Nuevas ediciones del BITE WORK PROYECT, más que recomendable.
Publicado el 3 de enero de 2018
En septiembre publiqué este artículo sobre lo buena –buenérrima- idea que me parecía el Bite Work Project para los deportes de mordida, para los que amamos los deportes de mordida y para que más gente ame los deportes de mordida, siendo este último punto necesario para su pervivencia.
El texto molestó a alguna gente, que -muy gentilmente- me informaron por diferentes medios, y en diferentes tonos, de lo equivocado que estaba al hablar bien de este proyecto, y de Mariona Monrós, directora de Natural Gos, de manera subsidiaria.
Obviamente no escribí mi opinión para incomodar a nadie, pues escribir con ánimo de fastidiar es infantil, pero tampoco pensé demasiado en evitarlo, pues dejar de escribir lo que uno cree correcto para no molestar es cobarde.
Ahora creo que es importante volver a hablar del Bite Work Project, porque se han convocado otras dos ediciones: una en Galicia, los días 10 y 11 de febrero, y otra en Tarragona, los días 15 y 16 de septiembre, porque de la primera edición me enteré a posterior y solo pude decir lo buena idea que me parecía, pero de estas puedo informar con antelación suficiente para que quien desee conocer lo mejor de lo que pueden ser los deportes de mordida acuda y los descubra, porque, como dice la publicidad del evento, es algo distinto a lo que mucha gente piensa: es una posibilidad de diversión y cooperación única para el perro y su guía.
Este es un proyecto importante porque la afición a los deportes de mordida tiende a profundizarse más que a extenderse, y corre el riesgo de morir sepultada o desaparecer de la vista de los hombres. Si no somos capaces de llevar los deportes de mordida a los nuevos entrenadores, si no somos capaces de entrenarlos con luz y taquígrafos, si no somos capaces de asegurarnos de que los perros disfrutan cada momento… el tiempo de estos deportes habrá pasado.
Y la verdad verdadera es que muy pocas cosas pueden hacer tan felices a los perros aptos para ello como los deportes de mordida, pero esconderlos, practicarlos de manera resultadista y las antipatías preconcebidas pueden terminar sumando prejuicios suficientes como para que se prohíban. Quienes los amamos tenemos que ayudar a que se conozcan, promocionar todas las cosas buenas que implican, para que cada vez seamos más y no menos, y lo podamos ver desde el conocimiento y no desde el prejuicio.
Acude a las ediciones del Bite Work Proyect, y descubrirás que para muchos perros no hay nada más divertido que el trabajo de mordida, nada que les entusiasme más y les pueda ayudar tanto a mejorar su seguridad en su mismo, su autocontrol, su equilibrio emocionales. Acude y aficiónate sin tener que pagarle peaje al pasado, sin adquirir deudas de silencio, gratitud o respeto que te impidan hacer tu propio camino. Porque el principal lastre de los deportes de mordida es la inercia de hacer las cosas como se hicieron siempre y no como podrían hacerse, y este seminario está libre de ese peso. Si te encantan los perros, eres entrenador, pero sientes poco feeling ante esa idea de que los perros muerdan, créeme: tu vida -y la de muchos perros- puede cambiar a mejor si te permites descubrir todo lo que es el deporte de mordida, todo lo que puede ser.
Además -y para mí es más que un valor añadido- el mundo del adiestramiento es muy, muy machirulo (hace pocos años un ponente empezaba un seminario de mordida diciendo que “esto no era para mujeres ni para maricones”, lo juro), y tiene problemas para aceptar el protagonismo de mujeres fuertes, que no entren encantadas en el rol de “hola corazones, aquí estoy con mi varita mágica de piruleta traída del país de los unicornios rosas para iluminar el mundo de los peludos. Y háblame suavecito, que soy muy etérea”. Así que lo de que Mariona sea más de dar caña (literalmente) me mola todo, porque en un mundillo en el que los excesos dialécticos y el autobombo son el pan nuestro de cada día me parece muy revelador que para algunos solo sea algo terrible y que necesitan denunciar cuando es una mujer la sospechosa de hacerlo.
Para mí es muy sencillo: si alguien pone en marcha un proyecto de consecuencias potencialmente tan positivas para el deporte de mordida como el Bite Work Proyect, y además es una mujer que se empodera en/de un entorno profesional tan ultramontano no voy a dejar que un quítame allá esas proyecciones mentales me impida felicitarla, promocionar lo que hace y ser un poco más feliz por saber que se está haciendo 🙂 🙂 🙂
No he podido disfrutar todavía de las ediciones de Bite Work Project. ¡A ver si se pasan por Valencia!
Pero lo que me parece más interesante es poder aplicar estos conocimientos para tratar problemas emocionales en perros que disfruten de los deportes de mordida. Aunque no se tratará expresamente este punto, seguro que se pueden sacar ideas para aplicar en perros con problemas. Por lo pronto ayudará al balance emocional y autocontrol, que no es poco.
Por si alguien tiene interés dejo una nota que escribiste en Facebook sobre utilizar el trabajo de protección para la mejoría emocional:
https://www.facebook.com/notes/carlos-alfonso-lópez-garcía/el-trabajo-de-protección-como-herramienta-de-mejora-emocional/1081337151887712/
Por cierto, la foto del Bite Work Project es una pasada 🙂
Hola David disculpa por la tardanza en contestar, no me he pasado mucho por el blog.
Es interesante como dices y muy eficaz, pero puesto que los perros que tienen capacidades para el trabajo de mordida es un subconjunto pequeño del total no nos permite un trabajo universal, lo que sería perfecto. Aún así es una herramienta valiosa y poco explotada para aquellos perros en los que sí es eficaz.
Un abrazo.