¿Apport? Be water my friend…
Publicado el 17 de abril de 2015
Me dice mi webmáster que las entradas apoyadas por vídeos y fotos ahora son lo más cool en blogs. Puesto que mi webmáster es como la Sarah Jessica Parker de la red y yo soy un e-fashion victim total, voy a probar el formato que me recomienda y ¡a ver qué os parece!
Para superar mi antipatía a salir en fotos y videos escribiré sobre un tema práctico 100%, que puede ilustrarse bien usándolos: cómo mejorar fácilmente la sujeción y la entrega del apport, un ejercicio muy relevante en múltiples disciplinas.
No me suele gustar como se trabajan los apports, porque se tiende a caer en uno de dos problemas:
- El primero: Trabajar la sujeción del apport premiando al perro cuando no mordisquea y corrigiéndole cuando lo hace (algunos castigan por mordisquear, pero aquí me refiero a trabajos razonables). Este trabajo tiene un sesgo del peor conductismo, el que aporta toda la información correcto/incorrecto desde fuera del perro.
- El segundo: Enseñarle al perro el concepto de traer y soltar, no dándole demasiada importancia a la forma al principio e intentando mejorarla luego a través de buscar un estado emocional adecuado en el perro para que se estabilice. Esta manera de entrenar cae en el sesgo contrario, el de la cognición baratuna que considera que cuando el perro conoce el concepto “gordo” del trabajo el resto llegará solo. Y sujetar de manera estable y firme no es una consecuencia de saber traer, ni mucho menos.
Ambas procedimientos dejan demasiado en manos del talento y disposición del perro que sujete y entregue el apport de la mejor manera posible, pero sujetar correctamente un apport no es algo natural ni fácil y debemos construirlo a través de ejercicios propedéuticos (preparatorios), transfiriendo después lo aprendido al apport de concurso.
Sujetar el apport en la boca debe ser enseñado construyendo previamente (1) la propiocepción del ejercicio, (2) el control cognitivo de la situación y (3) el autocontrol emocional del perro. Esto se puede conseguir trabajando con botellas de plástico con agua, que facilitarán muchísimo el proceso de enseñar a un perro cómo equilibrar y sujetar el apport de manera consciente, voluntaria y proactiva.
¿Por qué? Muy sencillo, las botellas de agua nos permiten jugar con varios parámetros:
- Centro de gravedad inestable: La principal ventaja, la que no podemos encontrar usando otro tipo de material (aunque yo a veces hago el trabajo con botellas llenas de arena o arroz), es que la botellas de agua pueden llenarse parcialmente, esto es extraordinario para entrenar la propiocepción porque hace que el perro deba equilibrar la masa inestable de agua que se mueve dentro para evitar que la botella cambie su centro de gravedad en cuanto el perro la incline ligeramente. No hay nada mejor para entrenar la propiocepción referida a equilibrar un peso en la boca. Los apports oficiales de muchas disciplinas, muy equilibrados en su forma y distribución de peso, no permiten enseñar un equilibrio fino, pues hacen falta niveles muy altos de incorrección para que el perro note que se desnivelan. Esto “castra” su autoevaluación fina y empeora la consciencia del perro del ejercicio.
- Forma y material: La forma más o menos cilíndrica de las botellas, unida a su material plástico, resulta óptima para que el perro tenga que sujetar con firmeza, pues si lo hace de manera suave resbalará y si lo hace excesivamente fuerte se deformará (es un error confundir sujetar con firmeza con morder muy fuerte). Además, podemos variar la forma de las botellas aplastándolas parcialmente para que el perro tenga que reacomodar su manera de sostenerla. Con este trabajo mejoramos el control cognitivo del perro sobre lo que está haciendo, pues debe aplicar la presión justa y buscar la manera de mantenerlas en la boca. También mejoramos su autocontrol emocional, pues al trabajar con botellas aplastadas veremos que quedan “crujientes” y el perro debe aguantar la tentación de jugar con ellas (si lo hace y están parcialmente llenas se le desequilibrarán).
- Tamaño y peso: Hay botellas de agua de muchos tamaños, y no será difícil combinar la variación de tamaño con el aumento de peso hasta que aprenda a tener control sobre el peso que finalmente tendrá el apport oficial. Acomodar, sostener y equilibrar diferentes pesos en la boca también es un entrenamiento propioceptivo en el que el perro puede autoevaluar su eficacia y ajustar su comportamiento, mejorándolo prácticamente sin necesidad de feedback externo.
Con respecto al peso, señalar que si trabajas con pesos inferiores al kilogramo en perros a partir de dieciocho/veinte kilos no es problema que, mientras sujetan la botella, se posicionen enfrente nuestro o a nuestro lado (en posición base), pero cuando pasas del kilo es mejor trabajar con el perro exclusiva o principalmente delante nuestro, pues no tenderá a girar el cuello para mirarnos con un peso elevado, lo que puede dificultar el ejercicio y resultar físicamente incómodo para él.
Otra ventaja de trabajar con botellas, es que, según le cueste al perro equilibrarlas, sostenerlas o no mordisquearlas, tendremos evaluadores muy claros de cuáles son los puntos débiles de nuestro alumno y será muy sencillo ajustar el trabajo para mejorarlos antes de transferir lo aprendido al apport oficial.
Después de trabajar con botellas el perro encontrará el apport mucho más sencillo de manejar y equilibrar, lo que le dará un plus de seguridad emocional y asertividad en la conducta. La transferencia es inmediata y en lugar de generar incertidumbre con el cambio veremos que el perro se siente más seguro y cómodo.
Las sueltas también se ven beneficiadas, pues el perro no puede anticiparse o restar firmeza a su mordida justo antes de soltar: un apport quedará en su boca aunque esto suceda, una botella de plástico no. Sujetarla exige control, firmeza y equilibrio hasta el mismo instante en que nos la entrega. Así pues, las botellas evitarán dudas, mordisqueos y bocas que se abren o aflojan justo antes de entregar, pero sin que sea un objeto que el perro no quiera soltar, sino uno que estará encantado de intercambiar por su juguete, por lo que la velocidad y claridad de la suelta también mejoran.
Pero ojo, las botellas de plástico con agua son óptimas para entrenar al perro a sujetar, equilibrar y entregar el apport, sin embargo no son adecuadas para trabajar la velocidad al ir a buscarlo, recogerlo y acudir al guía: al ser una carga inestable el perro será más cuidadoso para transportarla, lo que le ralentizará. Además no puede cogerla metiendo la boca por debajo, como una pala, un patrón motor que optimiza la recogida, pues la zona donde emboca no está en el aire, como en los apports, lo que dará una recogida desde arriba, que resulta torpe, lenta y que tiene mala transferencia al ejercicio final. Para que el perro aprenda a ir y volver con velocidad y a recoger el apport por debajo existen otros ejercicios propedéuticos, pero eso sería tema de otro post.
La eficacia de las botellas es impresionante y trabajar con ellas muy sencillo y natural (al menos si hacéis trabajo C-E 😉 ), como intento mostrar en los siguiente vídeos con mi perra Zedida de la Serralada, Cata para los amigos. Os aseguro que si las incorporáis a vuestros entrenamientos no volveréis a trabajar sin ellas. Un material más accesible, fácil y barato imposible.
Mencionar que aunque en las fotografías y vídeos aparece más la botella dos litros es porque la hemos usado ilustrar todos los casos posibles (pesada, aplastada, centro de gravedad extremadamente inestable…), pero la base del trabajo la he construido con botellas pequeñas, de entre 250 y 500 cl, que favorecen una abertura de boca más natural. Las botellas grandes son relevantes, pero usadas en un porcentaje menor (sí, en ESE porcentaje).
Genial, aunque no soy muy fan de los apport me ha encantado verte unos segundos de entrenamiento. 🙂
La botella siempre medio llena, never medio vacia!!!!
Hola, sin dudasmuy buena la idea y muy buen recurso, ademas de sencillo y barato !!!
Podrias explicar en un articulo como llego al apport ?
Gracias !!!
Estupendo una vez más. Gracias
Hola
Ante todo gracias por la demonstracion de tu technica para el ejercicio del apport.
Es super interesante !
Todos sabemos que ese ejercicio necesita paciencia, conocimientos, comunicacion y control de uno mismo y del perro.
Gabino
Gracias, por los tips me parecen excelentes , voy a trabajarlos, Saludos
Excelente y muy ingenioso método, sin duda lo usaría con mi nuevo perro!
Gracias Adriana, es perfecto para los malinois 🙂
Hola, gracias por publicar estos artículos que sin duda son de mucha utilidad. Lamentablemente mi problema es » previo» a este ejercicio, y no puedo superarlo. Mi perro toma el apport y lo suelta enseguida. No logro que lo retenga , ni que comprenda que lo premio por sujetarlo.
Si se lo arrojó lo va a buscar rápido y con decisión , pero lo suelta a mis pies. Si se lo doy , lo toma y camina a mi lado con él en. La boca, me detengo y lo suelta.
Pueden darme algún consejo ? Desde ya muchas gracias.
Hola Gustavo,
Muchas gracias a ti por el interés y las buenas palabras. Lo importante es no enseñar a traer arrojando, sino quieto a tu lado: precisamente en este post propongo enseñarle la parte que te supone el problema, sujetar. Es colocar amablemente la botella de agua dentro de la boca del perro y ayudarle con las manos a sostenerlo, tras unos segundos le felicitas y le premias como desees, pero nunca jugando con el objeto que sostenía.
Es normal que el perro de manera natural sujete cuando se mueve y suelte al detenerse, por eso es importante enseñarle primero a sostener estando quieto.
Un saludo.
Como puedo que enseñar al perro a traer el apport y que se sitúe delante mía cuando lo traíga?. Delante bien pegado a mi.Con el apport mirando hacia arriba pegado en mi tripa.
Hola Dani,
Esa parte es posterior a la comentada acá, no puedo responderte con rapidez, pues requiere un post propio para explicarlo. Pero lo pongo en la lista de temas pendientes para poder responderlo con extensión en otro post 🙂
Mi problema el va por el apport pero lo mastica como lo hace con la pelota. También si va al lado con el apport también lo trata de masticar. Quisiera saber si con la botella será de ayuda para este problema. Gracias por estos consejos.
Hola Maryluz,
Justamente la botella es ideal para evitar el mordisqueo, porque al hacerlo se desequilibra. De nada, y disculpa por la tardanza en contestar, no me he pasado mucho por el blog.