El Perro Valiente, primera edición, Argentina 2019. Mejor imposible.

Alumn@s, perr@s y profesores de El Perro Valiente, primera edición, en la maravillosa laguna que forma parte del Centro Formativo y Camping EDUCAN Latam.

Acabo de volver de impartir El Perro Valiente por primera vez, y quería compartir la experiencia, además de expresar públicamente mi agradecimiento a todas las personas y perr@s que han participado. Cincuenta personas -entre personal y alumnado- que llegamos desde España, Argentina, Chile, México, EE.UU., Uruguay, Colombia, Perú, Bolivia y Brasil, que tengo que poner cara de que estoy acostumbrado y eso, pero en realidad flipo bastante con esta internacionalidad abrumadora.

Aunque un entorno maravilloso siempre ayuda (la laguna de la foto que encabeza esta noticia es parte del Centro Formativo y Camping EDUCAN Latam y se tomó durante un paseo colectivo que dimos el sábado tras terminar la jornada lectiva), una nueva formación siempre supone cierto riesgo: el contenido teórico puede estar mal calculado y las prácticas no reflejar el efecto real del programa, pues finalmente en cuatro días resumimos lo que se hace en ocho semanas.

Vista del camping por la mañana

Desayunando tranquilos

Se suma que El Perro Valiente es un curso muy diferente a los que solemos hacer, es más parecido a nuestros protocolos internos de trabajo: indicándose qué se hace en cada momento y cada sesión, así como exponiendo las bases conceptuales sobre las que se ha diseñado, para que el comportamentalista que lo aplica pueda hacer una valoración ponderada de su evolución y adaptarse existosamente a cada perr@. Como dice el manual (y en negrita): “los protocolos no son plantillas, sino guías”.

¡Empezando las prácticas!

Tres países en un equipo, Argentina, Chile y Brasil. Y Niro muy atento a cómo le enseñan.

 

Valeria, de Bolivia, guiando a Rocket, de Colombia.

Bona, cane corsa, tranquila esperando a Pat su tutora, en el equipo Argentino-Británico 🙂

Tuvimos la suerte de que todos l@s delegad@s de EDUCAN en Argentina, se volcaron al cien por cien en que todo saliera perfecto: desde la dirección impecable de Luis Raggio y Noel Lagó (EDUCAN en Concordia), como anfitriones y gestores del Centro Formativo y del camping de EDUCAN, hasta la disposición llena de encanto de Carla Spinelli (EDUCAN en CABA norte), la ayuda siempre divertida y cómplice -eso es… tacto 😉 – de Federico Giacomino (EDUCAN en Pilar) y el inestimable trabajo como nutricionista de Franco Filippetti (EDUCAN en Tandil), y a Carla «voluntaria» que estuvo siempre ahí, robándole ratos a su tiempo de estudio. Para tod@s ell@s no puedo desear nada mejor que seguir siendo el vaso colmado de milagros, cariño y capacidad de trabajo que ya son. Y pedirles que siempre que sea posible estén a mi lado, porque todo se vuelve fácil y divertido cuando lo hacemos juntos.

En el aula, empezando con el curso.

Empezamos con la amenaza de sufrir un temporal durante todo el desarrollo del curso, y allí los temporales son realmente duros. Afortunadamente únicamente llovió durante la cena de recepción, lo que no supuso problema, por las noches y en una única práctica: la última, de la que perdimos cuarenta minutos. Una pena porque es en la que los alumnos aplican todo el trabajo a mejorar alguna situación de ansiedad/miedo ligero que sufran sus perr@s.

Aún así el fabuloso Timón, un pug de siete años, en ese rato superó su problema de toda la vida para subirse y quedarse en lugares altos (como la mesa de examen veterinario), tras poco más de una hora Timón, ya un Perro Valiente, descubrió que estar en las alturas era algo desafiante, y que ahora el desafío le encantaba. Se pasó el último día encaramándose a diferentes lugares y mirándonos con orgullo, como cualquier alpinista coronando un ocho mil. Incluso desde el autobús de vuelta Josefina, su tutora, nos envió fotos en las seguía subiéndose a todo lo que fuera posible.

Timón tan tranquilo en lo alto de una mesa, mientras su tutora Josefina Peña, espera a que se cumpla el criterio marcado.

También Rocket, un yorkie de un año absolutamente genial, dejó atrás la ansiedad que tenía al quedarse atado a un lugar y separarse -ni siquiera un segundo- de Manuela, su tutora. Nos está enviando un montón de fotos en las que está feliz y tranquilo separado de ella en distintos sitios, exhibiendo su nuevo valor.

Manuela y Rocket construyendo valor… 🙂

¡¡Con total éxito!! Rocket atado y tan tranquilo en un parque donde nunca había estado.

Pero no fueron los únicos, la práctica totalidad de los perros que asistieron mejoraron visiblemente sus capacidades de afrontamiento de las situaciones de ansiedad, y mostraron a las claras que el valor les hacía más seguros, más felices y mucho menos ansiosos.

Y además un gran número de quienes asistieron, me atrevo a decir que la mayoría, nos dijeron que era la mejor formación a la que habían asistido en sus vidas. Incluyendo otras de EDUCAN (¿esto también es bueno? no sé -como el hermano Warren- yo).

Lo cierto es que el grupo de alumn@s lo hicieron todo fácil, fueron activ@s y colaborativ@s, generaron un ambiente perfecto durante las clases y fuera de ellas. Por ello me siento en deuda con ell@s, con su buena onda y solidaridad.

No todo era hacer perr@s valientes, también intentamos construir alumn@s relajad@s 🙂

… Y perr@s relajad@s. Teo de Santiago Gentili, tomando un baño de tierra durante el paseo a la laguna. Puedo jurar que es un bichón impecablemente blanco.

Como escribir este texto me parece insuficiente para devolverles una experiencia perfecta, he decidido operativizar mi agradecimiento: como el tercer libro de Los perros necesitan LIBERTAD, en el que se incluye El perro Valiente aún no estaba impreso he decidido incluirles en las fotos que acompañan al protocolo, sustituyendo y complementando a las que habíamos elegido originalmente, con mucha menos carga significativa. Timón, Rocket y, en general, el primer grupo oficial de Personas y Perr@s Valientes, la primera Manada Valiente, estarán presentes por siempre en Los perros necesitan LIBERTAD (y le debo un regalo de los buenos a mi maravillosa, paciente e imprescindible maquetadora, Ana Loureiro, que me soporta estas cosas con cariño y buena cara).

El Perro Valiente Argentina 2019, para siempre en el recuerdo y en «Los perros necesitan libertad». Gracias.

Y ahora a por las próximas ediciones de El Perro Valiente, que ya no queda nada 😀

… Y nos despedimos del Centro Formativo y Camping EDUCAN Latam hasta el año que viene. Ya tenemos un par de ideas para entonces 😉

El perro Valiente, segunda convocatoria Febrero 2019 completa y un pequeño análisis sobre cómo hacer publicidad de cursos

Segunda convocatoria El Perro Valiente, febrero de 2019: completo.

Nuestro curso El Perro Valiente(no tiene ansiedad) de enero de 2019 ha tenido una respuesta desbordante, las cuarenta y dos plazas se llenaron en menos de veinticuatro horas, pero han mostrado interés en recibirlo muchas (muchas, muchas) más personas de las que podemos recibir en nuestras instalaciones.

Por la abrumadora respuesta decidimos buscar fecha a una segunda –y última- convocatoria para obtener el certificado como Preparador/a de Perr@s Valientes, que puedan superar cualquier forma de ansiedad, que se realizará los días 21, 22, 23 y 24 de febrero en nuestras instalaciones de Madrid.

El Perro Valiente es una potente herramienta para diferenciarse y destacar en un mercado tan competitivo y “poblado” como el de la gestión del comportamiento canino, puesto que la temática y el nivel de éxito e innovación que aportan El Perro Valiente y La Manada Valiente en una de las áreas más demandadas garantizan un retorno de inversión rápido y continuo. Porque nadie más ofrece un servicio así, y tengo la convicción de que quienes lo hagan tendrán una ventaja estratégica importante hasta que la competencia empiece a plantearse alternativas similares.

Normalmente informamos de nuestros nuevos cursos primero a nuestros alumnos, para darles unos días de ventaja a la hora de conseguir plaza antes de hacerlos públicos. Esto no se hizo con la primera convocatoria de El Perro Valiente, éramos conscientes de su potencial y atractivo, y buscamos maximizar su efecto promocional para facilitar que se acercasen al trabajo C-E quienes todavía no lo conocieran. Fue un gran éxito, porque en menos de un día se llenaron las cuarenta y dos plazas de Madrid y más de la mitad del curso en Argentina, pero muchos de nuestros alumnos, por este cambio de estrategia, se quedaron fuera.

Decidimos dar a conocer esta segunda – y última- convocatoria primero en los espacios de alumnos de EDUCAN, indicándoles que esta semana se haría pública. Hacerlo de esta forma fue decisión mía, y lo hice por dos razones, una noble y otra egoísta: la noble es que me pareció justo ofrecerles esa ventana de oportunidad de unos días a la que están acostumbrados, y que no tuvieron en la anterior. Pero no penséis demasiado bien de mí, porque también pensé que así se llenarían bastantes plazas, quizá la mitad o incluso más, y podríamos cubrir el resto en pocos días, reeditando el impacto promocional de mostrar cómo las plazas volaban.

Peeeero nuestros alumnos desbordaron mis previsiones y las cuarenta y dos plazas se han llenado en ¡¡menos de diez horas!!, no quedando ya ninguna disponible. Este es un nivel de éxito inesperado, pero me dejó a contrapié, porque ahora no parecía muy lógico publicitar un curso que ya estaba lleno. Muchas gracias por hacer siempre más y mejor de lo mejor que pueda pensar, sois flipantes.

Y como no quería renunciar al golpe de efecto de un llenazo exprés (¿menos de diez horas para cuarenta y dos plazas, really?) he decidido publicarlo de este modo: explicando cómo gestionamos estos eventos para, además de llenarlos, lograr que resulten impactantes y atraigan el interés de potenciales alumnos. No es algo secundario, porque, por ejemplo, este trimestre tenemos 97 alumnos inscritos en nuestros cursos largos, muuuchos más que cualquier empresa de la competencia, y ese nivel de éxito es debido a cómo se gestionan un montón de aspectos, entre ellos la manera de publicar e informar sobre las diferentes actividades de la empresa. Of course, decir esto aquí y ahora es también una elección estratégica 😉 😉

#ElPerroValiente #elÉXITOseaprende #nadasepareceaEDUCAN

El Perro Valiente, no tiene ansiedad

El Perro Valiente, no tiene ansiedad.

La ansiedad -como el miedo o el estrés- no supone un problema en sí misma, tiene una utilidad, un fin adaptativo: prepara al perro para recibir información pertinente con alguna expectativa negativa de cara a solucionarla, evitarla y/o amortiguar el impacto negativo que pueda producirle.

Pero la ansiedad no siempre funciona como debe, si deja de ser adaptativa se convertirá en una fuente de sufrimiento inútil para nuestro perro, impidiéndole alcanzar el mínimo bienestar. Cuando esto sucede se hace necesario intervenir.

La mejor manera de prevenir y gestionar correctamente la ansiedad es a través del desarrollo de capacidades de afrontamiento activo y pasivo, que el perro pueda emplear en cualquier situación que pudiera inquietarle.

La mejor manera de construir las capacidades de afrontamiento de situaciones generadoras de ansiedad es a través del trabajo en equipo, donde el perro está sostenido y apoyado por una persona de referencia, que le aporta a través del andamiaje social un núcleo de seguridad y confianza. Aunque el perro después deba quedarse solo.

La mejor manera de lograr adhesión a unas pautas por parte de los tutores de los perros es (1) que vean su aplicación directa al problema y (2) que sean parte activa en la evolución, (2A) teniendo la capacidad de evaluar cuál es el nivel de avance de su perro en cada momento, y, consecuentemente, (2B) pudiendo –asesorados- elegir por sí mismos los criterios de avance sucesivos para llegar hasta el final del trabajo. Para seguir avanzado cada día, en cada nueva situación.

El Perro Valiente es un programa desarrollado por EDUCAN de entre ocho y doce sesiones tuteladas para construir las capacidades de afrontamiento activo y pasivo de las situaciones generadoras de ansiedad usando trabajos conjuntos del perro con su persona de referencia, que aprende a su vez a evaluar qué nivel de avance tiene su perro, qué necesita para progresar y cómo puede ayudarle a hacerlo.

Esto se traduce en (1) éxito más rápido que con otras opciones, logrando perros y personas asertivos y proactivos ante las situaciones que pudieran generar ansiedad, (2) exportable a cualquier escenario, desde la separación, hasta quedarse en una residencia, pasando por visitar al veterinario, aunque surgiera de manera novedosa, incluso años después de completar el programa, y (3) con un nivel de implicación, comprensión y adhesión de los tutores a las pautas incomparable con ninguna de las maneras tradicionales de afrontar la ansiedad.

El Perro Valiente acaba con los puntos ciegos históricos que ha generado el abordaje tradicional de la ansiedad en perros, basado en dos pilares: (1) técnicas especializadas para tratarla asociada a la separación y (2) afrontarla como una secuela, un síntoma, de estrés más que como un proceso propio.

(1) La naturaleza de la ansiedad por separación -que implica la ausencia de personas de referencia- nos ha enfocado en trabajar las capacidades del perro que no necesiten de andamiaje social para desarrollarse, lo que es más lento que trabajar en equipo, y nos centra casi exclusivamente en las capacidades de afrontamiento pasivas, que requieren más volumen de trabajo para ser funcionales que las activas. Además muchas técnicas para la ansiedad por separación son tan específicas que no son exportables a otras situaciones generadoras de ansiedad.

(2) Minimizar o evitar el estrés, es una buena cosa porque ayuda, de manera colateral, a reducir el número de situaciones en las que el perro se pone ansioso. Pero deja de ser útil cuando lo hace, porque incide en la ansiedad únicamente de manera indirecta, buscando evitar que surja, pero no provee -ni al perro, ni a sus tutores- de ningún recurso para gestionarla cuando ya está ahí. Además el tutor tampoco sabe qué situaciones puede afrontar su perro en cada momento y cuáles le superan, con lo que no se siente seguro de estar haciendo algo realmente útil, ni parte activa del proceso, lo que minimiza su adherencia a las pautas.

El Perro Valiente y La Manada Valiente, su variante para trabajar en centros caninos con varios binomios a la vez, no solo completan lo que faltaba en el afrontamiento de la ansiedad canina y logran el compromiso de los tutores de los perros, sino que son una potente herramienta para diferenciarse y destacar en un mercado tan competitivo y “poblado” como el de la gestión del comportamiento canino. Porque preparar perros valientes trae los mejores resultados, pero también es la mejor publicidad.

El Perro Valiente, nuestro nuevo programa para trabajar la ansiedad, y La Manada Valiente, para hacerlo con varios binomios simultáneamente. En 2019 todo cambia.

Por eso son nuestra propuesta estrella para iniciar el 2019, impartiéndose cursos de cuatro días en Madrid y Argentina, en Concordia, en nuestro nuevo centro formativo para toda Hispanoamérica. Ya tenemos alumnos de España, Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Bolivia, Méjico,  EE.UU., Bulgaria y Suiza (y eso de momento).

Porque tenemos la convicción de que la temática y el nivel de éxito e innovación que aportan El perro valiente y La Manada Valiente en una de las áreas más demandadas garantizan que el retorno de inversión para los profesionales sea rápido y continuo en el tiempo. Nadie más ofrece algo así.

Y es que si en 2019 solo sabes tratar la ansiedad cuando está referida a la separación, o la consideras únicamente como un síntoma del estrés…

Imagen de Carlinx (Carlos Valarezo, artista ecuatoriano), obtenida en Devianart.com

#ElPerroValiente #nadasepareceaEDUCAN #diquequieresunaREVOLUCIÓN

Banco de pruebas: Thundershirt

Carlos Alfonso López con Zedida de la Serralada, Cata.

El Thundershirt es un invento reciente, una “camiseta” de tela que puede ser regulada para apretar el cuerpo del perro, generando una presión uniforme. El objetivo es aprovechar el mismo proceso que usa la máquina de abrazar vacas diseñada por Temple Grandin: la tranquilidad inducida por una sujeción firme pero suave. Este es un proceso que debería tenerse en cuenta a la hora de diseñar y opinar sobre técnicas de modelado, pues ahora sabemos que podrían realizarse de manera que generasen calma y tuvieran importantes efectos positivos sobre los perros para ayudarles en la superación de miedos y eliminación de estrés.

La empresa que fabrica el Thundershirt afirma que usando su producto se consiguen efectos beneficiosos en el miedo a los truenos (de ahí su nombre), en los problemas de ansiedad por separación, ladridos excesivos y, en general, todos los trastornos que tienen un componente importante en la generación de distrés y ansiedad en los perros, como podría ser cualquier forma de miedo. Esta visión me gusta pues deja un poco a un lado la nosografía actual y adopta un enfoque global sobre motores emocionales de conducta que comparto y creo que será el que veremos en el futuro del trabajo de modificación de conductas.

Aunque sabemos que el principio teórico que aplica el Thundershirt funciona y es real esto no quiere decir que el producto sea eficaz, así que decidí probarlo antes de usarlo en terapias. Intento que hagamos esto (aunque nuestras pruebas no tengan valor estadístico por el limitadísimo número de sujetos, uno en este caso) porque los adiestradores tendemos a ser demasiado prácticos en este sentido e incorporamos las nuevas medidas o productos a nuestros protocolos de trabajo sumándolas, con lo que no sabemos realmente cuál es su valor propio, pues hay un paquete amplio de medidas para la mejora del problema, y, queriendo a veces ver los resultados positivos, creemos que son eficaces aunque no dispongamos de ningún dato realmente sólido que lo pruebe. En mi opinión esto ha hecho que determinados productos sin ningún valor terapéutico se vendan y usen de manera generalizada, no aportando más beneficios que los que obtienen quienes los fabrican, distribuyen y venden.

Para probar el Thundershirt elegí como sujeto experimental a mi hembra de malinois, Kata, una perra fantástica para el trabajo y muy cariñosa, pero con mucha tendencia a generar estrés y ansiedad y que requiere una serie de medidas y trabajos continuos para mantenerse bien. Realmente es una perra algo agotadora a nivel emocional.

Definimos una serie de situaciones fáciles de evaluar y que aparecían en la perra cuando no se tomaban medidas que las previniesen o corrigieran:

  1. Cuando vamos a salir a pasear por el campo, lo que hacemos tres veces al día, labraba y golpeaba con el hocico a mis perros, llegando a darles pequeños mordiscos durante los treinta metros que recorremos hasta llegar a la puerta. Esto se controla bien con contracondicionamientos y trabajos de olfato sencillos.
  2. Cuando estamos en una situación social en casa (reuniones con amigos, comidas de trabajo…) la perra se altera por encima de lo normal, intenta jugar insistentemente con quienes conoce y puede ladrar a desconocidos. Si se hacen unos cuantos “arrestados” al ladrar y antes de iniciarse la reunión y en su inicio se le plantean unos cuantos trabajos de olfato se normaliza.
  3. En general la perra es intranquila y le cuesta tumbarse, cuando lo hace está siempre atenta a levantarse ante cualquier novedad o movimiento ¿sabéis los perros que cuando se duermen profundo decimos: “por fin, se ha dormido”? Pues una de esos. El uso del olfato regula esto por la generación de autocontrol y saludable agotamiento mental.
  4. Por último la perra tiene la costumbre de despertarme a las seis de la mañana, con lo que además despierta a los otros perros, siendo inútil ignorarla, lo que hago para regular esto es aplicar castigo negativo, guardándola en un trasportín, lo que resulta muy eficaz, después de hacerlo durante unos días se mantiene un par de semanas sin despertarme, después vuelve a empezar.

Aunque me propuse dejarla dos semanas sin medidas anti-estrés, a los diez días decidí que o probaba ya el Thundershirt o uno de los dos nos teníamos que ir de casa.

Así que nos pusimos a probar nuestra “camisa de fuerza”, que es como coloquialmente hemos llamado al Thundershirt. La manera de usarla fue mantenerla puesta (después de habituar a la perra) todo el tiempo diario excepto durante los paseos, en parte por que mantuviese su tiempo de ocio sin alterar y en parte por la dificultad de moverse por el campo con el Thundershirt. Antes de dormir le quitábamos su camiseta y por la noche dormía sin ella.

Desde el primer día teníamos la impresión de mejora, pero sabíamos que dicha impresión podía ser falsa y más debida a nuestro deseo que a una realidad objetiva.

  1. A los seis días la perra había dejado de ladrar e incordiar a los otros perros antes de las salidas por completo, en alguna ocasión aislada dio un pequeño ladrido pero nada más.
  2. En las reuniones en casa cesó de ser insistente y tras un pequeño saludo se tumbaba y relajaba ¡quienes la conocían nos preguntaron varias veces si estaba enferma!
  3. Su estado de inquietud permanente desapareció y podíamos movernos sin que se levantase o acudiera, en ocasiones creímos que se habría quedado en el jardín o en alguna habitación y por eso no venía a ver lo que hacíamos.
  4. No me despertó en ninguna ocasión, pese a haber estado haciéndolo los días anteriores.

Tan radical fue el cambio, recordemos además que el Thundershirt era la única medida anti-estrés que se estaba usando, que Eva, mi pareja, decidió que se lo quitásemos porque la perra se había aquietado tanto que temía que terminase en un estado depresivo.

Y aquí viene lo mejor; le quitamos el Thundershirt y decidí esperar, sin aplicar ninguna medida anti-estrés o de gestión de la ansiedad, a ver cuándo desaparecía la mejora. Esto ha retrasado bastante el artículo porque han pasado ¡más de tres semanas! y ahora empiezan a aparecer los problemas tímidamente: esta mañana me ha despertado por primera vez y lleva un par de días ladrando a mis otros perros al ir hacia la puerta de salida. En casa está algo más alerta y se levanta o cotillear cuando sucede algo inesperado, pero no por cualquier cosa.

Mi opinión sobre el Thundershirt no pueden ser más positivas, tanto por el efecto durante su uso como por la persistencia de la mejoría. Aunque aún lo probaré con algunos casos concretos de miedo y agresión, ya mismo voy a recomendar a nuestros adiestradores de toda España que lo incorporen a sus protocolos cuando medien problemas de estrés o ansiedad. Ahora soy uno de los miles de entrenadores que, según la página de Thundershirt, recomiendan su uso.