Señales, comandos y una cierta falta de sentido crítico.

Publicado el 19 de marzo de 2014

Uno de los problemas generalizados que existen en el entrenamiento y gestión del comportamiento canino es la falta de sentido crítico.

Sin duda prefiero a quien no coincide en nada conmigo, pero que discrepa desde un análisis profundo y consistente, a aquel que opina como yo sin hacerse preguntas y aceptando un razonamiento ya hecho sólo porque cuadra con sus ideas previas sobre cómo deberían ser las cosas. Opinará como yo, pero no piensa como yo, pues nunca he compartido que se pueda tener una convicción técnica sin un análisis profundo de una cantidad suficiente de información de calidad.

La falta de sentido crítico trae una consecuencia inevitable y torrencial, los prejuicios, en su sentido literal: opiniones negativas y tenaces sobre algo previas a conocerlo suficientemente. Un tremendo lastre.

Y quiero ilustrar esto con un ejemplo de prejuicio que se acepta sin pensar demasiado sobre ello, porque coincide con lo que algunos prefieren pensar. Me refiero al uso de la palabra señal y/o de la palabra comando refiriéndose a las indicaciones que aportamos al perro para que realice alguna conducta.

En España se ha hecho un lugar común en algunos sectores del entrenamiento considerar la palabra señal como la correcta y afirmar que la palabra comando es incorrecta y tiene un sesgo negativo, una oscura connotación paramilitar, al relacionarse de algún modo con los cuerpos especiales denominados comandos.

Sin embargo ese argumento es falso, porque, en realidad, no se dan “comandos a los comandos”, lo que daría lugar a malos entendidos cómicos. Pocas películas bélicas veréis en las que un aguerrido sargento de los Marines inicie una peligrosa operación gritando a sus hombres: “Seguid mis comandos”. Comando no es ni una palabra técnica ni jerga del ámbito militar que signifique orden (de mandar, no de poner juntos los calcetines). Nunca lo ha sido.

Evidentemente, por lo anterior, usar comandos no da ningún carácter paramilitar ni a quien los da, ni a quien los recibe, si fuera así todos nuestros ordenadores, incluso los elegantísimos y claramente civiles y pacifistas Macs, serían sospechosos de militarismo. Es una asociación ridícula, que no resiste el más mínimo análisis crítico y que, tras pensar sobre ello, produce un cierto rubor haber aceptado como válida.

Porque la diferencia real es que señal es un término de psicología conductista y comando es un término de computación y cognición, que son las disciplinas de donde se adoptan, por más que la imaginación poco leída de algunos les atribuya orígenes más sospechosos.

Señal hace alusión a un estímulo que indica y marca el momento en el que será valioso realizar determinada conducta, de manera similar a las señales de tráfico que informan de cuándo realizar o dejar de realizar algún acto de conducción. Así, simplificando, las señales informan al perro de la posibilidad de recibir un refuerzo realizando alguna acción concreta. En entrenamiento C-E usamos el término señal cuando estamos realizando aprendizaje asociativo, las señales para ser eficaces en un entorno enriquecido y variable requieren largos procesos de generalización.

Comando, sin embargo, está referido a un estímulo que pone en marcha un proceso cognitivo interno determinado, de manera equivalente al funcionamiento de un comando de programación informático (de donde se toma el término) y está más relacionado con el aprendizaje conceptual, proactivo y estructural. El adiestramiento C-E cambia de usar la palabra señal a la palabra comando cuando el perro, teniendo asociada la señal a alguna acción, ha de usar dicha acción de manera proactiva para responder y solucionar una situación problemática y con información ambigua que le llevaría a realizar otras acciones diferentes. Así, la señal pasa de indicar el valor conductual de un momento a funcionar como una instrucción (un comando, vaya) que requiere atención, esfuerzo consciente y procesado novedoso para ser eficaz en circunstancias complejas, multiestimulares, descontextualizadas y con variables extrañas, lo que minimiza las necesidades de generalización.

Si comando no tiene ninguna relación con la jerga paramilitar, donde no se utiliza en absoluto como sinónimo de orden, indicación o señal ¿por qué se ha popularizado y perpetuado esa asociación tramposa que descalifica comando como palabra técnica? Pues sinceramente, me parece una fea maniobra de algunos sectores radicalmente conductistas para “vendernos” como buena y técnica su nomenclatura y hacer sospechosa y darle un cariz negativo y de poca calidad a los términos que vienen de otras ciencias del comportamiento.

Recalco: de algunos sectores conductistas inseguros y tramposos, porque la mayoría de conductistas radicales que conozco optarían por discutir con argumentos técnicos y consistentes sobre los beneficios de su término frente al otro (he disfrutado mucho debatiendo este tema con amigos que pensaban de manera diferente a la mía), sin necesidad de asociarle previamente emociones negativas, cargándole con prejuicios que enturbian el debate de los conceptos y crean una situación de sospecha moral sobre quienes optan por el término cognitivo.

Otro tema de debate, que prometo abordar en otro post, es el uso, las implicaciones y los matices de las palabras orden e indicación de manera diferenciada respecto a señal y comando. Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión…

Tengamos cuidado porque las palabras a veces pesan demasiado para que se las lleve el viento, tanto como para ser usadas como armas. Y aquí nadie está en guerra ¿o sí?

Comentarios:


  1. Yo, como no soy ni borrego windowsero ni pacifista mac sino todo lo contrario, guerrillero linuxero si que puedo dar a la palabra comando un tono mas beligerante 😛

    Pero vamos, que mejor hablar de inputs y arrays así seremos todavía mas obscuros MUAHAHAHA

  2. Alejandra - marzo 19, 2014

    Fuerte y claro! 😉 🙂
    Ahora lo de la guerra, no estoy tan segura que todos digan que no lo estamos, pero nuevamente serían quienes no aceptan el conocimiento, y la búsqueda del conocimiento, como base de toda discusión y/o intercambio de ideas.

  3. Juan carlos Serron - marzo 19, 2014

    Super profesor : esto reafirma mas mis comsetos de como hay un monton de colegas con comsetos equivocados y refuerzos en comportamientos incorrectos….gracias

  4. Raquel - marzo 19, 2014

    Hola Carlos!!

    Creo que en el adiestramiento canino cognitivo «emocional» pega más llamarle «señal» a la información que damos a nuestros perros más que en ningún otro tipo de adiestramiento. Esto lo voy a argumentar en base al conocimiento técnico que tengo y no en base a prejuicios que te puedo asegurar que no tengo. Básicamente porque soy nueva en esto y no tengo claro al 100% la batalla de cognitivismo vs conductismo.

    Primero un pequeño apunte para las entrañas de un microprocesador no es lo mismo instrucción que comando. En lenguaje ensamblador que sería la inmediata antesala a lenguaje máquina (unos y ceros), cada línea de código sería una instrucción que están compuestas por un comando y por tres, dos, uno o ningún operando.(Normalmente los micros admiten solo dos operandos, pero hay excepciones de micros complejos que admiten hasta tres). Por ejemplo la instrucción sería ADD ax, bx, pero el comando ADD. Hay comandos que no llevan asociados operandos por lo que en esos casos comando e instrucción coincidirían. Un comando es una información clara ,precisa e inequívoca sobre qué hacer. E instrucción sería una información sobre qué hacer y dónde o con qué. (Eso aplicado en computación de micros)

    El concepto de señal es muchísimo más amplio y da mucho más juego. De hecho, si ves el temario de un teleco (ingeniería que se centra básicamente en cómo transmitir y procesar la información), la palabra señal aparece a cascoporro y la palabra comando no lo hace. Una señal es cualquier variable que depende del tiempo. En señales se puede hablar de duración e intensidad y en el caso de señales quasi periódicas como la voz y como un montón más que aparecen en la naturaleza, podemos hablar de frecuencia fundamental (tono), armónicos(timbre) y demás. Si las señales son aleatorias también podemos hablar de media, varianza, etc. Incluso podemos tener señales multidimesionales (voz y expresión corporal, por ejemplo).

    Hace poco leí un artículo de Pere Saavedra sobre cómo influía el tono, la duración y la intensidad en la manera de comunicarse con los perros y cómo utilizaba diferentes señales para conseguir diferentes conductas que requerían estados emocionales diferentes. Y vosotros claramente también lo hacéis. Por ejemplo, cuando diferenciáis un no,no,no y un mal! que buscan la misma conducta de inhibición pero diferente exigencia, estáis claramente añadiendo más información a los «comandos», una coordenada emocional. Por algo es cognitivo emocional.

    También si nos fijamos en la información que recibimos de nuestros perros, claramente hablamos más de señales que de comandos.

    Los comandos se podrían considerar señales discretas, pero no todas las señales se podrían catalogar como comandos. El concepto de señal es más genérica y aguanta lo que le eches.

    Así que tras esta reflexión, a mí me gusta más emplear señal que comando cuando a parte de transmitir información concisa sobre qué hacer, queremos transmitir una emoción.

    Un abrazo!

    Perdón por el tostonazo

  5. Raquel - marzo 19, 2014

    Hola Carlos!

    Cuando he leído tu entrada, me he puesto a escribir emocionada y cuando la he vuelto a releer he visto mejor como diferencias señal y comando, atribuyendo una a aprendizaje asociativo y el otro a aprendizaje cognitivo. Para mí, lo que yo entiendo conceptualmente, es que todo es señal y el comando, en concreto, una señal que conlleva una información más acotada. Como yo lo entiendo, es que el perro recibe una señal y puede detectar en ella un comando.

    • Como he tenido que comentar sobre esto en un grupo de Facebook os copio las cosas que he escrito y tienen interés aquí:
      Para resumir el sentido del post:
      Es lícito preferir señal, cuando uno tiene una óptica más cercana al ABA, puesto que el proceso interno al que alude el término comando se puede considerar un mentalismo no suficientemente demostrado. Esa es una discusión que he tenido y cuyo punto de vista me parece correcto (equivocado, pero correcto).
      Se puede preferir comando por considerar que determinados experimentos y observaciones fisiológicas avalan la activación de procesos internos complejos determinados.
      Cuando leo a un analista de la conducta me parecería un despropósito encontrarme con la palabra comando, pero cuando colaboré en diseño de sistemas heurísticos para IA jamás nadie habría usado la palabra señal. Ambas son correctas y adecuadas para diferentes usos, ambas son términos aceptados en diferentes ciencias.
      Así, quien use comando puede ser considerado sospechoso de usar mentalismos para explicar la conducta y debería aceptar (como yo acepto) ese calificativo y quien use señal puede ser considerado reduccionista en el estudio y explicación del comportamiento y también aceptará que le vean así sus opositores dialécticos.
      En el post se explica cuándo y por qué nosotros, desde una óptica cognitiva usamos uno u otro, pues usamos los dos para indicar diferentes cosas.
      Lo que se sale de la discusión lícita y es un argumento falaz es darle a comando un falso valor militarista (pues su origen está en otras disciplinas que nada tienen que ver con lo militar) y colocar automáticamente bajo sospecha de maltrato al que lo usa, empujándole a través de la coacción y no del debate a adoptar el otro término. Que es lo que critico en el artículo.
      En mi opinión son elementos de trabajo diferentes y los valores emocionales que algunos les atribuyen son adquiridos y no intrínsecos, cuando queremos hablar de comunicación social ambos términos son insuficientes hasta llegar a ser inadecuados en mi opinión y deben ser complementados con otros para mantenerse como operadores funcionales dentro del ámbito de la relación afectiva entre el perro y su guía.

  6. Pues, como me pillaste en un miércoles atareado… hasta hoy no he podido comentar el post.
    Mac… Pacifista… es de eso de lo que va elpost!!!!!! WTF!!! Tsch Tsch ir soltando ese «concepto» asín como el que no quiere… es muy subersivo, hombreporDios! 🙂

    Yo, que no tengo ni carnet de Conductista, ni de Cognitista… (ni me paga nadie por defender nada… llamame Mercenario) no voy a entrar a analizar la definición de cada palabra. No puedo… pero si puedo opinar sobre como se usa.

    Es verdad que el usar «señales» da una aureola más de hippy, de guay… y eso es lo que cierta gente vende. Pero cuando para tener razón sólo te basas en desacreditar a otro porque sí… ya no tienes razón.

    A ver si soy capaz de explicarme…
    Creo que el debate debería ser más profundo. La terminología, está bien, sirve para llenar manuales y tal… pero a mi lo que me importa es el trato que el Maestro(entrenador, profesor, educador…) da al Aprendiz, no el lenguaje, idioma que use.
    Yo puedo ser muy guay, porque uso «señales», refuerzos positivos… visto de quechuaGuay… y sonrio siempre, perooooo si no me preocupo del aprendiz, de enseñarle correctamente, de cubrir sus necesidades, de cuidarle… no seré un buen Maestro. Ahí es donde creo que debería estar el debate.
    Para mi lo importante es cómo puedo enseñar algo al aprendiz, sin intimidarle, sin abusar de él, cuidando sus descansos…
    Podemos pasarnos años discutiendo sobre señales, comandos, ordenes, que si el si, que si el no…
    Ahora «lo positivo» vende… no hay un solo educador que no sea en «positivo» pero es solo una etiqueta más. Despues dos buenos zurriagazos… y ale asi se hace el junto… ¿¿Cuántos seminarios hay que positivizan cosas?? Yo estoy esperando el anuncio de Acuarius… positivizando también…

    En mi opinión… no es tan importante el nombre, sino el cómo hagas las cosas. Preocupate de que tu aprendiz pueda aprender, y luego, enseñale en Klingon, o en Tusken. Es más importante tener una actitud, ética y profesional que un lenguaje de pitiplim…

    Pero yo solo soy un joven padawan…

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