Entrevista realizada por Carlos Alfonso López García, Director de EDUCAN, a Veronica Boutelle, exdirectora de Comportamiento y Adiestramiento en la Sociedad Protectora de San Francisco y fundadora de dog*tec, durante el transcurso del seminario “Conviértete en un profesional de éxito de la educación canina”. Organizado los días 7 y 8 de febrero de 2015 por el Instituto Tecnológico EDUCAN en Madrid.
Transcripción
Carlos: Hola Verónica, lo primero que quería era saludarte y agradecerte que hayas venido al Instituto Tecnológico EDUCAN a impartir tu seminario para poder mejorar un poco las capacidades como empresarios de los entrenadores y también, claro, que estés aquí para concedernos esta entrevista.
Veronica: Es un placer, gracias por invitarme.
C: Nos gusta empezar las entrevistas, siempre hablando un poco de la relación personal que tienen nuestros invitados con los perros. Entonces, la primera pregunta, que puede ser muy sencilla, pero es, quizá, la más importante para nosotros es: dejando de lado un poco tu visión como profesional, ¿qué piensas de los perros, qué sientes hacia los perros?
V: ¡No puedo imaginar la vida sin ellos! Creo que suman tanto a nuestras vidas, que nos hacen mejores humanos, y nos recuerdan jugar y no preocuparnos por las pequeñas cosas, vivir más el momento.
C: ¿Tienes perro ahora mismo?
V: Es triste pero no… por desgracia. Tuvimos mucha, mucha suerte de tener a nuestros dos últimos perros viviendo hasta los 15 años, pero… los perdimos recientemente, así que… Ahora mismo no tenemos perros.
C: Con los perros que has tenido, ¿qué tipo de actividades haces tú con ellos? Y no me refiero sólo a actividades de entrenamiento, o entrenamiento deportivo como el agility, sino a cualquier tipo de actividad: correr, jugar, jugar con el disco… O sea, todas aquellas actividades que haces en común con tus perros. ¿Cuáles son las que normalmente practicas con los perros que has tenido?
V: Bueno, solemos intentar llevarlos al campo y, en realidad, hacerlo 365 días al año si podemos. Pasamos mucho tiempo paseando por las playas y sendas, donde vivimos, en la costa noroeste del Pacífico. Y nadamos mucho, tenemos un río así que cada día vamos juntos a nadar, a practicar kayak, ese tipo de cosas. Tratamos de organizarnos para salir al campo, recordando volver antes de anochecer, disfrutando juntos de la vida.
C: ¿Qué te aporta a ti vivir con un perro y, sobre todo, qué crees que le aporta a un perro vivir contigo y con tu familia?
V: Bueno, supongo que creo que lo mejor entre mis perros y yo es recordar que cada día es precioso, recordar bajar el ritmo y jugar, vivir el momento. Y una de las cosas que realmente procuramos hacer por nuestros perros es dejarles ser perros tanto como sea posible, porque tenemos la suerte de vivir en un lugar donde abunda el campo abierto, y los perros a menudo pueden correr en libertad y lograr disfrutar de sus instintos, cazar y correr y ser tan animales como puedan serlo. Aún estamos aprendiendo las reglas de convivencia de una sociedad educada dentro de casa, por lo que procuramos ofrecerles tantas oportunidades de ser perros como sea posible.
C: Para cerrar esta primera parte, este pequeño, pequeño bloque sobre preguntas personales, me gustaría, si te animas, que compartieras con nosotros algún momento especial que has vivido con alguno de tus perros, alguna vivencia particularmente emocionante que hayas tenido con alguno de los perros con los que hayas vivido.
V: ¡Hay tantas! Bueno, no es exactamente un momento concreto, pero el caso es que, de hecho mi marido y yo estuvimos hablando de ello el otro día, nuestros perros tenían aproximadamente la misma edad y, naturalmente, perdimos primero a uno de ellos, y habían estado muy unidos; y el que se quedó con nosotros siempre había sido emocionalmente muy dependiente del otro.
Al principio nos preocupó perderla. Ella comenzó a decaer cuando su hermana murió. Y, a los pocos meses, de alguna manera volvió, de golpe, y disfrutamos de otro año con ella, y fue realmente asombroso, porque la relación cambió por completo: disfrutamos de su otra cara y fuimos capaces de profundizar en esta nueva relación cuando en realidad seguía siendo ella misma.
Realmente cambió la imagen que teníamos de ella, nunca había sido una perra que quisiese pasar mucho tiempo sentada en tu regazo o siendo acariciada, y de repente ansiaba ese tipo de interacción y deseaba estar físicamente más cerca de nosotros.
Y fue una experiencia francamente genial; estábamos tristes, y también había cierta tristeza en todo esto, pero fue extraordinario llegar a conocerla tan profundamente.
C: Entrando ya en la parte profesional, lo primero que quiero es preguntarte directamente por tu profesión como consultora canina, porque es una profesión muy inusual. ¿Cómo se te ocurrió crear doc·tec? ¿Cómo fue la decisión de dedicarte a la consultoría canina en exclusiva?
V: La idea surgió cuando era Directora de Comportamiento y Adiestramiento en la Sociedad Protectora de San Francisco, y una sección de mi departamento era la academia de adiestradores. Llegaba gente de todo el mundo para asistir a la escuela y llegar a ser educadores caninos; y era gente increíble, gente con talento y asombrosa con perros, y geniales con sus clientes…
Sin embargo, los estuvimos monitorizando tras dejar la escuela y estaban fracasando, y no porque no pudieran educar perros o trabajar eficientemente con la gente, sino porque no sabían cómo llevar una empresa. Y no dejábamos de repetirnos que tenía que haber algo que pudiésemos hacer al respecto, algo que pudiésemos hacer mejor y distinto.
Así que cuando mi periodo en la Sociedad Protectora concluyó, decidí hacer uso de mi experiencia en el negocio del adiestramiento y de la educación, juntarlo y crear una empresa cuyo propósito único fuese ayudar a adiestradores a ganarse la vida, ayudarles a alcanzar el éxito en el negocio de manera que pudieran aumentar el impacto en las vidas de perros y personas de una forma mucho más profunda y efectiva.
C: Una idea muy importante para ti, y que además compartimos plenamente, es que un entrenador que quiere dedicarse profesionalmente a entrenar tiene que formarse como empresario.
Sin embargo ésta es una idea que causa mucha reticencia a veces entre los entrenadores; de hecho, me sorprende que nos comentabas que, incluso en Estados Unidos, que es un mercado muy competitivo y muy profesionalizado, existía esta reticencia a formarse como empresario. ¿Por qué crees que los entrenadores tienen este mal acercamiento, este poco interés a formarse como empresarios?
V: Pienso que quienes llegan al mundo de la educación canina son ayudadores por naturaleza. Creo que entran en esta profesión desde su sentido de altruismo, ¿no es así? Nos encantan los perros, queremos ayudarles, queremos mejorar sus vidas. Y no creo que la mayoría de la gente que llega con este punto de vista piense primero en los negocios.
Es decir, en el mundo hay personas que crecen y de pequeños pensaban: “Quiero tener una empresa”, y hay personas que crecen y de niños pensaban: “¡Me encantan los animales, quiero trabajar con animales!”.
Y pienso que aquéllos que acaban adiestrando perros, llegan al mundo de la educación canina, echan un vistazo y se dan cuenta de que no es que haya ofertas laborales por todas partes, ¿no es cierto? No abundan precisamente los trabajos para adiestradores.
Por tanto creo que muchos de los adiestradores que poseen una empresa lo hacen porque no les queda otra opción, no porque sean empresarios por naturaleza. Y por el hecho de que el interés por el negocio llega mucho después, considero que un gran número de los clientes con los que trabajamos no poseerían una empresa si, en cambio, hubiese suficientes puestos laborales disponibles.
Pero es la única forma de hacer lo que realmente les gusta, que es trabajar con perros, y por ello se ven forzados a adquirir estas destrezas, ése es el motivo. Creo que éste es el tipo de naturaleza de la gente que acaba en esta profesión.
C: ¿Y cuáles son los errores o las carencias que encuentras más frecuentemente en los entrenadores cuando se hacen profesionales? Lo que más te vas encontrando en tu labor como consultora, lo más común, lo que podríamos decir los errores frecuentes del entrenador profesional.
V: El mayor de todos, bajo el que todos los demás errores se engloban, es que trabajan en sus empresas pero no trabajan para ellas. Por lo que hacen todas las labores diarias: adiestran perros y trabajan con sus clientes, atienden llamadas telefónicas y correos electrónicos, acuden a sus citas… Pero no trabajan para la empresa.
Por ejemplo, no hacen marketing, y no se valoran a sí mismos como empresarios, y así, establecen tarifas demasiado bajas, dificultándoles el ganarse la vida y además haciéndoles dudar de su propia política.
Por tanto creo que el error más grande es que no invierten tanta energía en la empresa en sí como lo hacen con el adiestramiento. Y es difícil culparles, desde luego, trabajar con perros es mucho más interesante que sentarse con un montón de papeles y trabajar con documentos, y… Pero es muy importante si quieres ser capaz de ganarte la vida trabajando con perros. Así que creo que éste es el mayor error. Simplemente, no trabajan para la empresa con el mismo entusiasmo, por lo que el marketing se queda por hacer, no establecen unas tarifas que reflejen su profesionalidad, no valoran su propio tiempo… Y esto dificulta avanzar en una línea que permita crecer al negocio, que les permita ganarse la vida haciendo aquello que más les gusta en vez de tener, además, un trabajo a tiempo parcial.
C: También, tú has visitado muchísimos países y has estado en todo el mundo, asesorando a entrenadores profesionales para que mejoren sus empresas de entrenamiento. ¿Has visto que hay en diferentes lugares problemas diferentes o soluciones diferentes a los mismos problemas? Es decir, ¿se nota mucho en cada país una problemática distinta?
V: Sorprendentemente no. Nos lo preguntábamos cuando empezamos al principio, estabamos trabajando en la zona de la Bahía de SF, y esa era de hecho nuestra intención inicial, éramos un negocio local; y cuando empezamos a crecer a lo largo de EEUU, esa duda nos preocupó. ¿Iban a ser las condiciones empresariales o los problemas que los adiestradores enfrentan iguales en Kansas o en San Francisco? ¿En NY iguales que en Forrester? ¿Serían similares?
Y nos sorprendió encontrar en seguida que, aparte de pequeñas diferencias regionales, los adiestradores realmente trabajaban enfrentándose a los mismos desafíos, las mismas cuestiones, las mismas carencias de habilidades, las mismas preocupaciones… y que las soluciones tras un pequeño ajuste, eran siempre las mismas.
Cuando empezamos a recibir invitaciones para viajar al extranjero, nos preocupó mucho el hecho de si lo que habíamos estado enseñando en los EEUU tendría sentido en otras culturas. Y ha resultado muy interesante en términos tanto de investigar antes de recalar en un sitio nuevo e interactuar allí con otros adiestradores como la forma en que lo percibimos y el trabajo de consultoría que llevamos a cabo con personas de otros países.
Me sorprendió una y otra vez las pocas diferencias que hay. Incluso cuando las diferencias culturales sobre cómo vemos el mundo empresarial o el adiestramiento o lo que sea son mayores, los desafíos empresariales son en gran parte los mismos, y una vez más, creo que es en gran medida por lo que hemos hablado antes, por la naturaleza de quienes se dedican a esta profesión.
Así que sí, es decir, me parece que podría escribir un libro sobre las diferencias, quiero decir, sobre las similitudes, y sería en cambio un artículo muy, muy breve sobre dichas diferencias.
C: ¿Cuáles crees que son, esquematizándolas mucho, las capacidades mínimas como profesional, como empresario, que debería tener un entrenador canino?
V: Tienen que aprender a sentirse más cómodos con el marketing, más cómodos promocionándose de manera que les haga sentirse a gusto; definitivamente, creo que desarrollar habilidades comerciales es capital.
Era ciertamente una de las cosas que nos preocupaban cuando comenzamos a plantear si era o no algo que pudiese enseñarse, no lo sabíamos, no teníamos cuánto de todo ello venía por así decirlo de serie y en la personalidad, y cuánto podía aprenderse. Así que fue un alivio al comprobar los primeros años que incluso el más… hasta el adiestrador que más incómodo se sintiese con la idea de autopromocionarse podría aprender a hacerlo de manera cómoda. Ésa es una de las más importantes.
También, otra capacidad relevante es aprender a delegar, tener la suficiente confianza para ser capaz de delegar aquello que no tienen que hacer ellos mismos a otra persona, y ser capaces de concederse el permiso de buscar ayuda. Contratar un contable antes de que sientan que su economía es lo suficientemente próspera como para necesitarlo. O buscar formas de gestionar tareas cotidianas de manera que dispongan del tiempo necesario para aquello que sólo ellos pueden hacer y para lo que se sienten más capacitados.
Así que opino que una combinación de aprendizaje financiero y de precisión a la hora de delegar puede marcar una enorme diferencia.
C: Bueno, ahora vamos a enfocarnos un poco más en algunas de las propuestas concretas que has hecho en el seminario.
Hay una cosa que has dicho que ha resultado muy chocante para muchos de los asistentes, y ha sido que has insistido mucho en que los entrenadores no enseñen al propietario a entrenar el perro, sino que sean ellos mismos los que entrenan el perro y después, una vez que esté entrenado, enseñen al propietario a manejarlo, frente a la creencia más popular de que lo ideal es que sea el propietario el que entrena al perro.
¿Por qué propones esto y por qué crees que es tan importante?
V: Sí, es una muy buena pregunta. Por múltiples razones.
Una es porque queremos ver resultados, ¿no es cierto? Queremos apreciar cambios, queremos cambio no sólo en el comportamiento del perro, sino también, como todo adiestrador sabe, en el comportamiento del dueño y en sus perspectivas sobre su perro.
Una parte importante de esto es el cumplimiento, es aceptar, es lograr que los dueños se unan a este viaje, y una de las cosas de la que nos dimos cuenta es que este cumplimiento es mucho, mucho mayor cuando no tienen que hacer todo el trabajo ellos mismos.
En parte se debe a que no tienen las mismas destrezas que nosotros, lo que les lleva a plantearse dudas y se desaniman, y no siempre son capaces de percibir los mismos cambios y al mismo nivel que nosotros lo hacemos.
Así que una razón es porque podemos hacerlo mejor y más rápido, con lo que realmente experimentan la diferencia. Creo que nunca me he encontrado con un adiestrador que no tuviese entre sus principales preocupaciones el mejorar la relación entre el perro y su dueño, entre el perro y el cliente.
Y una de las cosas de las que me percaté es que, si como adiestradores, somos capaces de empezar a promover cambios en el comportamiento que el dueño pueda percibir de verdad, entonces, cuando eso empieza a implicar al propietario, comienzan a trabajar más y a seguir mejor nuestras indicaciones, y la relación empieza a mejorar de una manera clara. Porque el comportamiento del perro está cambiando, y eso hace cambiar la manera que tiene el dueño de ver al perro.
También creo que cuando consideramos las habilidades que queremos que tengan los propietarios para ser tan buenos propietarios como sea posible, no son necesarias las habilidades para enseñar al perro una conducta nueva y específica. Es una capacidad general para comprender mejor al perro, para interactuar mejor y tener un mejor vínculo, ¿no? Y también alguna capacidad específica de comprensión conceptual, para interpretar el medio, para trabajar al nivel del perro, para preguntarse qué es razonable para el perro en una situación concreta.
Y me gusta observar el tiempo que los adiestradores emplean con los clientes centrándose en este tipo de cosas. Verlos tratando de enseñarles un paquete de habilidades mecánicas que no necesitan realmente en su día a día, tal como nosotros lo hacemos.
La otra razón, sin embargo, desde una perspectiva empresarial, por la que prefiero este sistema de los adiestradores entrenando a los perros es lo que implica, que lo que sabemos como adiestradores, lo que nos ha llevado años y años de formación, leyendo y estudiando, creo que es peligroso para nuestro modelo de negocio transmitirles a los dueños que nuestros conocimientos son tan sencillos que se los podemos enseñar en una hora a la semana, que se lo podemos enseñar en un curso de seis semanas.
Creo que esto desprestigia al profesional, creo que es una parte importante de por qué nos cuesta tanto establecer tarifas profesionales, por ejemplo, y de tratarnos a nosotros mismos como profesionales y de ser tratados de tal modo por nuestros clientes. Así que creo que hay un halo de desprestigio de la profesión, es muy importante que le prestemos atención también a esto.
¡Y también está el marketing puro! La gente no quiere adiestrar a sus perros. Quiere un perro bien adiestrado. Y nosotros queremos que eso cambie, pero siempre que nos pongamos a hablar con la gente sobre querer el camino fácil… a ver, un médico nunca va a dejar que sea el paciente quien administre el tratamiento, un fontanero no te va a cobrar por enseñarte a arreglar tú mismo tus tuberías.
Quiero decir, a ciertos niveles tenemos que dar un paso al frente y reconocer que tenemos conocimientos profesionales y capacidades por las que la gente quiere pagar. No quieren aprender a hacerlo por ellos mismos, así que todo ello supone también hacer frente a la situación real de nuestro mercado
C: También curioso resulta que propones que se enseñen menos conductas que las que normalmente se enseñan durante el entrenamiento; sin embargo, que se hagan de forma mucho más consistente, dándole mucha más seguridad en esas conductas. ¿Por qué entrenar menos conductas y cuáles son esas conductas que crees que hay que trabajar de forma tan consistente?
V: En parte es, de nuevo, para que los propietarios tengan menos trabajo. Que dispongan de unas pocas conductas en las que de verdad apoyarse, y que sepan que sus perros van a responder en cualquier situación, incluso frente a una distracción, un nuevo entorno, etc.
Y también porque los dueños se quedan paralizados por la toma de decisiones. Ya sabes, cuando algo les sorprende, no disponen de esos segundos en los que tienen que pensar: “Vale, ¿qué herramienta saco de mi caja para esto?” Sino que, simplemente, saben que si utilizan una de las pocas conductas firmes que tienen, que los perros van a responder en un contexto real, se enfrentarán a la situación mucho más animados.
Y, en relación a qué conductas… Creo que sería elección del educador. Pienso que pasa por comprender los objetivos del propietario y la relación entre el perro y el dueño pensando sobre las situaciones que un cliente en concreto vive con su perro, el tipo de desafíos que enfrentan en sus vidas, en su entorno y eligiendo las conductas que mejor van a encajar con esos desafíos en particular, esos objetivos que tiene el cliente y que parecen más apropiadas para el perro.
Así que no sé si hay una… No tengo ninguna combinación mágica… “¡He aquí las tres mejores conductas para cada situación!” Creo que realmente depende de cada relación concreta entre perro y cliente, y de cómo el adiestrador la vea y lo que considere que va a ser más eficaz en dicha situación.
C: Me ha gustado mucho la insistencia que has tenido, y además, que has hecho muchas propuestas prácticas durante el seminario, para que el adiestrador deje, un poco, que abandone el protagonismo, deje de ser el caballero de la armadura del cliente, deje de solucionarle todos los problemas y, progresivamente, vaya dejando que el cliente sea cada vez más autónomo y más independiente, que pueda resolver y afrontar las situaciones por sí solo.
¿Qué ventajas conlleva este nivel de autonomía del cliente y, sobre todo, cómo se consigue que lo alcance?
V: Bueno, creo que las ventajas son que los dueños puedan resolver con éxito cualquier situación, incluso algo que no se hayan encontrado con anterioridad.
Cuando somos demasiado autoritarios, cuando insistimos tanto en un curso o en adiestramiento particular, o constantemente diciendo a los propietarios qué hacer, qué hacer, luego, en la vida real, cuando no estamos ahí y se encuentran con una situación que no han visto antes, y empiezan a darle vueltas, la resolución de problemas no funciona, por lo que se vienen abajo. Así que creo que también queremos enseñarles a pensar un poco como adiestradores ¿no?
Puede que no empleemos tanto tiempo enseñándoles habilidades mecánicas de adiestramiento en sí, pero queremos que dispongan de un juego de herramientas que les hayamos entregado sobre cómo ser dueños eficaces y empezar a aprender a percibir y tomar esas decisiones, para que cuando algo aparezca a la vuelta de la esquina y les sorprenda, no se queden parados, que puedan pensar por sí mismos, pensar en el momento.
Y en el caso que hagamos esto, una parte importante es que debemos mordernos la lengua, cerrar la boca y dar instrucciones desde un principio, de manera que vayamos pre-enseñando juegos de capacidades básicas, para luego ir retirando la ayuda.
En Teoría de la Educación lo llamamos “andamios/scaffoldings”. Así, construimos este soporte y después lo vamos retirando capa a capa. Por lo que quizás tras haber explicado algo y haber motivado al cliente un par de veces al respecto, les diría: “Esto es lo que hay que hacer”, entonces la siguiente vez que ocurra, espero un poco y compruebo si actúan. Si lo hacen lo refuerzo; si no, en vez de decirles qué hacer, les preguntaría: “Si me permites, en mi opinión puede que tu perro se haya distraído justo al entrar en la pista. Ahora bien, puedes hacer esto o aquello, ¿qué quieres probar?” Por lo que sigo diciéndoles qué hacer y manteniéndome a la expectativa, pero les estoy proponiendo que empiecen a tomar decisiones sobre cómo vamos a manejar la situación.
El siguiente paso, retiro mi soporte un poco más y digo: “Vaya, tu perro parece estar teniendo alguna dificultad con esto, ¿por qué crees que puede ser?” Pero lo que he hecho es observar, levantar la vista, echar una ojeada a la pista y ver qué podría ser, que me diga qué es, genial, lo refuerzo y le digo: “¿Qué crees que deberíamos hacer al respecto, qué opciones tenemos?”.
Y en vez de dejarme arrastrar por el instinto y decirle cuáles son las opciones, me autocontrolo, por lo que tienen la oportunidad de recordar: “Vale, podría hacer esto o podría hacer eso, o podría hacer aquello”. Ya dispongo de algunas herramientas, sólo tengo mirar en la caja y sacarlas, y una vez hecho esto un par de veces, entonces realmente nos retiramos y esperamos.
Esperamos hasta el momento en que perciben algo por sí mismos, actúan por sí mismos y lo reforzamos a mi manera, deseamos estar seguros de que son recompensados por actuar de esa forma.
Desde este momento en adelante, a menudo ya estamos corriendo. Por lo que creo que el principal aspecto es parar, siempre, siempre con una sugerencia, enseñamos al propietario unas pocas cosas y luego empezamos a generar situaciones en las que, en un marco seguro, pueden explorar haciendo uso del conocimiento que les hemos entregado sin estar diciéndoles cómo proceder.
Creo también que una de las cosas realmente importantes al respecto, tanto en sesiones grupales como individuales, es asegurarse de que estamos reproduciendo situaciones de la vida real, que estamos asegurándonos de que nuestros clientes y alumnos están experimentando desafíos que reflejan la vida real con sus perros, que están teniendo la oportunidad de practicar aquello que les hemos enseñado en un contexto realista.
Y muy a menudo pienso que enseñamos cosas fuera de contexto, que no preparamos a los clientes para el éxito, para aplicar lo que aprenden con nosotros, en la vida real fuera de la clase, creo que introducir la vida real en todo esto es, la verdad… un aspecto fundamental.
Es más probable que apliquen cuanto han aprendido, ahí fuera en el mundo real, si han completado alguna práctica en un contexto seguro haciéndolo con nosotros.
C: Antes has hablado de tarifas, precisamente, y de la necesidad de cobrar correctamente, y quizá, lo que ha causado más escepticismo del seminario, que creo que debe pasarte frecuentemente, es cuando has propuesto que las tarifas deben estar en el rango alto del mercado; que las tarifas de los profesionales a los que tú aconsejas deben mantenerse relativamente altas, dentro del sector más alto del mercado.
Cuando la gente ha mostrado dudas, tú has insistido y te has reafirmado. ¿Por qué es tan importante para ti que las empresas a las que tú aconsejas mantengan sus precios en el rango alto del mercado?
V: Antes hemos hablado de todas las similitudes entre los distintos lugares, países, y definitivamente ésta es una de ellas.
Jamás he dado una charla donde, tanto en EEUU como en otro lugar, en una ciudad grande o pequeña… es igual, es algo a lo que los adiestradores se resisten, les incomoda y preocupa… Hay un par de motivos para ello.
Uno, porque quiero que los adiestradores puedan dedicarse a esto a tiempo completo, quiero que ayuden a tantos perros y personas como les sea posible, lo cual es muy complicado si tienen además otro trabajo que les paga las facturas. Así que por un lado está esta razón puramente práctica.
Pero también porque, para que prosperen nuestras empresas, para evitar el quemarse, que a menudo trae consigo el adiestramiento, y para de verdad ayudar mucho más a los perros que queremos ayudar, nuestra primera necesidad es elevar nuestro perfil lo suficiente como para atraer aquellos que estén realmente interesados en tomárselo en serio.
Quiero que los clientes que contacten conmigo estén realmente interesados, que quieran tomarse en serio el adiestramiento. Nada de clientes que sólo quieren adiestrar si es muy barato, fácil y rápido, sino clientes dedicados a sus perros, dedicados a hacer que cambien, que de verdad desean aceptar ese compromiso.
Estos clientes no buscan a los adiestradores más baratos, buscan al mejor, y uno de los aspectos que he comprobado en todas las culturas es que, ya sea acertado o lógico o no, equiparamos coste con valor. Asumimos que un paracaídas más caro es mejor; asumimos que un abogado más caro es un abogado más competente, y los clientes asumen que un adiestrador más caro es un adiestrador más competente. Y eso es lo que quiero, y me encuentro con que aquellos adiestradores que cobran menos reciben más llamadas, pero su empresa no prospera realmente. Lo que hacen es volverse locos, y ésa es una receta para quemarse. Y los clientes que consiguen raramente están por la labor de entrenar tanto como sea necesario para lograr el cambio que desean, lo cual es otra receta para quemarse.
Por ello, parte de elevar nuestra profesión a un rango de auténtica profesión pasa por cobrar tarifas profesionales. Tanto el trabajo que realizamos, como el conjunto de destrezas y conocimientos profesionales, el tipo de cambio que podemos conseguir en las vidas de perros y personas, merece cada céntimo que la gente paga por ello.
Y añadiría que aunque he encontrado estas razones allí donde he estado, nunca jamás he conocido a un adiestrador que hubiese subido sus tarifas y no estuviese encantado de haberlo hecho. Y siempre se sorprenden, es uno de los correos electrónicos que más me gusta recibir: “Caray, me daba pánico hacerlo, no tenía en absoluto suficiente negocio, pensaba que si subía las tarifas me iba a ir aún peor, que iba a recibir menos llamadas”.
Y luego ahí los tienes, suben sus tarifas y prosperan. Obtienen clientes dispuestos a tomárselo en serio, que se implican de verdad, facturan más dinero, y pueden permitirse dejar su trabajo a tiempo parcial y dedicarse al adiestramiento de lleno. Así que ya sé que suena aterrador desde fuera pero retaría a cualquier adiestrador que se tome esto en serio como profesión a intentarlo.
C: Has explicado, y ha sido una parte que me ha encantado, que los entrenadores tienden a enseñar a sus clientes de una manera ineficaz. Que deben intentar pasarse de un modelo tradicional, por así decirlo, a uno que has definido como constructivista. Entonces, mi pregunta es triple: primero, ¿en qué consiste un modelo constructivista?; la segunda, ¿qué lo diferencia de uno tradicional?; y tercero, ¿cómo se lleva a cabo esto, cómo se consigue?
V: Bueno, el constructivismo es un modelo de teoría del aprendizaje, es un modelo para pensar sobre cómo los humanos desarrollan… conjuntos de habilidades complejas y comprensión compleja.
Y una de las formas más sencillas para explicar la diferencia con el modelo tradicional es pensar en el colegio por el que todos hemos pasado. Si piensas en tu educación escolar básica, probablemente la mayoría de nosotros habrá recibido una educación tradicional.
Los puntos básicos son: el profesor lo es todo, tiene todas las respuestas correctas, los alumnos son pizarras en blanco, el trabajo del profesor consiste en componer una canción y bailar para mantener a todo el mundo interesado, resultando tan entretenido como le sea posible, mientras dice a los alumnos qué deben saber, pensar y creer. El éxito del alumno se basa pues en si asimila eso o no, si puede repetir correctamente lo que se le ha enseñado. Deja muy poco espacio para una resolución de problemas crítica y creativa y esa suerte de pensamiento. Y también… presupone el concepto de la pizarra en blanco, que no traemos toda nuestra experiencia, conocimiento y aprendizaje previos, incluso de niños, al aula, con nosotros.
En la educación tradicional, el problema es que sólo hay un camino correcto, sólo existe una respuesta acertada. Y la única forma de triunfar como alumno es ofrecer dicha respuesta. Y la única forma de triunfar como profesor es lograr que todo el mundo me dé la misma respuesta. Mientras que en el constructivismo no somos pizarras en blanco, todos tenemos una experiencia vital y una perspectiva que traemos con nosotros, todos somos aprendices y profesores a la vez, todos tenemos algo que ganar de cada uno. Y mi trabajo como como profesora no consiste en abrir tu cabeza, rellenarla con las respuestas correctas y cerrarla de nuevo, sino en ofrecerte la oportunidad de que construyas ideas propias y maravillosas, y en construir aprendizaje y significado.
Así que, por ejemplo, lo que hablábamos antes, aquello sobre que la gente se mantuviese de pie ella sola, ¿no? Nosotros decimos: “De acuerdo, voy a enseñarte algunos conocimientos y voy a proporcionarte algunas herramientas. Ahora voy a crear un escenario, un perro va a doblar la esquina, o te voy a proponer que des una vuelta a la manzana conmigo” en vez de: “Vale, cuando veas esa bolsa de basura en la calle, quiero que hagas esto, es la única forma de superar esta situación. Y cuando el perro doble la esquina, quiero que hagas esto, es la única manera de superar esta situación”. En cambio, lo que hago es decir: “De acuerdo, mira, hemos aprendido esta serie de cosas, vamos a salir ahí fuera, vamos a experimentar algunas situaciones inesperadas que se dan en el mundo real, va a haber distracciones, van a aparecer algunos desafíos… Y, bien, como persona inteligente, ¿qué es lo que harás al respecto? Cómo quieres manejar esto, qué va bien para ti.”
Y hemos creado un contexto para prepararte para hacerlo bien, no te estoy lanzando ahí fuera y dejando que te las ingenies tú solo, sino permitiendo que utilices toda la inteligencia de que dispones, los trucos que te he enseñado y que pienses: “Vale, ¿cómo voy a aplicar lo que sé en esta nueva situación?” Así que se trata de aplicación de conocimientos, resolución de problemas y pensamiento crítico, en vez de 1-A, 2-B, 1-C, 2-D. Así que en realidad nos permite ser más humanos, lo cual tiene mucho sentido, porque el mundo es complejo, y la idea de que sólo hay un camino para enfrentarse a cada situación arrastra, en mi opinión, con una carencia de respuestas y de trascendencia a la hora de interactuar con el mundo.
Así que creo que es, bueno, un modelo más realista y respetuoso sobre cómo instructores y alumnos pueden interactuar entre sí. Y una de las cosas que me encantan sobre esto es que deja abierta la posibilidad de que los estudiantes también te enseñen algo. Quiero decir, cada vez que salgo a enseñar, aprendo algo nuevo, no importa qué.
C: Uno de los empaquetados de cursos que has explicado en el seminario, y que me parece muy atractivo y muy comercial, muy viable, es el de las clases secuenciales. Cursos de cachorros, de adultos, en los que los alumnos, los perros, pueden incorporarse en cualquier momento del curso, en cualquier clase, porque cada clase está empaquetada como una unidad autónoma, como algo que funciona por sí mismo.
¿Podrías explicarnos un poco cómo es ese planteamiento secuencial y qué beneficios tiene con respecto a un modelo normal de curso para cachorros o curso para jóvenes o adultos?
V: Cuando empezamos a pensar acerca de las clases no secuenciales, el concepto de aula abierta en el que los alumnos pudieran incorporarse en el momento en que diesen con nosotros y nosotros estuviésemos preparados, en realidad surgió porque una fantástica cliente nuestra nos desafió. Nos dijo: “Estoy perdiendo el negocio, lo estoy perdiendo del todo…” y en aquel momento estábamos pensando específicamente en los cachorros, “estoy perdiendo esta empresa, los cachorros están malogrando su época de socialización…”
Y alguien se dirigió a ella, quería tomar una clase para cachorros, pero ella no empezaba ninguna en 4 o 5 semanas, por lo que ese precioso período de socialización se iba a perder. Así que o bien se esperaban o se iban a dar la clase a otro sitio.
Y ella dijo: “Sabes, al principio les dejé incorporarse, pero fue un caos, corriendo por todos lados, impartiendo clases privadas para todo el mundo, fue atroz”. Estaba convencida de que existía alguna manera de hacer esto, por lo que los beneficios del aula abierta, la idea de una clase para cachorros… también nosotros lo habíamos hecho con adultos, y bien fuese cachorro o adulto, que un cliente pueda ver tu curso e incorporarse, en fin, en el momento en que te encuentre, ante todo es genial para el negocio, ¿no?
No pierdes frente a la competencia que haya empezado un curso antes, tampoco tienes que enfrentarte a una decisión exigente: querías ocho personas por curso pero sólo hay tres apuntados y el curso comienza mañana, así que o cancelas, o pospones, o sigues adelante y lo mantienes para sólo tres…
Ahora dispones de seis semanas para ti, en las que tu margen de beneficio es muy escaso, sólo tienes tres plazas inscritas de ocho posibles… Por lo tanto su empresa se beneficia de nuestro empaquetado, pudiendo comenzar el curso con tres alumnos y permitiendo incorporarse a la gente la semana próxima, y la siguiente. Y lo que nos hemos estado encontrando durante los últimos años es que los clientes que seguían esta práctica, impartían cursos durante mucho más tiempo que cuando aplicaban un modelo secuencial.
También nos encanta, en concreto, el beneficio que supone para los cachorros, no están desperdiciando su precioso período de socialización. Pero también sirve para jóvenes y adultos, ya sabes, alguien trae un nuevo perro del refugio, la relación se deteriora durante 4 o 5 semanas mientras esperan incorporarse al curso, el perro practica malos hábitos y el dueño se va desanimando con el perro, en fin. Nosotros podemos intervenir más rápido y ayudar en esa relación y ese vínculo.
El reto de hacer esto, desde luego, es que la matrícula abierta tiene que ser diferente. Si tratas de impartir en modo aula abierta un curso de la misma forma en lo harías en modo secuencial, va a cundir el caos. Y lo que los adiestradores generalmente encuentran es que emplean mucho tiempo yendo de aquí para allá tratando de dar una pequeña clase aquí, otra allá, y parecen todos pollos sin cabeza. Por lo que la matrícula abierta requiere creatividad, y ello enlaza estupendamente con el constructivismo. Lo que estamos diciendo básicamente es: “No existe una única respuesta correcta, no tenemos que estar todos al mismo nivel al mismo tiempo, no todos tenemos por qué conseguir que nuestros perros hagan un sentado de 5 minutos a la vez”. Sino que lo que de verdad importa es que los dueños aprendan a trabajar al nivel de sus perros, apliquen criterio sobre ellos.
Así que lo planteamos de una manera distinta, en vez de enseñar como típicamente lo haríamos, donde todos están, bueno, es lo que se espera, en torno al mismo nivel, y obviamente a menudo no es el caso, en fin, en vez de eso creamos un entorno donde planteamos un desafío en la pista, y la actividad consiste en que cada propietario tome una decisión acerca de cómo enfrentar dicho desafío. ¿Está su perro preparado para quedarse cerca de una distracción o debería estar al otro lado de la pista? ¿Está preparado para un tumbado de dos minutos teniendo en cuenta la mencionada distracción o quizás sólo para dos segundos? Así que el concepto de éxito es trabajar satisfactoriamente al nivel de su perro o lograr que su perro haga una permanencia, al nivel que sea, y hacer los cambios y ajustes precisos para ello. Así que estamos cambiando el significado del éxito, el éxito trata sobre trabajar al nivel adecuado para ti y para tu perro, no trabajar al mismo nivel que todos los demás.
C: Cuando aparecen estas diferencias de nivel en los perros en la misma clase, aunque lo más didáctico evidentemente es adaptarse a cada perro, cómo se evita que el cliente pues que, por así decirlo, ha conseguido los resultados menores, sobre todo en proporción con otro perro, cómo conseguir ese perro que permanece pues quieto sólo diez segundos cuando el compañero sale de la habitación, que esa persona no se muestre desconfiada o descontenta con la clase e incluso que se vaya insatisfecho, aunque no lo muestre de manera abierta.
¿Cómo se evita ese problema al tener estos diferentes niveles y respetar el nivel de cada perro en cada momento?
V: Bueno, lo que es genial es que nos dimos cuenta de que el riesgo de esto es verdaderamente mucho más bajo en una clase abierta que en una secuencial si todos empezamos al mismo tiempo, y me doy cuenta de que tu perro lo está haciendo mejor que el mío. Es más… aversivo que si puedo ver que tu perro lo hace mejor que el mío pero que tú llevas aquí más tiempo.
Así que ahí tienes una razón, la gente tiende a compararse a ellos mismos y a sus perros mucho menos en estas clases abiertas que en las secuenciales, debido a esta explicación, ya no tenemos la expectativa de tener que estar al mismo nivel.
Así que vemos a un perro que lleva ya varias semanas y pensamos: “No puedo esperar más, mi perro va a ser así en unas pocas semanas, ¡qué pasada!” Por lo que realmente es, es algo curioso. Cuando comenzamos a experimentar con el desarrollo de este tipo de matrícula abierta no habíamos previsto esto, era algo que no teníamos en mente, pero al ir poniéndolo en práctica y después ir ampliándolo y obteniendo los informes de los adiestradores que lo utilizaban, fue, de alguna manera, algo agradable que nos encontramos por el camino.
C: La verdad es que las clases secuenciales y algunas otras propuestas que has hecho son muy interesantes para empaquetar los servicios de entrenamiento.
¿Qué consejos generales darías a los entrenadores sobre cómo empaquetar las clases de adiestramiento?
V: Vale. En relación a los cursos, tenemos un dicho: “Mejor cuanto más corto”. Como adiestradores nos encantan estos cursos largos, ¡puedes meter tantas cosas! Pero estamos comprobando que ésta es una de las mejores formas de asegurarse, por un lado, de que la gente termine el curso, que no lo deje a la mitad, y por otro de animarles a volver y completar un segundo o incluso tercer curso, pues a la mayoría de adiestradores le desilusiona que suceda lo primero.
Y si tenemos suerte, viviremos en una zona donde exista una fuerte cultura de “si tienes un perro, acude a un curso”. Pero es algo así como comprobar la lista y continuar… y la gente le da vueltas, es un proceso en constante avance en parte de sus vidas y las de sus perros.
Así que estos últimos años hemos estado experimentando sobre el tipo de empaquetado que más anima a la gente a volver con ganas de más. Y estamos descubriendo que ofrecer cursos más cortos ayuda bastante. Que si tienes a alguien que asiste a su primer curso, para cachorros o sobre adiestramiento básico, y le propones que vuelva que vuelva durante 6, 7 u 8 semanas para el de nivel medio, y luego que vuelva durante 6, 7 u 8 semanas más para el avanzado, la tasa de retorno es muy baja. En cambio si planteas: “Muy bien, ya has completado tu primer curso, ahora tenemos un curso de 3 semanas sobre la llamada, o este otro curso de 3 semanas sobre pasear con correa, o un curso de 4 semanas de excursiones para aplicar en el mundo real lo que hemos aprendido, yendo cada vez a un sitio distinto”.
Pero si eres mínimamente creativo al pensar acerca de las preferencias de la gente de tu área… en fin, la llamada y el paseo con correa son algunas de las cosas por las que más se queja la gente, ¿verdad? Así que, volviendo a hablar de los cursos, al mantenerlos más cortos, la gente estará más predispuesta a volver porque lo sienten como más relevante e inmediato, y porque estamos reclamando un menor compromiso. No tienen que comprometerse durante mes y medio o dos meses de golpe. Y aunque dicen sí a estas propuestas pequeñas y continúan volviendo, para el adiestramiento particular es algo distinto.
Para el adiestramiento particular es un poco distinto, porque en adiestramiento particular, creo… antes me preguntaste sobre los errores frecuentes que cometemos como adiestradores y creo que uno de los más graves es que, especialmente en el área de la modificación de conducta, ofrecemos al cliente la posibilidad de que elija cuánto va a querer entrenar.
Y si lo piensas, no es un modelo de negocio terriblemente lógico. No sé, un médico nunca diría: “¿Quieres un tratamiento de 6 sesiones de quimio o lo quieres de 12?” En fin, ellos proponen, en base a su conocimiento profesional, “esto es lo que necesitamos para resolver el problema”. Por eso, en adiestramiento particular, me encanta ver a los adiestradores observar qué ocurre, que sucede con el perro, qué le molesta al cliente del perro, qué resultado espera el cliente del adiestramiento, y después, pre-hacer una estimación profesional del tiempo necesario para brindar al perro, al cliente y al adiestrador la mejor opción de obtener éxito y cumplir dichos objetivos.
C: Hemos comentado lo mucho que nos ha gustado el seminario y lo mucho que compartimos contigo la importancia sobre la formación profesional de los entrenadores.
Pero hay un par de asuntos que me generan unas ligeras dudas. Tú planteas hacer el eslogan y los mensajes de la empresa de adiestramiento desde las necesidades del cliente. Ponías como ejemplo: “Vuelve a disfrutar del paseo”.
Lo primero que quiero preguntarte es, ¿cómo se puede hacer compatible esta estrategia de promoción, de publicidad, con la creación de valores intangibles de de la marca que la diferencien en el mercado de las demás? ¿No existe el riesgo al final de que todas las empresas de adiestramiento estén diciendo lo mismo pero con diferentes palabras?
V: No creo que sean incompatibles. Pienso que ambos son muy importantes. No quiero que se me malinterprete cuando digo que un mensaje de marketing puede ser necesariamente encapsulado en un eslogan de 5 o 6 palabras.
Si te fijas en una web de éxito, hace una serie de cosas. Si te fijas en una web de éxito, hace una serie de cosas. Una de ellas, y creo que te llamó la atención en mi charla, es que intenta ayudar a la gente mostrándole cómo de diferente podría ser su vida si trabajase con ellos, ¿no?
Así que nosotros procuramos pintar un cuadro con los posibles resultados, sobre cómo sería haber completado un programa de adiestramiento contigo, cómo podría mejorar la vida junto a su perro.
Pero también creo que es realmente importante que, antes de nada, estos cuadros que pintamos dependen completamente de dónde vivimos y la clase de clientes que queremos, el tipo de adiestramiento que queremos practicar, y lo que creemos que es importante para los clientes que estamos tratando de atraer; qué es importante para ellos hacer con sus perros y cómo se mostraría su perro.
Pero también pienso que si te fijas en una web de éxito o en cualquier muestra de marketing, también tenemos que decidir si estas unidades… tú dijiste los valores intangibles de esta empresa… ¿La empresa es líder en tecnología? Por ejemplo, acaso el cliente. es.. ¿la empresa es líder en atención al cliente? Esto es algo que en adiestramiento veo muchísimo, resulta muy interesante que siempre que un adiestrador se toma el tiempo de llamar a otros adiestradores para hacerse una idea de sus tarifas, siempre se quedan perplejos ante la mitad de las llamadas que les devuelven y lo mucho que tardan en hacerlo, incluso al hacerse pasar por un cliente. Por lo tanto, la atención al cliente puede suponer un factor de diferenciación. Tener un nivel muy elevado de experiencia en Educación podría ser otro factor de diferenciación.
No pretendo sugerir que en marketing sólo haya que centrarse en eso, creo que forma parte de un todo que muestra los valores de la empresa, por qué quiero trabajar contigo, no es sólo el resultado final sino cómo me siento acerca de ti y de tu empresa y los valores que transmites. Así que pienso que esto también es una parte importantísima del marketing, creo que van de la mano.
C: Otra cuestión que me plantea dudas es que la forma de promoción ofreciendo sobre todo lo que va a conseguir el cliente es un poco complaciente, un poco, quizás pueda ser un poco complaciente con las necesidades del cliente.
Es decir, tu perro estará tranquilo, tu perro paseará sin molestar, podrás llevarlo a todos los sitios… Es cierto que cuando contacte con el entrenador éste le podrá marcar los límites. Pero finalmente, ¿no estamos enviando los profesionales desde nuestras páginas el mensaje de que cualquier perro puede adaptarse con entrenamiento a cualquier forma vida que el propietario desee imponerle?
Por ejemplo, yo no me imagino un border collie o un malinois, independientemente de que se pueda lograr o no, no me imagino que puedan llegar a ser felices si sólo paseasen dos veces al día atados de la correa y luego tuvieran que estar el resto del día en casa tranquilos y sin hacer nada.
V: ¡Estoy de acuerdo! No creo que casi ningún perro sea feliz con eso. Ni uno solo, en mi opinión. Pienso que esto, bueno, escucho este tipo de cosas de los adiestradores constantemente, les da tanto miedo decir que pueden obtener resultados. Les da miedo pintar un cuadro sobre cómo sería todo si trabajasen con ese perro.
A ver, es muy distinto, no sé, un Cavalier King Charles Spaniel y un Malinois o un Border Collie. No tiene nada que ver. Pero también pienso que hay una diferencia entre nuestro trabajo de marketing y de adiestradores. Y si miras cualquier industria, la que sea, hay diferencia entre el marketing y el servicio que ofrecen. Y no me refiero en un sentido de cínico o terriblemente manipulador. Pero reconoces qué motiva a la gente a dar un paso, cambiar.
Nuestro trabajo como adiestradores consiste en ayudar a la gente a comprender a su propio perro y hacer ver qué es posible hacer con él. Pero si no les decimos que nosotros somos capaces de hacerles cambiar, de marcar la diferencia, ¿cómo podemos pretender que, para empezar, se dirijan a nosotros? Y no estoy diciendo que salgamos ahí fuera y le digamos a cada persona: “Este perro puede lo mismo que aquél, y todo va a ser genial y maravilloso”.
También pienso que, como consumidores sí entendemos esto. Es decir, si tengo una perra que tira, gruñe y enseña los dientes a otros perros cuando está atada, pienso, como cliente: “Vale, lo primero, esto tiene que cambiar, no puede seguir así”. Pero también entiendo que mi perro no es igual, en fin, que un Labrador tranquilo de 12 años, y nunca lo va a ser, ¿no? He elegido un tipo de perro distinto. Pero creo que lo que podemos hacer es que las cosas mejoren. Y creo que parte de por qué soy tan exigente es que, desde mi experiencia, a los adiestradores les da miedo decir que pueden hacer cambiar, tienen miedo de decirle a la gente que pueden hacerlo mejor.
Y puede que no vaya a ser capaz de coger a un perro reactivo con la correa con una fuerte base de miedo y hacer que sea capaz de manejar cualquier situación posible. Pero, ¡caray!, sé que a la persona que pasea con ese perro, a su propietario, sé que puedo hacerle la vida más fácil. Sé que puedo ayudar a ese perro a disfrutar de los paseos mucho más de lo que lo está haciendo ahora, eliminar su estrés y su miedo. Tienes razón, se trata de un balance, de un equilibrio. Cuando hablas con los clientes tienes que asegurarte de que entienden el rango razonable del pronóstico, el resultado, y de ayudarles a seguir ese camino tan lejos como les sea posible. Pero pienso que no dar un paso al frente y decir que podemos hacer que mejore es… creo que es un error. Tenemos que hablar con ellos sobre cómo puede ser la vida de forma que se motiven para dar el paso y avanzar con sus perros tanto como sean capaces de hacerlo.
Y también pienso, acerca del rol del lector, que si digo, por ejemplo, que un curso de paseo con correa puede ayudarte a disfrutar de nuevo del paseo, la persona que oye esto lo interpreta basada también en su propio contexto. Así que, si tengo un perro reactivo con correa que disfruta de nuevo el paseo es, bueno: “¡Hala! ¿Puedo acaso disfrutar de un paseo en el que mi perro no tire, gruña y lance mordiscos cada vez que vea a otro perro y me ponga en evidencia?” Si tengo un perro que tira mucho, muchísimo, disfrutar de nuevo del paseo sería como: “Por fin no tengo que visitar al fisio cada vez que damos una vuelta a la manzana”. Por tanto la gente traerá sus propias experiencias con sus perros consigo y las interpretarán, dentro del contexto de sus vidas con ellos.
C: Bueno, una excelente muestra de cómo trabajas y de cómo aplicas de verdad todo lo que has explicado durante el seminario es que tienes ahora disponible, en castellano, material didáctico para ampliar y completar las indicaciones que has dado en el seminario: material que ayuda a los entrenadores a organizar sus clases, a organizar su empresa…
¿Me podrías decir en qué consiste este material que tienes disponible y cómo se puede conseguir, cómo lo puede conseguir la gente que vea este video?
V: Naturalmente. Pues sí, tres de nuestros productos están ahora mismo disponibles en español. Uno de ellos es un curso de cachorros basado en todo lo que hemos hablado, se trata de un curso de matrícula abierta basado en la teoría de aprendizaje constructivista, y es un curso muy divertido de impartir porque una de las cosas que hemos hecho es organizarlo por conceptos, ya sabes, esa idea de darle a la gente la oportunidad de aplicar lo que están aprendiendo sobre conceptos de la vida real, por lo que cada hora del curso se construye en torno a un concepto de la vida real.
Así que una de ellos es preparar al cachorro para irse a la cama de manera satisfactoria, otro es sobre cuando tienes compañía a la hora de comer y cosas por el estilo, otro es sobre poder enseñar a tu cachorro a que se relaje y espere mientras envías algún e-mail o ves tu programa de TV favorito, o lo que sea. Y de esta forma presentamos los conceptos, que a veces dan lugar a situaciones divertidas dignas de recordar.
Otro apartado es el tema de los deberes, se trata de un conjunto de, ahora mismo creo que bastantes más de 60… impresos, con información para entregar a los alumnos durante las clases, o para los clientes en adiestramiento particular, que también tienen un perfil de marketing muy interesante, por lo que los diseñamos de manera que incluyas tu propio logo, información de contacto y que parezca que pertenecen a tu empresa.
Y una de las cosas que puedes hacer además de usar este material educativo en tus cursos y con tus alumnos y clientes es distribuirlos en clínicas veterinarias o tiendas de animales, para que así la gente pueda coger estos impresos con tu logo y puedas incluir información sobre tus servicios impresa en el reverso.
En cualquier caso la gente tiene la oportunidad de coger algo que es un poco diferente, que te diferencia de las típicas tarjetas o folletos, que muestra un poco tu forma de entrenar y tu forma de pensar. Y eso es algo muy valioso, ¿no es cierto? Es menos probable que las tiren por ahí, porque tienen algo que les interesa, así que también tienen un uso comercial atractivo.
Y en tercer lugar, lo que tenemos es nuestra ficha de negocio, que representa los documentos más habituales de una empresa, como contratos, formularios de cliente, formularios telefónicos, para entrevistas, todo esto. Y hay apartados en nuestra web, www.dogtec.org, donde se puede ver todo cuanto está incluido, ver ejemplos sobre nuestros trabajos, y también ofrecemos códigos de descuento disponibles para los participantes en el seminario de EDUCAN, para quienes estén viendo esta entrevista y bueno, pueden enviarnos un correo electrónico, o a vosotros, y obtener dichos códigos, para así poder también disfrutar un descuento.
C: Bueno, hemos comentado muchas de las cosas que hay que mejorar en el mundo del perro. Pero quería terminar con una nota más positiva también, y aprovechar tu experiencia como consultora para que nos digas, desde tu perspectiva de doce años aconsejando entrenadores, ¿qué es lo que ha mejorado, cómo está avanzando a mejor el mundo de los entrenadores caninos, qué es lo que está yendo cada día mejor?
V: Cuando empezamos, hace 12 años, resultó muy interesante porque los adiestradores se dieron a conocer de una forma que nos sorprendió. Ya dije antes que nuestra idea original era proveer nuestros servicios en la zona de la Bahía de San Francisco, y sin embargo empezamos a tener noticias de adiestradores de todo EEUU, y a menudo Canadá, y al principio nos cogió por sorpresa.
Pero seguía habiendo mucha reticencia. Así que, por ejemplo, tratamos de dar charlas en conferencias sobre adiestramiento canino, o convocar seminarios. Nadie vino a ninguno, y las conferencias no fueron mejor. Y nos dimos cuenta de que esto no era tan emocionante como lo es el adiestramiento y comportamiento caninos; pero ahora, 12 años después, recibimos invitaciones, llevamos ya mucho tiempo dando charlas en conferencias y las escuelas de adiestramiento están empezando a contratarnos para diseñar una parte empresarial para sus alumnos.
Es rara una conferencia en EEUU en la que no participemos, recibimos invitaciones como la maravillosa y generosa oportunidad que nos habéis brindado para venir aquí y dirigirnos a adiestradores de todo el mundo. Esto está empezando a cambiar. Aunque no es el tema favorito entre los adiestradores, y probablemente nunca lo será, cada vez más adiestradores están comenzando a darse cuenta de la importancia del lado empresarial de las cosas, que forma parte de tener éxito como profesional, y forma parte de ayudar a más perros y a su gente.
Hubo un tiempo hace bastantes años en que tuvimos que trabajar muchísimo para lograr que nos escucharan. Y ahora disfrutamos de estas oportunidades increíbles, como venir aquí y conoceros en España, admirando este maravilloso país. Así que algo ha cambiado seguro, y ha sido increíble, increíble el presenciarlo, y es muy edificante para nosotros porque tenemos una vida emocionante en la que podemos disfrutar con los éxitos de los demás.
Y cada vez que un cliente triunfa, cada vez que recibimos un correo electrónico de alguien que ha presenciado una charla en un seminario o una conferencia y nos dice: “He probado esto, he probado aquello, y vaya diferencia”. Es increíble lo que se siente… Es como cuando un adiestrador… cuando ve que al fin un propietario y su perro encajan juntos, es el mismo subidón para nosotros. Así que ha sido sensacional presenciar cómo ha evolucionado la noción de la importancia de todo esto en la gente.
C: Bueno, muchísimas gracias, Veronica, ha sido un placer tenerte aquí. Además sí creo que realmente era una formación y es una información necesaria para que mejore el mundo del entrenamiento profesional y creo que tanto tu seminario como esta entrevista pueden ayudar muchísimo a entrenadores profesionales a enfocar mejor su trabajo. Así que, de verdad, muchísimas gracias.
V: Gracias, muchas gracias.