La Caja Verde (¡el edificio, no este blog!) premio MATCOAM 2021 en Innovación
Publicado el 8 de agosto de 2021
La Caja Verde (este blog no, nuestro edificio homónimo) ha ganado el premio MATCOAM 2021 en la categoría de Innovación, y también ha sido seleccionada en los premios FAD de Arquitectura 2021.
Los premios FAD son los más antiguos de España, en la edición 2021 La Caja Verde fue obra seleccionada, es decir, fue una de las 25 obras destacadas dentro de la categoría principal y más competida de los premios, en la que se presentaron casi 200 obras.
Pincha aquí para ver las fotos y valoración de La Caja Verde en los premios FAD 2021
Los premios MATCOAM son premios anuales, convocados en esta edición por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid junto a la Galería de Materiales COAM, que ponen en valor especialmente el uso de materiales y la calidad constructiva desde dos lógicas contemporáneas: innovación y sostenibilidad. En esta edición de 2021 La Caja Verde fue elegida Premio de Innovación MATCOAM, destacando además sus valores compatibles con la categoría de sostenibilidad.
Pincha aquí para ver las fotos y valoración de La Caja Verde en los premios MatCOAM 2021
Este es el texto del acta del jurado: «El edificio premiado en la categoría de “Innovación” podría haber sido mencionado también en la categoría de ‘Sostenibilidad’ ya que se trata de una acertada actuación eco-sostenible en el medio rural, demostrando que las intervenciones en este ámbito pueden ser también ejemplos de innovación arquitectónica desde el absoluto respeto ecológico al entorno. Se ha destacado, además de su diseño creativo, el uso de técnicas de prefabricación parcial, que minimiza intervenciones agresivas en su implantación, la reutilización de contenedores marinos, los encofrados reciclados a base de chapa de contenedor para los muros de hormigón y diferentes sistemas pasivos que le confieren la calificación energética A. Todo ello junto con imaginativas soluciones funcionales, ha hecho que el jurado haya elegido este edificio como ganador del premio MatCOAM en la categoría de Innovación”.
Y me alegra mucho la mención a la sostenibilidad, más que la innovación, porque al trabajar en en diseño de La Caja Verde con Eeestudio y Lys Villaba -nuestros súper arquitectos- no buscábamos la innovación, porque ninguno entendíamos la innovación como un valor en sí mismo (creo que valorar la innovación como fin último es un estéril ejercicio de autocomplacencia), sino que ha llegado a consecuencia de las cuatro cosas que sí buscábamos, y que, para lograrse, llevaron a Enrique y a Lys a ser radicalmente innovadores y rupturistas.
1- Practicidad y máximo aprovechamiento: La Caja Verde es un edificio pequeño, destinado a formar entrenador@s y a entrenar perros. Sin lograr esto, nada más tendría sentido, debía ser funcional y operativa. Y es gracias a su diseño, a su modularidad y a sus medidas de seguridad e higiene -que antes de marzo de 2020 parecían sobredimensionadas- que hemos podido seguir dando clases presenciales durante la pandemia, y en lo más duro del verano.
2- Sostenibilidad: la mayoría de construcciones en el medio rural son -paradójicamente- muy tradicionales y poco sostenibles: sin reciclado de materiales, con sistemas de funcionamiento muy exigentes en lo energético, generando muchos residuos, afectando negativamente al entorno y con una gran huella ambiental. La Caja Verde es un edificio construido con una mayoría de materiales reciclados, algunos usados de maneras increíbles, óptimo energéticamente y que, como veremos en el punto siguiente, no solo no afecta negativamente al medio ambiente, sino que le ayuda.
3- Eco-actividad: no queríamos limitarnos a que fuera sostenible y eco-respetuosa, creíamos que La Caja Verde debía contribuir a cuidar y mejorar el entorno en el que se encuentra, donde uno de los problemas es que al haber amplias zonas de cultivo diversas especies que requieren lugares altos y seguros para anidar no encuentran dónde hacerlo, en La Caja Verde hay lugares para anidación de gorriones (que se llenaron corriendo y tuvimos que implementar más), para una pequeña colonia de cernícalos, un nido para una lechuza común y mi idea favorita: las letras tridimensionales del cartel de EDUCAN son cajas-nido para murciélagos, convirtiéndose así en seis Bateducancuevas (muérete de envidia Bruce Wayne). Y como muchas de estas especies son insectívoras nos pagan alquiler quitándonos de encima a los mosquitos en verano. Un win-win de esos en toda regla.
4- Economía: es fácil hacer edificios chulos cuando uno se puede gastar todo el dinero que le apetezca, cuando ese edificio no es una casa privada, sino una herramienta de trabajo, además de fácil es estéril, porque la inversión debe ser proporcionada a los ingresos de la actividad, si no es así estamos ante faraonismos exhibicionistas que no tienen sentido y, lo peor de todo, que no pueden ser emulados, y así aprovechados, por el resto del colectivo. Nuestros arquitectos han peleado por un proyecto asequible, Enrique ha mantenido un control exhaustivo de la obra para lograr máxima austeridad por parte de la constructora (creo que le odian por ello, pero sé que ha ahorrado más de un 5% del coste total) y Lys venía de hacer magia económica en Cabo Verde construyendo con contenedores de barco reciclado, un conocimiento que ha sido central para la viabilidad económica del proyecto sin renunciar a nada. Esto unido a labores de contacto y mediación con proveedores logra reducir sustancialmente el gasto, lográndose una reducción total del coste que puede llegar al 30% respecto al precio medio de mercado. Porque un arquitecto comprometido con un proyecto nunca es un gasto, sino un ahorro, un mediador y un negociador cualificado que sabe cómo exprimir la rentabilidad de cada euro. Agradezco a Eeestudio y Lys Villalba por cuidar nuestro dinero como si fuera suyo y estirarlo hasta un punto que nunca hubiera creído posible.
Y esto es importante no solo para EDUCAN, sino para toda la comunidad de profesionales caninos, porque ahora cualquiera que quiera construir un centro canino puede aprovechar estas ideas, estas innovaciones y partir de ahí emularlas, adaptarlas, mejorarlas y volver a innovar a partir de ellas, porque la innovación que importa es la que deja de serlo y se convierte en un punto de partida para seguir avanzando colectivamente. Con estas ideas, con Eeestudio y Lys Villalba, tod@s podéis mejorar el aprovechamiento de vuestros centros caninos, hacerlo sostenible y eco-activo y ¡¡ahorrar dinero!! Porque no hay nada mejor en el mundo que hacer algo que le sirva a tu comunidad.
Pero, aunque es probable que no lo lea, no quiero terminar este texto sin mencionar a Amaya Tomé Saenz, nuestra bancaria, que cuando conoció el proyecto de La Caja Verde movió Roma con Santiago para lograr financiación, confiando plenamente en nosotros y en la idea. Porque los bancos son buenos bancos cuando los bancos no son bancos, sino cuando son personas que tratan, empatizan, entienden y apoyan a otras personas. Amaya, nunca olvidaremos que tú lo hiciste posible.
#nadasepareceaEDUCAN #diquequieresunaREVOLUCIÓN #EDUCANtodosabordo
Muchas felicidades Carlos y todo el equipo de Educan.
Abrazo desde Uruguay.
Y de corazón que sigan los éxitos.
Abrazo Juan Carlos Serrón.
Simplemente ,felicitaros una vez más, por este premio en innovación.Aunque aún no he tenido el placer de conocer la caja verde,espero poder hacerlo muy pronto.
Un saludo
🙂 Muchas gracias, seguro que habrá ocasión para que conozcas La Caja Verde
Muchísimas gracias a vosotros. Poder aportar un granito de arena en todo vuestro trabajo y ver los resultados para mí es algo mágico. Un abrazo muy fuerte a todos, feliz verano y en septiembre nos encontramos!!!
Es que eras la más, deseando verte en septiembre y contarte todo 🙂
Felicidades Carlos, grande como siempre, buen trabajo. Saludos desde Bilbao, años sin verteee. Abrazo
🙂 Muchas gracias compañero, ahora, además de vernos nosotros, tienes que ver La Caja Verde. Yo pongo las cervezas 🙂