Sobre el luring.

Publicado el 1 de marzo de 2010

Cuando Richard Ibarburu comentó –muy acertadamente- en otro post el exceso de luring como ejemplo de un trabajo en positivo que podía impedir la aparición de elecciones didácticas me di cuenta de que últimamente siempre que los adiestradores (yo el primero) hablamos de luring es para referirnos a los problemas que puede causar, a sus limitaciones

Hace poco la escuela Security Dogs tuvo la gentileza de invitarme a un seminario de Fernando Silva quien, en un momento dado, utilizó luring para inducir a una perra a realizar una acción, dos de los cursillistas se miraron y uno le dijo al otro “¡luring!”, bastó esto para que pusieran un gesto cómplice de decepción. Pero es que el mismo Fernando Silva se dirigió a los asistentes y reconoció “esto es demasiado luring para mi gusto, pero a veces hay que hacerlo”, casi era una disculpa. Personalmente creo que en ese momento y en ese trabajo concreto ninguna otra técnica hubiera sido más eficaz o adecuada, lo que es lógico al referirnos a un adiestrador de su nivel.

¿Realmente es el luring tan malo?
¿Cómo hemos llegado a la situación en la que a todos nos sale un reojo ácido al referirnos al luring?

Para responder a esto debemos hacer un pequeño análisis de qué es el luring y qué efectos provoca en el aprendizaje.

El luring o señuelo es la técnica de guiar a un perro a realizar una acción directamente con algún reforzador primario, usualmente comida. Esta presencia del reforzador primario es la que marca la mayoría de las diferencias con otras técnicas, al estar presente el reforzador primario suceden dos cosas muy relevantes:

  • La atención del perro se concentra en dicho reforzador, pasando a un segundo plano de la atención los demás estímulos presentes.
  • El perro está sintiéndose reforzado de continuo y no sólo cuando obtiene el refuerzo.

Esto nos trae una serie de consecuencias para el adiestramiento, consecuencias que no debemos considerar buenas o malas, conociéndolas bien podremos saber cuándo juegan a favor de nuestros objetivos y cuándo van a causarnos problemas o retrasos (si el luring te da limones…).

Al estar la atención del perro muy concentrada en el señuelo recibirá peor otros estímulos del entorno, por lo que puede casi ni oír un click o un comando que estemos usando, lo que retrasa y empeora estas asociaciones ¡pero también nos sirve para que un perro sin experiencia aprenda a concentrarse en el trabajo desconectándose del entorno, lo que es muy aprovechable al iniciar adiestramientos comerciales a domicilio que pueden realizarse en el parque donde el perro sale a jugar!

Es cierto que el timing es peor y que el perro se siente premiado todo el tiempo, pero esto, que nos impide darle todo el valor a la conducta de más calidad, también puede servirnos para establecer una asociación emocional positiva del perro con el trabajo, lo que puede ser más valioso en determinados ejemplares. También puede facilitar el manejo de un perro con el que no tenemos una relación previa, como sucede en adiestramientos comerciales.

Para tener una visión amplia de esto voy a enumerar los principales beneficios y problemas que causa el luring, veréis que según sean el perro, el momento del adiestramiento y el trabajo nos interesará o no utilizar esta estructura de adiestramiento.

Beneficios:

  • Entrenar concentración positiva en perros que tienen dificultad en mantener su atención en el trabajo de forma continua.
  • Conseguir concentración en entornos o situaciones difíciles, lo que ya hemos dicho que puede ser de utilidad para trabajar en el parque donde pasea y juega el perro o también cuando hay muchos perros juntos en pista. Hay mucha gente que se ufana de trabajar sin luring, pero luego necesitan estar solos en la pista, sin otros perros y casi en un silencio absoluto para que el perro trabaje ¿no sería mejor y más práctico hacer un par de días de luring para entrenar la concentración y las expectativas en lugar de montar estos “entrenamientos-santuario”?
  • Apartar al fondo de la atención estímulos que no deseamos que perciba, lo que permite que se superen pequeñas inseguridades, que dejen de concentrarse en agredir a otros perros (o personas)… todo esto consiguiendo un estado emocional positivo y, como todo el rato que el perro sigue la comida está sintiéndose premiado, estamos premiando por no realizar estas conductas. Buen apoyo para iniciar contra-condicionamientos en terapias.
  • Entrenar patrones motores y no conductas finales. En determinados trabajos deportivos no nos interesa que el perro “haga” algo sino “cómo” lo haga, no me interesa que el pero se tumbe sino que la combinación músculo-esquelética que le lleva a tumbarse sea una concreta (es muy importante saber cuándo estamos entrenando conducta final y cuándo patrones motores para el trabajo deportivo). Para conseguir que el perro realice estos patrones motores desde el principio y se fije una memoria muscular el luring es sencillamente insustituible.
  • Inducir algunas conductas que sería muy difícil o imposible conseguir de otra manera.
  • Atenuar indecisiones o inseguridades, un perro puede querer trabajar e ir avanzando, pero si es algo sensible también puede acumular tensión por la inseguridad, el luring ocasional en conductas indecisas genera un plus de consistencia que nos permitirá volver a otras formas de entrenamiento con mayor empuje y un cimiento de trabajo más sólido.

Problemas:

  • Mala percepción del entorno, incluyendo refuerzos condicionados como el clicker, el comando y ¡su guía! Con lo que será más lento y menos claro el trabajo con respecto a estos parámetros.
  • Máxima concentración en motores de conducta egoísta, al estar siguiendo el señuelo, el perro no percibe que tenga que coordinarse con su guía o atender a sus indicaciones, también el afecto pasa a un segundo (o tercer) plano, con lo que la coordinación y la activación de motores sociales es nula.
  • Mala percepción de señales/estímulos sutiles. El perro tiene la atención tan enfocada en su refuerzo que no notará otras indicaciones que podamos querer introducir para afinar o avanzar el trabajo.
  • Transición “dura” a otras formas de trabajar la acción. Este es uno de los principales problemas, cuando retiramos el luring para utilizar otras estructuras de enseñanza-aprendizaje muchos perros muestran dificultades severas en la transición, una vez más esto, que generalmente es un problema, puede ser aprovechado a nuestro favor (al hacer un escalón con señuelo contrario ponemos esta dificultad a trabajar para nosotros).
  • No hay activación de la capacidad de solución de problemas, haciendo que el perro siga el señuelo estamos ante el caso del “la zanahoria delante del burro”, como decían en otro post, por lo que la solución de problemas como motor de aprendizaje es cero.
  • Ausencia de auto-refuerzo, al estar el perro continuamente reforzado de forma externa y no estar activa la solución de problemas durante el luring no aparece nada de auto-refuerzo en el perro.
  • Aprendizaje grosero, poco sutil. Al estar tan centrada la atención del perro en el refuerzo y al ser de mala calidad el timing, el perro aprende únicamente las partes más evidentes de la conducta entrenada, sin ser capaz de notar avances pequeños o modificaciones de dicha conducta principal.
  • Reactividad del perro, falta de proactividad. El perro depende totalmente de nosotros y de estímulos externos para llevar a cabo la conducta.
  • Merma de autonomía, por lo anterior tendremos un perro que será incapaz de trabajar sin apoyos muy fuertes y no nos ofrecerá conductas por sí mismo.

Una vez más debemos tomar en cuenta cuáles son nuestros objetivos de adiestramiento y nuestras posibilidades de entreno para elegir si el luring nos podrá ayudar o por el contrario se portará como un falso amigo que, tras su apariencia de facilidad, nos dificulte la consecución de resultados. Así podremos usarlo o deshecharlo cuando convenga, y reconocer con la cabeza bien alta «sí, yo también uso luring».

Comentarios:


  1. Richard Ibarburu - marzo 1, 2010

    Estupenda explicación… como siempre 😉

    Por supuesto, estoy seguro que TODOS utilizamos en alguna medida el luring. Sería absurdo obviar una herramienta cuando se necesita (a mi entender, siempre que sea una herramienta éticamente viable)… otra cosa es como comentas, el CÓMO se hace uso del mismo, pero esto es como todo, CUALQUIER técnica incorrectamente aplicada, puede suponer un perjuicio más grave que los posibles beneficios a obtener (ej: dos muy claros, frecuentes y evidentes…el mal uso del clicker y de las ayudas corporales).

    Un saludo

    P.D.: esta vez sí que soy breve ehhhh jejeje… que siempre me acusan de enrollarme 🙁

  2. Pere Saavedra - marzo 1, 2010

    A mí me fascina la técnica de «Luring» para ejercicios de captura de calma y para captar el foco de atención del perro y que así pueda concentrarse y generar conducta.
    Es cierto que no todo el mundo es capaz de calmar a un perro con comida delante, supongo que en el arte de utilizar esta técnica está el resultado final.
    Si el clicker es un potenciador nato del estrés y le unes un refuerzo primario puede convertirse en una bomba de relojería mal utilizado.
    A mí siempre me han acusado de exceso de «Luring» algunos Educadores Caninos en positivo, pero es cierto que también demuestro que no solo sé lo que tengo entre manos sino también los resultados de dicho trabajo.
    Para la construcción de algunas habilidades utilizar esta técnica mejora considerablemente la comprensión del perro consiguiendo que no solo siga el estímulo, también que entienda el concepto reproducciéndolo rápidamente sin necesidad de guiar con un cebo.
    Gracias Carlos nuevamente por la aportación.

  3. Pere Saavedra - marzo 1, 2010

    Este vídeo viene muy al hilo con el escrito que has desarrollado

    http://www.youtube.com/watch?v=psDV_S3Hgeg

  4. Saludos desde Málaga.

    Respecto a:

    • El perro está sintiéndose reforzado de continuo y no sólo cuando obtiene el refuerzo.

    Al aislarse el perro de otros estímulos y concentrarse en el refuerzo, cuando culmina el refuerzo y es dado al perro, ¿no iría descartando ese refuerzo continuo del que hablas, sustituyéndolo por el desencadenante que causa la obtención del refuerzo y cómo señalas, generando un ambiente de trabajo positivo, que en suma generaría una mejor asociación de estímulo-respuesta y una actitud proactiva en consecuencia?

    ¿Por qué entonces escribes: «nos impide darle todo el valor a la conducta de más calidad»?

    Esta expectativa que mantiene el perro frente a culminar hacia el objetivo, comprendo, que resulte «un motor de conducta egoísta», sin embargo, cuando utilizamos la relación social y el autorrefuerzo (que de hecho comprendo el chulísimo concepto pero no como implantarlo en la cabeza de nuestro amigo). Acaso esas expectativas que se están cumpliendo constantemente (trabajo+gratitudxtrabajar+trabajo+gratitudxtrabajar+caricia)
    no aíslan al perro de otros estímulos y de su capacidad de resolución de problemas.

    Con este comentario no pretendo cuestionar (ni se me ocurre) lo que has escrito, simplemente me intentes despejar mis dudas, para que pueda comprender este artículo, así como otros, vitales desde mi punto de vista para cualquier aficionado.

    Luis.

    • Uff,
      Me coges con poco tiempo para responder con detalle, pero como esto no va a mejorar hasta después del verano te respondo con rapidez y «grosso modo».

      A) No, al ser un reforzador primario de interés no debería descartarlo, otra cosa es que baje la intensidad de su seguimiento (lo que nos interesa) en espera del antecedente fiable de la entrega.

      B) «Ambiente de trabajo positivo» es un término poco definido para rebatirlo o apoyarlo, si tendríamos un estado emocional de valencia positiva ¡pero no toda activación emocional de valencia positiva es igual! Yo usaría el término «ambiente de trabajo» cuando incluye la interacción social positiva con el guía. Como explico y documento en mi libro Tu perro piensa y te quiere, que se presenta el día 29 de este mes, el ámbito objetual y el ámbito social tienden a oponerse: cuando estamos muy atentos a uno desatendemos el otro, por eso balancear el uso de estímulos sociales y no sociales es relevante.

      C) Nos impide darle todo el valor a la conducta de calidad porque no podemos tener un timig óptimo, como sucedería con el clicker, ni unas mejoras «finas» de la conducta a través de moldeamientos sutiles de la conducta.

      D) Sobre la motivación intrínseca o autorrefuerzo tienes algo en la selección de páginas del libro que ahora saco, te dejo un enlace. Justamente lo puse porque es un tema sobre el que me consultan con frecuencia y genera interés. Desde luego no es algo fácil de implementar.

      E) Resulta escurridizo el término aislamiento cuando existe un ámbito de atención que atiende a una variedad estimular, me parece más adecuado cuando, como en el luring, sólo existe un estímulo relevante. Pero es cierto que cada contexto genera una mayor atención a unos estímulos y una desatención de otros, la cuestión es que sean aquellos que nos servirán para el progreso global del comportamiento y de su eficacia y no otros. Es importante ver que los contextos y las situaciones son más relevantes que los estímulos. El contexto social no necesariamente aísla de las capacidades de solución de problemas, si lo hace suele haber un problema de apego excesivo. Este ha sido un problema relativamente frecuente al buscar el uso de las capacidades afectivas como refuerzo y elemento de trabajo. Obviamente generar hiperapego para que el perro genere la conducta deseada para obtener el refuerzo social de manera obsesiva no es algo saludable, aunque sea eficaz, pues merma la autonomía y dificulta el acceso a la felicidad del perro.

      F) Todo debe ser cuestionado, no es un problema para mí en absoluto. Presumo de que la mayoría de personas interesadas en trabajo c-e se caracterizan por no ser fanáticos que hacen de una propuesta técnica un auto de fe. Cuando las formas son adecuadas y se hace el esfuerzo de analizar una propuesta para cuestionarla, evitando la ligereza de opinar sin conocer realmente aquello sobre lo que se opina, se agradece siempre la opinión, independientemente de compartirla.

      Por Dios, no me hagas escribir otra respuesta tan larga como esta en unos días, que estamos a full. 🙂

      • Luis Al-Dada Castillón - octubre 24, 2016

        Muchas gracias por tu respuesta, ya ha llovido desde entonces, pero sigo visitando el blog que con diferencia mas ha aportado a mis conocimiento, eso sí, haciendo que me resquebraje la cabeza en cuatro dimensiones! Espero conocerte cuando tenga la oportunidad de costearme tus cursos. Eternamente por tu aportación a mi forma de entender el el adiestramiento, el aprendizaje e incluso las emociones. Luis Al-Dada Castillón

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