una dura negociación. Esto aumentará nuestros beneficios, pues mucha más gente se animará a matricularse en los cursos, pero también es un beneficio para los alumnos, que podrán pagar de manera más cómoda, desde unos ochenta euros al mes, sin que suponga el recargo de unos intereses. Al contar esto sé que hago promoción de nuestros cursos, pero a través de una práctica honesta y del esfuerzo por mejorar las condiciones de nuestros potenciales alumnos, no siento ningún rubor, sino un cierto orgullo de haber obtenido de los bancos un trato preferente para quienes confíen en EDUCAN.
En nuestro caso aparece una cuarta parte muy importante:
Los perros: El adiestramiento o la modificación de conducta tiene que mejorar la relación entre el propietario y su perro, así como la calidad de vida de ambos, particularmente del perro. Al formar adiestradores es necesario transmitirles estas premisas, dotándoles de instrumentos eficaces para llevarlas a cabo. Como los beneficios que obtienen los perros cuando son entrenados adecuadamente o se resuelven sus problemas de conducta son el leitmotiv de este blog no abundaré en este punto concreto.
Cuando los beneficios se obtienen a costa de un perjuicio para alguna de las otras partes no es un buen negocio, es picaresca, abuso o especulación. No me interesa.
Así que no tengo ninguna vergüenza, y sí mucho orgullo, de reconocer que EDUCAN es un buen negocio.
Dándonos un respiro antes de publicar el siguiente (y espero que último) artículo sobre las Cualificaciones Profesionales referidas al adiestramiento canino voy a escribir sobre un tema relacionado: La extraña impresión y reacciones que causa en nuestro entorno la decisión de dedicarnos profesionalmente al entrenamiento de perros.
Estoy convencido de que comunicar que uno quiere prepararse para ser adiestrador y posteriormente trabajar como tal no provoca ni de lejos la misma sensación en nuestro interlocutor que causaría que dijéramos que queremos ser médicos, mecánicos, conductores de ambulancia o torneros-fresadores. La reacción es más bien similar a la que tendrían si hubiéramos optado por ser cantantes de rock, cazadores de tesoros o buscadores de ovnis.
Por algún motivo inicialmente nuestras familias parecen considerar que esto del adiestramiento es una especie de aventura digna de Indiana Jones, que bien es sabido que después de jugar a ser él mismo vuelve a su trabajo de verdad como profesor de arqueología, trabajo que debió aceptar para que su madre se callara de una buena vez y le dejara calzarse la chupa de cuero y largarse por esos mundos a desenterrar tesoros, que era lo que de verdad le apetecía.
Lo cierto es que si tomamos a Madonna o a Indy como elementos de comparación parece que nuestras familias tienen algo de fundamento en sus advertencias. Seamos sinceros, no hay demasiadas Arcas de la Alianza o Santos Griales por el mundo y, obviamente, reina del pop sólo hay una (con perdón de Lady Gaga). Por ello estos trabajos son un poco chungos para absorber a muchos profesionales y como meta laboral parecen nutrirse más de ilusión que de estimaciones mínimamente realistas.
Pero el entrenamiento de perros y el trabajo sobre su conducta es uno de los sectores que, pese al parón de la crisis, más está creciendo y que cada vez necesitará más profesionales para cubrir una demanda continuamente en aumento, por lo que es muy injusto comparar a quien quiere ser adiestrador con quien aspira a montar una banda de Rock, que también está muy bien pero que tiene menos demanda.
Así que la comparación de nuestro trabajo con el de estas profesiones no puede sostenerse tomando en cuenta las posibilidades laborales ¿en qué se basa entonces? En una sola cosa: la ilusión de dedicarnos a lo que nos gusta disfrutando de cada jornada de formación o trabajo. Esto siempre le parece sospechoso a nuestro entorno, parece que un trabajo debe ser penoso y desagradable (o al menos no puede ser divertido) para ser un trabajo de verdad, y esto no es cierto. En momentos duros, como los que la crisis nos está trayendo, el dedicarse a lo que a uno le gusta le puede ayudar mucho a superar una menor remuneración o la exigencia de más horas para facturar lo mismo. Es ahora, cuando los trabajos de toda la vida ya no son seguros y que no disfrutar de tu jornada laboral lo único que te garantiza son ocho horas de aburrimiento, cuando muchos están volviendo a sus verdaderas vocaciones, a esas profesiones que son un premio en sí mismas. Si te gusta, creo que debes apostar por dedicarte al adiestramiento: Tendrás los pies en la tierra al entrar en un sector en crecimiento, pero también estarás tocando las nubes y cada día se hará más ligero y enriquecedor.
Apuesta por lo seguro, apuesta por disfrutar con lo que haces ;).
En el anterior post comentábamos que, en principio, los Certificados de Profesionalidad vinculados a las Cualificaciones Profesionales relacionadas con el entrenamiento de perros no resultarían obligatorios para ejercer la profesión, pero esta falta de obligatoriedad no debe ocultarnos las múltiples ventajas que supone obtener dichos Certificados.
Recordemos que el objetivo de las Cualificaciones Profesionales era posibilitar a los trabajadores que así lo deseen obtener una Acreditación Oficial sobre su competencia en el desempeño de su trabajo, esto obviamente ya es una ventaja porque al hacernos publicidad, si nos decidimos por el auto-empleo, u optar a un puesto de trabajo, no tenemos que “convencer” de nuestra preparación para realizar el adiestramiento: el Certificado de Profesionalidad o la acreditación de alguna de las Unidades de Competencia valida nuestra capacidad para el ejercicio de las acciones profesionales descritas en ella.
Además es un objetivo importante de las Cualificaciones Profesionales facilitar la movilidad de los trabajadores en el mercado nacional y europeo, por lo que los certificados tienen validez en toda Europa ¿esto qué supone a nivel práctico?
Bien, aquí tenemos que entrar en el farragoso tema de las legislaciones autonómicas: Quienes lleven un rato metidos en esto del adiestramiento profesional sabrán que, a raíz de la publicación de la polémica Ley Nacional de animales potencialmente peligrosos y el Real Decreto asociado, es cuando empiezan a surgir estos temas de la necesidad de cumplir determinados requisitos para ser adiestrador puesto que en esta ley se citaba expresamente la necesidad de regular a los adiestradores de guarda y defensa (y únicamente a estos) pues, por la relación de estos tipos de entrenamiento con la agresión, se consideraba que estos adiestramientos podrían suponer un factor de riesgo.
La puesta en marcha de dicha ley debía ser llevada a cabo por las autonomías, y aparecieron tres posibles afrontamientos autonómicos del problema:
- Autonomías que aún no han legislado al respecto.
- Autonomías que han legislado exactamente lo que requería la ley nacional: a los adiestradores que llevan a cabo adiestramientos de guarda y defensa, requiriéndoles unas condiciones y el registro de su actividad laboral en este aspecto.
- Autonomías que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, (y que el/los profesional/es experto/s que les asesoraba/n tenía intereses directos en el sector) decidieron ir más allá del texto de la ley nacional que, recordemos, hacía mención EXPRESA y ÚNICA a los adiestradores de guarda y defensa, y exigir el cumplimiento de determinadas condiciones para ser adiestrador de perros de cualquier especialidad e incluso para trabajar en núcleos zoológicos. Normalmente parecía que parte de estas condiciones (¡oh casualidad!) eran pasar por la escuela de formación de estos asesores. Esto en realidad nunca fue así, porque el estado no otorga este tipo de monopolios y en todas estas autonomías a nuestros alumnos, cuando presentaban los certificados formativos obtenidos en nuestra escuela, se les concedía la capacitación en esa Comunidad, si bien es cierto que en algún caso desde la Consejería correspondiente se pusieron en contacto con nosotros para recabar algún dato sobre nuestra empresa o sobre el curso que había recibido el alumno, con el objeto de confirmar la idoneidad de la formación. En el cien por cien de los casos consultados nuestros alumnos obtuvieron su capacitación para ejercer a nivel autonómico. Nunca ha sido cierto que hubiera que pasar por determinadas escuelas para poder ejercer, han sido maniobras de mediocres para conseguir gracias al miedo unos clientes que eran incapaces de captar en el libre mercado, bien por la falta de calidad de sus productos formativos, bien por la incompetente gestión de sus responsables.
En otras comunidades también surgían convocatorias de exámenes para capacitarse como adiestrador a nivel autonómico que, por la tardanza en convocarse, paraban las posibilidades de ejercer cumpliendo este requisito de muchos jóvenes profesionales.
Un caos vaya.
Las Cualificaciones Profesionales, a partir de que se termine el proceso y se publiquen los Certificados de Profesionalidad (porque la publicación de las Cualificaciones en el BOE no suponen la culminación del proceso sino un paso intermedio, aunque uno muy importante), por su carácter nacional y europeo, debe llevar a que las Comunidades Autónomas que exigen algún tipo de capacitación para ejercer como adiestrador en su territorio (pues aunque a nivel nacional no se obligue a certificarse sí se podrá hacer a nivel autonómico) se adapten a los temarios y condiciones de dichos Certificados de Profesionalidad, siendo igualmente válidos los Certificados de Profesionalidad que se hubieran obtenido en cualquier punto de España.
Otra cosa es que, a día de hoy, por lo que comentaba sobre que el proceso no ha terminado, ningún centro puede impartir esta formación de manera homologada, pues nadie puede homologarse antes de que se publique el Real Decreto que regule los Certificados de Profesionalidad. Lo que sí se puede hacer, y es ventajoso para las escuelas de formación que lo hagan, es adaptar los temarios a las Unidades de Competencia de las Cualificaciones Profesionales (como ya hemos hecho en EDUCAN y también en muchas otras escuelas), porque así la formación que reciban sus alumnos les servirá para certificarse posteriormente.
Es importante saber esto porque, en este momento del proceso, no existe ni formación homologada ni homologación oficial de la formación que se ha recibido (por cierto los centros de formación son los que se homologan, no los alumnos, estos se certifican) y está apareciendo publicidad engañosa mencionando ambos temas. Debe huirse de quienes la hacen porque, o bien no se han enterado de cómo va la cosa o están jugando a las medias verdades para captar a sus alumnos, dos buenos motivos para no querer formarse con ellos.
También han surgido entidades que se ofrecen a “homologarnos/certificarnos” la formación que hayamos cursado en otras escuelas, esto va más allá de la mentira y lo que realmente ofrecen es un fraude en toda regla: les pagas un dinero y “certifican” que las horas formativas realizadas en otras academias se han realizado con ellos (¿?) y que el temario corresponde al de la Unidades de Competencia de las Cualificaciones Profesionales. Lo que “venden” son certificados falsos de cursos inexistentes, lo que les vale para dos cosas: ganar dinero sin ningún esfuerzo real y presentarse en un futuro próximo como escuelas o entidades relevantes al tener un alto número de alumnos que han “cursado” formación con ellos. Igual les podría dar cobrar algo más de dinero y “certificar” que se han realizado horas lectivas con ellos que en realidad no existen, o sea tú me pagas y yo te firmo que te he dado un curso chupi-guay con todas las horas necesarias para que te acredites, así nos ahorraríamos el engorroso trámite de hacer realmente el curso. Como digo esta práctica es fraudulenta y por ello ilegal.
En todo caso este proceso, cuando pase esta primera marejada de picaresca, será ventajoso para el sector y para los que trabajamos en él, en una u otra área.
Y siempre recordad que la práctica profesional es tan válida para certificarse como la formación, si llevas tiempo ejerciendo no necesitarás pasar por una escuela, basta con que aportes tu currículo detallado. Aunque volveré sobre este tema en el próximo post de esta serie.
Recientemente se han publicado en el BOE tres cualificaciones profesionales referidas al sector del entrenamiento y modificación de conducta canina:
“Adiestramiento de base y educación canina”
Unidades de competencia (lo que sería el equivalente a asignaturas) que componen la cualificación:
- Técnicas de adiestramiento de base aplicadas a perros. (Módulo formativo asociado de 150 horas)
- Modificación de conductas no deseadas a perros. (Módulo formativo asociado de 90 horas)
- Cuidados higiénicos aplicados a perros. (Módulo formativo asociado de 30 horas)
- Primeros auxilios aplicados a perros. (Módulo formativo asociado de 60 horas)
“Instrucción canina en operaciones de seguridad y protección civil”
Unidades de competencia que componen la cualificación:
- Técnicas de adiestramiento de base aplicadas a perros. (Módulo formativo asociado de 150 horas)
- Adiestramiento de perros para defensa y vigilancia. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
- Adiestramiento de perros para detección, búsqueda, salvamento y rescate de víctimas. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
- Búsqueda y detección de sustancias olorosas con perros. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
- Cuidados higiénicos aplicados a perros. (Módulo formativo asociado de 30 horas)
- Primeros auxilios aplicados a perros. (Módulo formativo asociado de 60 horas)
“Instrucción de perros de asistencia”
Unidades de competencia que componen la cualificación:
- Selección, preparación del cachorro e integración de perros externos a la línea de cría para ser adiestrados como perros de asistencia. (Módulo formativo asociado de 60 horas)
- Técnicas de adiestramiento de base aplicadas a perros. (Módulo formativo asociado de 150 horas)
- Técnicas de adiestramiento y vinculación aplicadas a perros guía. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
- Técnicas de adiestramiento aplicadas a perros señal. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
- Técnicas de adiestramiento y vinculación aplicadas a perros de aviso. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
- Técnicas de adiestramiento y vinculación aplicadas a perros de servicio. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
- Técnicas de adiestramiento y vinculación aplicadas a perros para personas con trastornos del espectro del autismo. (Módulo formativo asociado de 120 horas)
Esto ha causado un gran revuelo y desconcierto en el sector, particularmente entre los más novatos y en aquellos que están formándose como profesionales o piensan hacerlo. Lo cierto es que esta inseguridad está siendo usada por algunas empresas de formación para intentar hacer creer en la necesidad de pasar por sus aulas (y sus cajas registradoras) para certificarse como adiestradores y poder ejercer esta profesión.
Como he sido uno de los asesores que han colaborado como expertos en el proceso de puesta en marcha de estas cualificaciones y he redactado la Guía de Evidencia de la unidad didáctica “Técnicas de adiestramiento de base”, común a las tres cualificaciones, creo que estoy en buena disposición para explicar la realidad de las cosas, además como director de una escuela de formación de profesionales que podría beneficiarse de la mala interpretación de estas cualificaciones tengo la obligación moral de hacerlo para evitar abusos y picarescas (que por desgracia ya están surgiendo). Por eso creo que esta serie de post son los más importantes que he escrito nunca.
Las cualificaciones profesionales son “conjunto de competencias profesionales con significación en el empleo que pueden ser adquiridas mediante formación modular u otros tipos de formación, así como a través de la experiencia laboral” (Ley 5/2002 de las Cualificaciones y de la Formación Profesional).
¿Esto qué quiere decir?, muy sencillo, una cualificación profesional es el conjunto de conocimientos y destrezas que son necesarias para desempeñar un puesto de trabajo concreto, el que da título a cada cualificación. Quienes prueben que tienen esos conocimientos y destrezas obtendrán el Certificado de Profesionalidad, que es un título oficial y de carácter nacional pero expedido por el ministerio de trabajo en lugar de por el ministerio de educación.
Lo primero que hay que decir es que, en estas tres cualificaciones concretas, no se pretende que sea obligatorio tener este certificado para ejercer legalmente, quien no desee certificarse podrá darse de alta en Hacienda y montar su empresa de adiestramiento sin ningún problema, pues el objetivo de las cualificaciones es ayudar a las personas que ejercen o han aprendido una profesión pero no pueden demostrarlo mediante una titulación oficial para optar a un puesto de trabajo o para convencer a un potencial cliente de su pericia. Las cualificaciones profesionales buscan ayudar en la búsqueda de trabajo y no limitar el acceso a él. Otra cosa es que las Comunidades Autónomas que exigen alguna formación para inscribirse en el registro de adiestradores de animales deberán ceñirse a este modelo de formación al ser de rango nacional, el tema de las Comunidades Autónomas es el más complicado y farragoso y debe desarrollarse en un artículo propio de esta serie, probablemente el próximo.
También es interesante saber que se puede acreditar una o varias de las unidades de competencia en caso de no cubrirse los requisitos de todas las que componen la certificación, pues una de las principales características de este sistema es su modularidad que permite acreditaciones parciales, esto facilita, entre otras cosas, que alguien puede formarse en varias escuelas y que no tenga que vincularse a una para el total de su formación. Algo que favorece la competencia y la calidad formativa: si no me gusta cómo funciona una escuela no tengo porque permanecer con ella.
El objetivo de los certificados de profesionalidad es reconocer las capacidades que alguien ha adquirido en una profesión a través de vías diferentes a la formación reglada, normalmente por formación no formal (la que se da en las escuelas de adiestramiento) o a través de experiencia profesional desempeñando el puesto de trabajo sobre el que versa la cualificación. Por supuesto ambas formas se pueden combinar, por lo que alguien que quiera obtener esta cualificación deberá aportar certificados de los temarios y número de horas que haya cursado, así como también las pruebas de su experiencia laboral. Todo lo que hayáis hecho hasta ahora puede contar si se adecúa a los contenidos de las unidades didácticas. Por lo que la mayoría de los profesionales que lleven tiempo ejerciendo no tendrán que realizar ningún curso extra para conseguir su certificado, la experiencia demostrable es una vía tan válida para certificarse como la formación no formal.
El objetivo de este primer artículo es evitar que la gente que empieza no crea, le digan lo que le digan, que tiene que pasar por el impuesto revolucionario de estudiar con alguna escuela concreta para poder trabajar como adiestrador: En primer lugar porque no va a ser necesaria la certificación profesional para ejercer y además porque será válida la formación con cualquier escuela que se adecúe al temario de cada cualificación profesional. Nadie debería usar la coacción y la mentira para conseguir alumnos, no quiero ni una sola matrícula en EDUCAN por este motivo: las buenas escuelas no necesitan usar el miedo, sino la ilusión de los alumnos por aprender con los mejores.
Como Nuria (Yeska) y Luis me tiran de las orejas para que vuelva al quehacer blogero y el otro día charlando con los excelentes y muy recomendables adiestradores Víctor Manzanares y Alba Dorado, responsables de la sección de obediencia del club de Agility del Baix Llobregat, me hicieron notar que les sorprendía agradablemente lo importancia que le dábamos a los aspectos comerciales del trabajo de adiestramiento, he pensado que podía escribir este artículo sobre uno de los pilares que, EMO, fundamentan el éxito comercial: La cadena de producto, publicidad y atención a los potenciales clientes.
En nuestro sector, en ocasiones, parece que ser profesional es algo con mala imagen y resulta más atractiva una cierta bohemia, pero yo siempre he pensado que, como decía Howard Hawks, el mundo se divide en profesionales y patulea. Quien no se toma en serio la parte profesional de ser adiestrador o técnico en modificación de conductas debería mantenerse como aficionado y no cobrar por sus servicios a nadie.
Yo tengo suerte: adoro el trabajo de entrenador de perros y otros animales, pero también me gusta mucho el de empresario. Competir, hacer crecer y consolidarse a una empresa me parece uno de los deportes más apasionantes que se pueden practicar, con la característica de que los puntos que se obtienen cuando lo haces bien son dinero real: la facturación y los beneficios, ventaja importante porque estos puntos son directamente canjeables por cosas en las tiendas ;).
Para hacer un buen trabajo como profesional hay que tener al menos tres cosas: un producto de calidad, una publicidad que haga que los potenciales consumidores de este producto sepan que existimos y que es interesante contratar con nosotros y, por último, una cadena de recepción bien engrasada para que las personas que se han interesado en nuestro servicio queden rápida y correctamente informadas sobre nosotros y nuestros servicios, pudiendo así elegir contratarnos antes que a otro colega de la competencia.
Casi todas las empresas o profesionales del perro intentan conseguir calidad formándose y actualizándose para que sus servicios de adiestramiento y modificación de conducta sean buenos. Pero ningún producto es bueno si no llega a sus potenciales consumidores: sin una publicidad adecuada no podremos ser una buena empresa de adiestramiento, de hecho sin publicidad no conseguiremos ser una empresa de adiestramiento, porque sin clientes no se pueden hacer trabajos, ni buenos ni malos :(. Esta publicidad debe ser honesta y coherente con nuestra manera de trabajar para que los beneficios no sean sólo a corto plazo sino que nos ayuden a posicionarnos en el mercado de manera consistente y fiable. Y, por cierto, los clientes satisfechos son una publicidad importante.
El último eslabón de la cadena es cómo recibimos a esa persona que, ya sea a través de nuestra publicidad o de las referencias de otros clientes, se interesa por alguno de nuestros servicios: si no somos rápidos, ordenados y honestos al dar la información, así como agradables durante la comunicación es muy fácil que fracasemos.
Si somos lentos y tardamos más de un día en responder (en esto siempre me ha insistido mucho mi Webmamámaster, tanto que me ha convencido) a una solicitud de información es muy probable que el interesado contrate con otra empresa más diligente. Por desgracia estamos acostumbrados a que nuestras necesidades de consumo se cubran muy rápidamente, y casi nos parece ofensivo que, cuando nos hemos interesado en contratar o comprar algo, no se apresuren a atendernos (¿Cuántos hemos dicho aquello de “… y después dirán que hay crisis” cuando han tardado un poco más de lo esperado en darnos un servicio?). Aunque personalmente no comparto esta visión, pues muchas empresas pequeñas y con personal muy centrado en el aspecto técnico del trabajo tienen una cierta lentitud en la respuesta comercial al no poder mantener un departamento específico para hacerlo, y sin embargo ofrecen un producto de mayor calidad que su competencia, que tiene más recursos en atención comercial que en servicio técnico, pensemos en algunas empresas de telefonía (hum… me faltan iconos para acompañar este ejemplo de manera expresiva) . Como digo no me gusta demasiado, pero este es el juego, si no lo juegas no puedes ganar: la experiencia del consumidor asocia velocidad de respuesta con calidad, así que hay que currárselo y dársela.
Con respecto a la amabilidad sucede exactamente lo mismo, quien nos contacta espera un trato agradable por nuestra parte y debe obtenerlo. Esto sí lo comparto, ser amable y educado debería ser una norma de convivencia, no solo de gestión comercial.
Por último debemos ser honestos, claros y ordenados en la exposición de nuestros servicios: tendremos problemas si un cliente percibe que no ha recibido el servicio esperado, ya sea porque nuestra información no es honrada (aún veo mucha gente que “vende” un adiestramiento completo de obediencia como algo necesario a alguien que tiene un perro con APS) o porque hemos sido aturullados en nuestra explicación y el cliente ha entendido mal cuál y cómo era el servicio. Debemos recordar que el cliente interpretará lo que escucha por lo que desea oír y por la expectativa previa que pueda tener sobre lo que es un adiestramiento o un proceso de modificación de conducta, y últimamente la televisión no está ayudando mucho a que esta expectativa sea realista 🙁 :(. Esto debe compensarse mediante una explicación impecable por nuestra parte, sin la cual es fácil que durante o al final del servicio surjan malas interpretaciones que pueden llevar a la insatisfacción del cliente con la consecuente publicidad negativa boca a oreja.
Ser un profesional implica conocer y preocuparse por aspectos del servicio más allá de los puramente técnicos, sin desatender estos. Quienes tengan un producto de calidad tienen lo más importante para iniciar su actividad: el motor. La publicidad y la atención al cliente serán las ruedas que necesitamos para movernos en alguna dirección.
Desde el principio informo de que esta segunda parte de cómo gestionar el tiempo en una empresa de adiestramiento es más corta que la primera y que mi último artículo, porque tengo las orejas más largas que una reina Masai de los tirones que me da mi Webmaster cuando me excedo en la longitud de los artículos. Prometo ser bueno o al menos breve, o al menos más breve 😉
Una de las características principales de nuestro trabajo es que se desarrolla en diferentes ámbitos: una parte la hacemos con los clientes, otra en nuestra casa/oficina y no poco de nuestro tiempo pasa en el coche. Obviamente lo que podemos hacer y cómo rendiremos haciéndolo cambiará según el contexto en el que nos encontremos (no es igual atender una llamada cuando estás trabajando con un cliente que en el coche o en la oficina). Esta peculiaridad del oficio de adiestrador no ha sido tomada demasiado en cuenta en la mayoría de opciones de organización del trabajo, porque la mayoría de la gente “normal” suele trabajar en su oficina, con ocasionales reuniones y poco más. Su cotidianeidad no cambia cada rato como la nuestra.
Hay tres recomendaciones que son de mucha ayuda en nuestra situación:
- Diferencia qué tareas puedes hacer en cada contexto.
- Optimiza los contextos para que sean de la máxima rentabilidad laboral.
- No intentes estirar demasiado el tiempo.
Dicho así suena bonito pero ¿Exactamente a qué me refiero?
Diferenciar las tareas que puedo hacer en cada contexto de trabajo
Siguiendo el ejemplo anterior, todos hemos atendido una llamada mientras dábamos una clase, en el coche y en casa. Y todos nos habremos dado cuenta de que esa tarea se realiza de forma óptima en casa, de forma aceptable en el coche y francamente mal mientras que trabajamos con un perro (salvo que lo que estemos haciendo francamente mal sea la clase que le damos al perro). La propuesta que hago, y que me ha sido de mucha ayuda, es poner negro sobre blanco la lista de tareas usuales que nos demanda nuestra profesión (dar clase a los perros y propietarios, atender llamadas, diseñar y escribir terapias, hacer publicidad de la empresa, atender el mail…) y la lista de contextos en los que trabajamos (típicamente: trabajo en casa/oficina, sesiones de adiestramiento, tiempos de espera y desplazamientos), luego debemos escribir en qué contextos es posible realizar cada tarea correctamente, cuál o cuáles contextos son óptimos y la tarea nos saldrá perfecta y en cuáles en imposible hacer bien dicha tarea. Así sabremos qué podemos hacer en cada momento y será más fácil (y con esto quiero decir menos difícil) organizar el tiempo correctamente.
Vuelvo a los ejemplos: Sé que puedo contestar una llamada aceptablemente mientras conduzco (siempre que tenga un manos libres), por lo que si me entra una la puedo coger, pero si veo que esta llamada es la más importante de mi carrera le indicaré a quien me llama que le devolveré la llamada más tarde, porque el contexto óptimo para atender una llamada es en mi casa/oficina o durante los tiempos de espera entre adiestramientos y no voy a arriesgarme a hacerlo sólo correctamente. Sin embargo si me suena el teléfono durante una sesión sé que no puedo atenderlo- ni siquiera aceptablemente- sin estropear mi atención al perro, por lo que no lo cogeré, ya devolveré la llamada al terminar. De hecho yo desconecto el teléfono cuando trabajo con perros o al menos lo hago casi siempre, porque aún recuerdo una llamada mientras rastreaba en una selectiva del CEPPA que me costó un mal trago (y muchos puntos 🙁 🙁 ).
Sin embargo contestar los mailes no puedo hacerlo aceptablemente bien mientras conduzco, por lo que intentar pegarme con la BB para hacerlo siempre me dará un resultado insuficiente y supondré un riesgo para mí y para los demás conductores. Sin embargo en las esperas puedo escribir aceptablemente a través de la BB, pero no perfecto pues es más incómodo que un teclado y al final esto afecta a lo que escribes: si el mail es muy importante esperaré a llegar a mi casa u oficina (¡cómo se mezclan estos conceptos cuando te dedicas al adiestramiento! ;)) para contestar.
El diseño de una terapia me es imposible realizarlo (a mí, cada uno es un mundo) aceptablemente en ninguna circunstancia que no sea en casa, que es el contexto óptimo, por lo que aquí no tengo más opción que hacerlo en casa siempre.
Optimizar los contextos de trabajo
Mi segundo consejo, que complementa al anterior, es adecuar cada contexto de trabajo para poder sacarle el máximo de partido, puesto que sabemos que estaremos frecuentemente en cada una de las situaciones de trabajo descritas debemos adaptarnos: pon un buen manos libres en el coche, usa como teléfono una BB o cualquier dispositivo que te permita recibir y mandar mails con comodidad desde tu coche, pon un GPS para no gastar tiempo en buscar direcciones, usa una agenda con alertas… no racanees, no son situaciones ocasionales, si te dedicas a esto te pasarás años teniendo que trabajar así, tenerlo todo preparado te ayudará más de lo que piensas.
No estirar el tiempo demasiado
Los puntos anteriores se completan con una correcta planificación del tiempo empleado en las tareas, mis recomendaciones son muy sencillas: reserva un tiempo diario para el trabajo en casa (pueden bastar ochenta minutos), si no lo haces se te acumulará el trabajo de oficina y te saldrá peor. Para el trabajo fuera de casa (visitas comerciales, sesiones…) haz previsiones de tiempo con holgura, si vas conduciendo a toda prisa y estás al borde de llegar tarde casi ninguna tarea se podrá realizar aceptablemente. Yo siempre dejo diez minutos extra sobre lo que preveo que necesitaré, si me excedo siempre sé qué tareas puedo hacer para aprovechar las esperas. También es importante ponerse un tiempo máximo de trabajo al día, si trabajas demasiado te vuelves ineficaz e irritable, es más fácil que cometas fallos y al final eso hará que se resienta el negocio.
Esta manera de organizarnos es muy sencilla cuando nos ponemos a ello y si la seguimos consistentemente (por cierto: estoy seguro que a la gente que no adiestra se le ocurren muchas menos ocasiones en las que usar la palabra “consistencia” 😉 ) veremos una mejora realmente notable de la calidad de nuestro trabajo y disminuiremos muchísimo nuestro estrés, que el exceso de estrés no sólo es malo en los perros.
Si tienes una empresa de adiestramiento de perros a poco que vaya sólo medio bien tu principal problema de trabajo será gestionar el tiempo.
Esto es normal, esta es una profesión vocacional y nos solemos preparar únicamente como técnicos del aprendizaje y la conducta de los perros, todo lo demás que conlleva una empresa lo vamos aprendiendo sobre la marcha: tenemos que ser secretaria, administrativo, gestor, chofer y no sé cuántas cosas más para poder funcionar. Normal que nos agobiemos.
Ahora sabemos a nivel científico que la multi-tarea es un mito y que intentar hacer varias cosas a la vez sólo sirve para desconcentrarnos, empeorar nuestros resultados y cargarnos de estrés, por eso en las profesiones en las que estamos obligados a realizar labores muy diferentes la gestión del tiempo es fundamental.
Recientemente en nuestra empresa experimentamos un fuerte crecimiento, no sólo de la demanda de nuestros productos sino de nuevas líneas de trabajo, que nos obligaban a asumir nuevas labores. Al entusiasmo de los nuevos proyectos y la alegría por el crecimiento de la empresa le siguieron rápidamente la sensación de desborde y de “no llegamos, no llegamos” que tan bien conocía de mi paso por la publicidad.
Ahora hemos conseguido mejorar nuestra gestión del tiempo (aunque debo reconocer que aún tenemos que mantener bastantes más horas de trabajo de las recomendables para cubrir todas las áreas), creo que hay una serie de consejos que pueden facilitar esta mejora en cualquier empresa del sector:
- No desaproveches las horas de baja actividad: Si tienes un horario en el que no es habitual que estés ocupado en adiestramientos (típicamente las mañanas entre diario) elige una de las tres siguientes estrategias: realiza ofertas que mejoren el precio a los clientes que acudan en estas horas, reserva ese tiempo para trabajos de oficina o aprovéchalo para desconectar del trabajo practicando alguna afición, pero no dejes esas horas muertas, te generarán pereza y dificultad para trabajar concentrado antes y después.
- Responde por teléfono consultas en las que no merece la pena hacer una visita: Muchas veces nos preguntan por pequeños problemas que pueden ser solucionados por teléfono y nosotros, queriendo aprovechar la ocasión de presentar nuestro producto a un potencial cliente concertamos una entrevista. Si por teléfono comprobamos que el interés del cliente está restringido al motivo de su consulta lo mejor que podemos hacer es darle solución aconsejándole por teléfono: habremos dado una excelente imagen y nos habremos ganado un embajador de nuestra empresa, si insistimos en la entrevista es probable que gastemos una tarde y que, aunque nos contratasen, no sea rentable el balance entre tiempo invertido y facturación. Además cobrar por las pequeñeces no da una buena impresión.
- Enfoca tu atención en una única cosa cada vez: Para quienes tenemos que atender varios frentes esto puede parecer imposible, nosotros lo hemos solucionado dividiendo el tiempo de trabajo en fracciones, ochenta minutos en nuestro caso, que dedicamos íntegramente a un tema. Después de cada fracción nos obligamos a un descanso de diez minutos y retomamos la siguiente fracción también dedicada a un único tema (puedes continuar el de la fracción anterior o cambiar de asunto). Esto permite atender varios asuntos en el día concentrándonos en cada uno de ellos, sin esa sensación de urgencia que da el trabajar en algo teniendo otras cosas importantes pendientes. Yo siempre empiezo el día dividiendo los asuntos entre las fracciones de tiempo disponible.
- Sigue la regla de los tres minutos: Si surge cualquier asunto y puede ser solucionado en menos de tres minutos (una cita, la consulta de un dato…) realiza esa tarea en ese mismo momento, así no acumularas asuntos pendientes sin necesidad. Si requiere más de tres minutos anótala y asígnale una fracción de tiempo para atenderla con concentración plena.
- Organiza tus reuniones de trabajo: Uno de los males más extendidos en nuestro sector es la afición a convocar reuniones en las que la gente se dispersa, divaga y no avanza. Debo reconocer que esto es algo que me ataca los nervios, una reunión debe tener un guión escrito de los temas a tratar que se envíe a todos los convocados y un/os objetivo/s , durante la reunión se deben exponer estos temas y asignar tareas concretas a los asistentes para cubrir los objetivos, la siguiente reunión se convocará cuando se hayan alcanzado y también tendrá un guión definido de temas. Así cada reunión se convoca cuando es necesaria para avanzar y no se convierten en actos sociales.
- Los nuevos protocolos de trabajo no requieren más tiempo, sino una nueva manera de organizar el tiempo: Es habitual que cuando le comento a algún alumno que ya es profesional una potencial mejora en alguno de sus servicios me responda diciéndome: “Sí eso estaría muy bien, pero no tengo tiempo de hacerlo” ¡¡Pero si no somos capaces de implementar nuevos protocolos estamos condenados a no avanzar!! Lo que hoy es lo más actual no lo será (Dios no lo quiera) dentro de cinco años, si no cambio dejaré de ser competitivo porque perderé calidad. Pondré un ejemplo que me ha surgido este mismo fin de semana con un alumno de nuestro curso de Adiestrador Profesional y Técnico en Modificación de Conducta, este alumno es peluquero canino y trabaja para una empresa que da este servicio a particulares. Me preguntó si existe alguna técnica que evite que los perros que llegan a peluquería vacíen las glándulas anales, pues les sucede con frecuencia y es muy desagradable. Le respondí que el problema está en que los perros pueden pasar mucho distrés e incluso miedo cuando van a la peluquería: se les deja de golpe en un sitio desconocido, se les obliga a bañarse y se les seca con un expulsador que parece una turbina de avión, se les ata para cortarles el pelo, normalmente con una máquina que hace un fuerte ruido. Mi propuesta fue que invitaran a los clientes a pasar por la peluquería con el perro para habituarse al ambiente, que el peluquero le de unos premios de vez en cuando y que, antes de su primer corte de pelo, asocie un estado emocional positivo a la peluquería, que nos ayudará a evitar el problema de las glándulas anales (y otros muchos por cierto). La respuesta fue la de siempre “es que no tenemos tiempo para hacer eso”, esto nace de un error de mentalidad, cuando ya tenemos una operativa de trabajo cambiarla siempre supone una inversión de tiempo, pues tenemos que seguir un orden diferente en lo que hacemos, hacer algunas cosas nuevas y suprimir algunas que estábamos haciendo. Lo que tenemos que evaluar es si, una vez hecho el cambio en la forma de trabajar, realmente la nueva manera nos ocupará más tiempo y si le dará una mayor calidad a nuestros servicios, trayendo más clientes o fidelizando a los que tenemos. En este caso concreto creo que el tiempo mejoraría, pues no es igual manejar un perro asustado y agobiado que a uno amigable, que confía en la persona que lo maneja, lo que redundaría en poder hacer un corte con más facilidad, esto implica más calidad de resultado en menos tiempo (yo he sido peluquero y no quedan igual los perros que colaboran con el corte que aquellos que requieren sujeción). Además ofreces una mejor imagen a los propietarios, que valorarán la preocupación por sus perros y la mejora final en la calidad del corte. Aunque durante un par de meses pueda ser un engorro utilizar el nuevo protocolo enseguida se volverá rentable y un argumento de venta del producto, que lo diferenciaría de los que ofrece la competencia.
Como ya me he liado con la extensión (jo, es que este ejemplo me surgió con el artículo casi terminado y tenía que meterlo :(), dejaré unos cuantos consejos para una segunda entrega.
Como prometí dejar por un tiempo los posts técnicos y para darle una alegría a mi amigo Jesús B, que sé que le molan las listas de consejos, voy a aprovechar para poner un decálogo de cosas que NO debe hacer un adiestrador. Por supuesto lo escrito es mi opinión y es perfectamente razonable que haya quien no la comparta.
- No cortes las explicaciones del cliente en cuanto localices el problema (“no me cuentes más, esto es ansiedad por separación”), no estamos en un concurso ni en un examen, la gente quiere y agradece sentirse escuchada. Es probable que en su entorno le quiten importancia o no le presten interés suficiente cuando habla de su perro. Su profesional debe darle tiempo para trasmitir los datos y para liberar la tensión que le supone su problema ¡La gestión emocional no sólo es cosa de perros!
- No “remates a gol”, si el cliente te habla de otro profesional al que ha consultado y con el que no está contento o cuyo argumentario no le ha gustado no aproveches esto para hacer notar sus carencias o errores. Esto pasa con demasiada frecuencia y al final enturbia el ambiente entre compañeros, nos aísla como profesionales, da una mala imagen a largo plazo ¡y que no está bien hacerlo, leche!
- No pierdas la actitud profesional. Las características de nuestro trabajo potencian la implicación a nivel emocional. Esto es un aliciente: quienes empiezan como clientes suelen terminar como amigos, pero esto no debe alterar el trato durante el proceso que tenemos en marcha. La confianza fácilmente puede llevar a que nos relajemos durante el adiestramiento, con lo que los resultados empeorarán.
- No regañes a tu cliente, es demasiado frecuente ver adiestradores que, cuando el cliente ha cometido un fallo en el manejo de su perro o no ha seguido las pautas indicadas por ellos, se enfadan y le echan en cara todo lo que están haciendo por él, que no es capaz de implicarse siguiendo unas sencillas instrucciones. Nadie contrata a un adiestrador para esto (todos tenemos un familiar que disfruta haciéndolo gratis), además conseguirás que tu cliente te oculte sus errores para evitarse broncas. En muchos problemas de conducta será imposible seguir la evolución del trabajo sin estos datos. Para conseguir la colaboración del cliente el enfado es una mala estrategia.
- No hagas exhibiciones de erudición, a veces sucede que cuando el adiestrador explica el problema de un perro lo hace con una profundidad técnica innecesaria. La mayoría de los clientes no desean conocer la bioquímica del estrés, aportar estos datos hará que se empachen de información y enfoquen peor la referida a cómo deben tratar el problema y por qué. No hablo de no informar, me refiero a hacerlo en el nivel adecuado. Si voy al mecánico no quiero saber cómo funciona el motor de mi coche, quiero que me indique qué está roto, cómo lo va a arreglar y qué debo hacer con el coche para evitar que el problema reaparezca (vale, vale, también quiero saber cuánto me va a costar). La mayoría de propietarios tienen el mismo enfoque sobre la solución de los problemas de su perro.
- No trates al cliente como si fuera tonto, a veces se cae en el error contrario al anterior, dándole una información insuficiente o diciéndole que determinados temas son demasiado complejos para explicárselos en detalle. Salvo que nos dirijamos a alguien de menos de doce años esto es ofensivo y muy descortés.
- Diagnosticar no es el final del trabajo, aún veo profesionales de la modificación del comportamiento que hacen un gran esfuerzo para conseguir una buena diagnosis, pero cuando la tienen se limitan a pasar al cliente un papel con una terapia estándar del problema que han localizado. Las pautas generales son la base del trabajo (no el final), tienes que personalizarlo para las características del perro, del propietario y tomando en cuenta sus circunstancias concretas. Si tratas exactamente igual todos los casos no tratas óptimamente ninguno.
- No bases la valoración que hacen tus clientes sobre ti sólo en lo que te dicen, piensa que es muy violento comentarte a la cara los puntos flojos de tu trabajo, máxime si les ayudaste a solucionar un problema. Esto puede hacer que tengamos pequeñas cosas que podemos mejorar y que nadie nos hace notar: quizá nuestro lenguaje sea demasiado técnico o brusco, nuestras clases se perciban como demasiado cortas o largas… mil detalles. Debemos acudir a otras fuentes de información para captarlos: hablar con el veterinario de nuestro cliente, su tienda de animales o incluso enviar una encuesta de satisfacción. Es importante pulir esos pequeños defectos para mejorar el servicio, además si no los percibimos tienden a consolidarse.
- No tienes que saberlo todo para ser un buen profesional. Puedes consultar a otros profesionales en los casos complejos e incluso derivar clientes a otros compañeros, nadie es especialista en todo ¡No la tienes más pequeña por eso! (La capacidad de adiestrar, ¿o qué pensabais?).
- No descuides tu imagen, ya ha pasado a la historia ese adiestrador impuntual, con ropa de color y antigüedad indescifrables y cuyo olor a perro llega veinte minutos antes que él. Ser auténtico no tiene nada que ver con la informalidad ni con el jabón.
Y como consejo extra…
No demuestres más asombro que tu cliente cuando el trabajo salga bien, recuerda que detrás de todo adiestramiento perfecto siempre hay un adiestrador sorprendido ;).
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Ser adiestrador profesional suele ser una elección personal que nos permite dedicarnos a lo que más nos gusta, sin embargo ese mismo entusiasmo suele volvernos menos sistemáticos y menos críticos cuando elegimos y analizamos la manera de gestionar nuestro negocio, esto puede ser suplido por nuestro buen hacer técnico o por nuestras capacidades de comunicación durante las épocas de bonanza: estos últimos años, cuando parecía que todos teníamos dinero para todo, han florecido más empresas de adiestramiento que en toda la historia de la profesión en nuestro país. Pero cuando llegan las vacas flacas no es suficiente ser bueno adiestrando o tener mucho carisma, si queremos mantenernos en el mercado debemos actuar consistentemente a nivel empresarial.
Estamos en un momento delicado, la economía está fastidiada y eso nos afecta a todos, particularmente a quienes nos dedicamos al sector de servicios, pero crisis en chino se escribe uniendo el ideograma que significa “peligro” con el ideograma que significa “oportunidad” así que este puede ser el momento en el que una revisión adecuada de cómo trabaja tu empresa puede hacerte destacar de la competencia y aumentar tu facturación y presencia en el mercado. En EDUCAN hemos aumentado la facturación en estos últimos dos años más de un treinta por ciento ¿Cómo? Tomando una serie de medidas muy sencillas:
- Aumenta el presupuesto en publicidad: En muchas ocasiones (o sea, casi siempre) las empresas de adiestramiento vamos “ajustados” de presupuesto y en cuanto baja la facturación nos duele enormemente el soltar pasta para publicidad, siempre se empieza uno a argumentar que los clientes vendrán por otros clientes satisfechos, que nuestros proveedores de confianza (normalmente veterinarios) mantendrán un buen flujo de envío de clientes… Tonterías: la empresa que no se publicita no se posiciona y a la larga lo paga.
- Optimiza tu publicidad: La publicidad no consiste en gastar por gastar, comprueba dónde es eficaz tu publicidad y dónde no lo es y no reduzcas el gasto eliminando la publicidad ineficaz, reinvierte ese dinero en los canales que te traen más clientes.
- Comprueba y mejora tus protocolos de primer contacto con el cliente: El trabajo de la publicidad no es, como mucha gente cree, que te contraten, sino presentar el servicio a los posibles consumidores y hacer apetecible que elijan a nuestra empresa. La publicidad trae el potencial cliente a nuestra puerta, pero que pase es trabajo de quien recibe la llamada o el mail. Sigo viendo colegas que malatienden las llamadas mientras conducen, dan una clase a otro cliente o hacen otras mil cosas, también sé de mailes sin responder durante días o que se responden con faltas de ortografía o con respuestas extra breves más propias de un SMS entre adolescentes que de un profesional que quiere convencer de su capacidad (he llegado a ver un mail de respuesta a un cliente, que contaba una larga historia sobre su perro, contestado con la siguiente frase: “Dame tu tfno. y te llamo yo. Adiós”) Revisar y depurar estos protocolos de primer contacto es fundamental para mantenernos en el mercado.
- Cuida a los trabajadores competentes: Si tenéis personas o empresas contratadas para diferentes servicios (informáticos, adiestradores, paseadores, personal de mantenimiento) y funcionan bien mimadles, subidles el sueldo, bajadles las horas, dadles incentivos… pero no los perdáis. El capital humano es fundamental en una empresa pequeña de servicios. Nosotros hace dos años bajamos a treinta y seis horas la jornada de los trabajadores de residencia y la hicimos intensiva, también subimos un cien por cien el sueldo de nuestros informáticos ¡y el año pasado se lo subimos un doscientos por cien!
- Quítate de encima a los malos trabajadores: Como decíamos al principio en este sector hay mucha gente que, teniendo una excelente capacidad y preparación, no son serios trabajando, se toman el adiestramiento como una afición que les da dinero y no como un trabajo “adulto”, también es un problema común que la gente desarrolle una necesidad de protagonismo exagerada cuando sus resultados son buenos. Ambas cosas son incompatibles con el trabajo y desarrollo serio de una empresa (salvo que sea el Real Madrid), afrontar una crisis requiere trabajadores, ni diletantes, ni primas donnas. Siempre es rentable deshacerse de los malos trabajadores.
- Revisa y adecúa los servicios que ofreces: En muchos casos las empresas de adiestramiento creemos que hay que ofrecer muchísimos servicios (perros de caza, de asistencia, detectores, de seguridad…) para dar una imagen de calidad o de tamaño, esto lleva a que con frecuencia suceda que cuando nos piden algún servicio de los ofertados, pero que es muy inusual, nos genere más costes e incomodidades al darlo que el beneficio obtenido. Cuando sale un cliente de este servicio –de pascuas a ramos- hay que dedicar un tiempo extra a conseguir todo el material necesario para entrenarlo, planificar un adiestramiento que requiere un esfuerzo extra porque no es habitual… un embrollo que, en realidad, termina siendo perjudicial para el profesional.
- Fideliza al cliente: El mayor esfuerzo para un buen profesional es captar un cliente nuevo, requiere tiempo y dinero. Sin embargo si nuestro trabajo es de calidad el cliente quedará satisfecho y encantado de habernos elegido, el adiestramiento de perros es un trabajo muy especial y los clientes suelen vincularse y valorar mucho al profesional que les ha ayudado, por eso debemos ofrecerle otros servicios que le permitan continuar trabajando con nosotros: salidas al campo, reuniones de socialización, actividades con su perro…
- Usa con cuidado Internet y las redes sociales: Todos sabemos que Internet y las redes sociales son un método barato y eficaz de publicidad y comunicación, sin embargo cada vez existen más abusos con bombardeos de correos, invitaciones, repeticiones de invitaciones y comunicaciones infinitas. Esto al final tiene un efecto contrario y hará que la gente termine dando al botón “ocultar” o “eliminar” para que nuestra empresa deje de darle la brasa. Tampoco más es mejor, a veces llenamos nuestros espacios de comunicaciones irrelevantes que causan desinterés en quien acude allí a buscar información de calidad. Antes de colgar algo piensa ¿para quién es interesante? Imagina la misma comunicación en el muro/blog/página de otro compañero ¿te resulta de interés? Si la respuesta es NO, no lo publiques tú. En este punto y en el anterior me parece modélico el trabajo de la empresa de residencia y adiestramiento WELCOME de Valencia. Lo que me lleva al último consejo: habla de la competencia sólo cuando puedas hacerlo bien 😉
Es frecuente que amigos que comparten la afición por el adiestramiento se planteen dar el paso a la actividad profesional montando una empresa entre ellos.
Pero estas empresas pueden acabar como el rosario de la aurora, terminando en muchos casos no sólo con la unión profesional sino con la amistad anterior que unía a los socios. En el mundo del adiestramiento de perros quien más y quien menos hemos pasado por esta situación, desagradable y emocionalmente agotadora.
Sin embargo creo que es posible que lleguen a buen puerto con una serie de normas que eviten la mayoría de malos entendidos y desencuentros.
Quizá el principal problema en estos casos es el nivel de implicación y las horas invertidas, es frecuente que la disponibilidad de tiempo (o las ganas) de los diferentes socios sea distinta. Esta idea del “cada uno que haga lo que pueda”, que al principio a todos les parece aceptable, termina convirtiéndose en una sensación de abuso por parte de los más currantes, que sienten que trabajan para su/s compañeros y que los repartos de dinero son muy injustos ¡y las frases del tipo “tú ya sabías que por las tardes yo no puedo adiestrar” no ayudan nada!
Mi propuesta es dividir el trabajo en categorías según dónde se realiza, no muchas categorías basta con dos o tres, por ejemplo: Trabajo de oficina, trabajo en la calle y desplazamientos largos. Después se le asigna un sueldo por hora trabajada a cada categoría, por ejemplo: cinco euros/hora la oficina, diez euros/hora el trabajo de calle y doce euros hora los desplazamientos largos. Cada uno de los socios cobrará las horas trabajadas y sólo se dividirá el (supuesto) beneficio que se obtenga tras pagar el trabajo de cada uno.
En este modelo es muy importante evitar asignar sueldos por dificultad técnica, por ejemplo dando un precio diferente a las horas que se pasan adiestrando que a las horas que se pasen buzoneando: ambos pertenecerían a la categoría “trabajo en la calle” y deben pagarse igual. Lo que evita que unos se sientan subordinados de otros, lo que es muy frecuente cuando no todos los socios tienen el mismo nivel de cualificación técnica.
También recomiendo dividir al menos una parte de los beneficios obtenidos de forma proporcional a las horas de trabajo. Esto es importante en empresas que suelen montarse con una inversión inicial muy cercana a cero euros, aunque un socio no cobre horas trabajadas sí que irá cobrando los beneficios que, esperamos, serán crecientes. Para cobrar beneficios debe invertirse algo: dinero o trabajo, si no más que un socio tenemos un parásito.
También se debe establecer un número de horas mínimas y máximas de trabajo a la semana, el mínimo nos hace ver si los socios están realmente en la empresa o sólo lo parece. El máximo de horas evita que alguien se sobrecargue, con el agotamiento mental que esto supone. Si alguien trabaja en exceso estará más predispuesto a pensar que él es la empresa de adiestramiento, a sentir que los demás no toman en serio el proyecto… y esto en muchos casos es falso, realmente otro socio puede trabajar pocas horas pero estas hacerlas con entusiasmo y eficacia. Este no es un socio parásito y no es justo que la tomemos con él, no siempre el que más trabaja tiene la razón en este tipo de discusiones. Si ponemos mínimos y máximos estos problemas disminuyen radicalmente.
Este modelo facilita llevar al día a día una frase que mi amigo Cándido repetía mucho: “Cuentas claras hacen amistades largas”.