Publicado el 5 de noviembre de 2014
Juliane Kaminski: el perro social. The REAL power of love
Empiezo por una declaración de principios, pero principios científicos que son los que valen para todos ;-):
Hoy sabemos que los perros nos quieren, empatizan con nosotros y desean ayudarnos cuando ven que no conseguimos algo.
El entrenamiento actual debe tener como elemento protagónico el desarrollo de técnicas para que los perros puedan entendernos y desarrollar estrategias para ayudarnos a alcanzar objetivos comunes. Ese es el auténtico entrenamiento colaborativo, sin marear la perdiz.
En el mundo del entrenamiento canino es habitual hablar de la relevancia del vínculo que se establece entre los perros y nosotros.
Sin embargo hasta hace muy poco no ha existido ninguna definición científica para exponer cómo es y cuáles son las características de dicho vínculo.
El concepto era poco más que un lugar común cuya existencia compartíamos muchos, pero que quedaba fuera del enfoque de la ciencia del comportamiento en la que se basaban nuestros trabajos.
Esto ha generado un problema que era casi inevitable; que cada entrenador incorporó el vínculo a su trabajo desde su manera personal de entenderlo y desde la óptica de sus otros conocimientos. Esto ha dado lugar a interpretaciones de todo tipo: desde las más populistas que promueven portarnos como “lobos entren lobos”, hasta las que lo veían desde un paleo-conductismo reduccionista y lo consideraban como algo construido exclusivamente por la asociación entre recursos individuales obtenidos por el perro (comida, juguetes…) y las personas que se los proporcionaban. Esta interpretación significaría que los perros se alegraban de vernos solo porque nos asociaban con comida, juguetes u otras cosas de esa índole.
También estaban quienes lo consideraban como algo casi místico cuya “restauración” podía solucionar todos los problemas relacionados con la convivencia entre perros y personas.
Ahora la situación puede cambiar, existen científicos que estudian cómo es ese vínculo y cómo influye en la manera de los perros de relacionarse con nosotros y de entender la información que les damos.
Juliane Kaminski nos visita para explicarnos no sólo lo que hoy día sabemos sobre la vinculación social y afectiva entre perros y personas, sino la manera de aprovechar estos conocimientos para mejorar la convivencia con ellos y su calidad de vida, además de la forma de incorporar el vínculo como herramienta estructural de entrenamiento.
Porque hoy sabemos cosas tan sorprendentes como que los perros desean colaborar con nosotros, les motiva ayudarnos, sin necesidad de refuerzos externos ¿no querrías que el entrenamiento y la convivencia se contruyeran como un proceso colaborativo? ¿no era lo que pensabas, lo que buscabas, cuando decidiste aprender a entrenar perros? Pues no creas a quienes te digan que no es así, la ciencia nos demuestra la voluntad, la disposición de los perros para trabajar en equipo: empatizan con nosotros y quieren entender nuestras necesidades para ayudarnos.
Para ayudarnos en este aspecto Juliane nos ha ofrecido la oportunidad única de que los asistentes le planteéis cuestiones sobre cómo se analizarían las técnicas o conceptos de entrenamiento que conocéis desde la óptica científica del perro como compañero social de las personas. Por ejemplo, como nos contó Bräuer en la entrevista que nos concedió, ¿sabías que, sobre todo en las primeras sesiones, si usas muchas recompensas, no emites señales sociales y usas reforzadores condicionados podrías estar disminuyendo la motivación intrínseca de relacionarse contigo, su interés por colaborar? Un riesgo que ninguno querríamos correr.
Una oportunidad única para conocer realmente lo que la ciencia sabe sobre cómo los perros nos quieren y cómo se esfuerzan por entendernos. Sin postureo, pseudociencia ni censura. Porque conocer los nuevos conceptos que nos ofrece la ciencia nos ayuda a todos, trabajemos como trabajemos.
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