Educación vs adiestramiento

Publicado el 9 de julio de 2009

En algunos casos perros que compiten en complejas disciplinas de adiestramiento con un alto nivel de resultados son compañeros incómodos en extremo, siendo muy difícil la convivencia con ellos, lo que los relega a vivir en perreras u otros espacios ajenos al núcleo familiar ¿por qué sucede esto? ¿por qué un perro que saca altísimas puntuaciones en complejos ejercicios de obediencia no se integra en el grupo social de forma armónica? Es bien cierto que en muchos de estos individuos se ha seleccionado un fuerte carácter y un nivel de actividad muy alto que hacen que hacen más complejo su manejo.

Pero esto, que es un buen motivo para que dichos perros den problemas a dueños noveles, no debería justificar que adiestradores expertos que conocen, buscan y preparan a este tipo de perros no puedan conseguir una convivencia normalizada con ellos.

La principal causante de esta situación es la confusión entre aprendizaje y educación, el adiestramiento suele utilizar procesos de aprendizaje (normalmente condicionamiento operante o procesos cognitivos) que hacen que el perro motorice las conductas en base a motivaciones de interés puramente individual. La educación es un proceso diferente que debe afrontarse desde una óptica diferente.

La educación es un tipo especial de aprendizaje (o la combinación de múltiples tipos de aprendizaje) que tiene como objeto la correcta integración, maduración y eficacia del individuo en su grupo social. Por ello tiene que implicar al afecto, los objetivos comunes y otra serie de características necesarias en el adulto equilibrado.

La educación es especialmente importante en los animales altriciales, pues las infancias prolongadas implican dependencia de la madre y otros miembros de su grupo durante un espacio de tiempo relativamente prolongado. Por ello un modelo de adiestramiento que no tome en cuenta las relaciones del cachorro con su grupo social no solo es menos eficaz sino que muy probablemente dé lugar a adultos disfuncionales.

Para alcanzar estos objetivos la educación debe cumplir una serie de premisas particulares, cuyo conocimiento nos es particularmente interesante para saber como integrar al perro en nuestro entorno familiar de la forma más correcta posible. Adiestramiento y educación deben ir de la mano para lograr un animal social y manejable.

Si el perro se cría en compañía –además de personas- de otros perros bien educados y sociales, y se les permite una interacción libre y prolongada es muy probable que la educación sea construida correctamente. Sin embargo perros que tienen contacto solamente con personas durante su infancia pueden tener algunas carencias, bien por desconocimiento, bien por la aplicación de ideas de adiestramiento sin consistencia etológica suficiente.

Comentarios:


  1. Eliseo - julio 13, 2009

    Fabuloso artículo, como casi todo lo que escribes Carlos.
    A mí me gustaría añadir un detalle importante:
    A fechas actuales, con todo lo que sabemos en cuanto a la importancia de las relaciones sociales y lo que ha evolucionado la etología del comportamiento, desterrando ideas y máximas defendidas a ultranza y defendiéndolas como base del comportamiento canino, todavía existen muchas escuelas que preconizan que un perro denominado “de trabajo” debe llevar una vida austera y parca en relaciones afectivas. ¿Por qué?, pues simple y llanamente porque el guía debe ser aquel que ofrece todas y cada una de las razones “de vivir” para el perro. Esto, evidentemente, hace que la mayor cantidad del tiempo el perro viva carente de relaciones sociales con sus congéneres, con otras especies (entre ellas el hombre) y le priva de un entorno que, ciertamente, en lugar de disminuir sus capacidades, aumentaría sus experiencias, algo que sin lugar a dudas, redundaría tanto en su educación como en su futuro adiestramiento deportivo.
    Uno de los mayores retos a los que nos tenemos que enfrentar todos aquellos que trabajamos perros para el deporte, es sin duda, la generalización del comportamiento en sí ante cualquier circunstancia…y ya no estoy hablando de una pista de trabajo, en la que, casi siempre, el perro trabaja solo. Como decía un fantástico artículo que he leído hace poco, lo ideal es poder llegar a entrenar en unas circunstancias de dificultad al 150% superiores a las que nos vamos encontrar en pista, lo que dará un aplomo y una seguridad tanto al guía como al perro (sobre todo a este último) que, a buen seguro se notarán en el desarrollo de los ejercicios.
    Indudablemente no podemos “inundar” de estímulos en un principio, sino seguir un ritmo de trabajo acorde con nuestro pupilo, para minimizar situaciones estresantes (tan importantes), aprendiendo a canalizar ese estrés en su propio beneficio.
    La opción de aislar al perro de competición, no solo no me parece la más adecuada, sino que (y en esto coincidimos plenamente) si buscamos un vínculo afectivo (este término, afecto, creo que es una buenísima base para una discusión enriquecedora) máximo para conseguir un binomio que se convierta en un equipo compenetrado, se torna indispensable, además de sano y enriquecedor, tanto en el apartado mental como físico.
    Un saludo.
    Eliseo

  2. Anna Gorriana - agosto 25, 2009

    Me parece muy interesante el escrito, pienso igual q vosotros, mucha gente del mundo del trabajo del perro (agility y demas) deberia leerlo, no x ellos, si no x la vida pobre en estimulos q estan dandole a sus perros.

  3. Me encanta todos vuestros artículos de educan, estoy muy de acuerdo con vosotros sobre todo porque he hecho  el curso de adiestradores profesionales de Aragón que es homologado y e visto como tienen todos los profesores que son adiestradores como tienen a sus perros que están en cheniles, con poca sociabilización y muy desiquilibrados , e visto como entrenan a sus perros que no me gustan ni un pelo, para ellos los perros solo son una herramienta que como vean otro perro mejor los cambian por otros. Me encantaria ir algún curso vuestro para saber como es vuestra técnica para educar y adiestrar a los perros. Lo malo que no tengo carne de conducir así que si haceis algo en Zaragoza que es donde vivo yo me gustaría ir.

    • Carlos Alfonso López García - septiembre 6, 2016

      Gracias por tus buenas palabras ¡me encanta que te gusten los artículos! Sí que hemos hecho algunos seminarios y cursos en Zaragoza, el verano pasado sin ir más lejos, con Factor Amigo. Pero tranquila, que creo que habrá más ocasiones de que nos conozcamos por allá 😉 😉

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