Charlando con Kurt Kotrschal (I) – Imprinting
Entrevista realizada por Carlos Alfonso López García, Director de EDUCAN, a Kurt Kotrschal, Doctor en Biología por la Universidad de Salzburgo, catedrático en la Universidad de Viena y cofundador y codirector del Wolf Science Center, durante el transcurso del seminario “De perros, lobos y humanos», organizado los días 7 y 8 de mayo de 2016 por el Instituto Tecnológico EDUCAN en Madrid.
Transcripción
Carlos Alfonso: La otra pregunta es… me parece bastante interesante porque sí es una cuestión que he oído en algunos casos debatir, y me gustaría, como a David, conocer tu opinión.
Y es que parece que hay opiniones contradictorias sobre si el periodo de imprinting en perros y en lobos es igual, exactamente igual, o si por el contrario tiene diferencias en el inicio, en el final y en la forma de funcionar.
Con tus conocimientos y con el trabajo que hacéis en el WSC, ¿cuál es tu opinión en este aspecto? ¿El imprinting en perros y lobos es igual, es diferente y, si es diferente, cuáles son las diferencias principales?
Kurt: El imprinting es algo que realmente… debería quedar reservado para determinado tipo de aprendizaje de alta velocidad (rapid learning), como en crías de ganso, por ejemplo. Así que si se habla de socialización establecemos, ciertamente, una importante diferencia.
La razón por la que optamos por manipular con las manos a los lobos a partir de los 10 días de edad, mucho antes de que abran los ojos, es que sólo funciona si se hace de este modo. Algunos han tratado de intentar otras vías, pero si comienzas a manipular a los cachorros demasiado tarde, si ya han abierto los ojos, es posible que obtengas lobos razonablemente domesticados, pero nunca lograrás su plena confianza. Por lo que para alcanzar esta confianza profunda, debes empezar a manipularlos desde mucho antes. No es el caso de los perros, porque, de hecho, puedes criar un cachorro de perro, Scott et al., ya en los ’50 y ’60, llevó a cabo interesantes experimentos al respecto), con un mínimo contacto con humanos y aun así obtendrás un perro razonablemente socializado, ¿cierto?
Esto no se puede plantear jamás con un lobo, y una vez más volvemos a las diferencias, diferencias genéticas entre perros y lobos; la mayor que encontramos se sitúa a nivel del cerebro, en el genoma, responsable del desarrollo cerebral, por lo que parece una diferencia esencial. Así, los lobos presentan un patrón neuronal mucho más acusado, lo que devendría en un desarrollo mucho más temprano en términos de socialización, mientras que el patrón cerebral encontrado en cachorros de perro es mucho más amplio.
Si comienzas a establecer contacto con el cachorro de perro a la edad de, no sé, tres semanas, regularmente, unas pocas veces cada día, obtendrás un cachorro estupendamente socializado, incluso si es criado por su madre. Si tratas de hacer esto con lobos ¡no hay manera! El resultado será un ejemplar tímido. Por tanto, sí, existen enormes diferencias al respecto, y los perros se han adaptado extraordinariamente bien en este sentido. Así socializan con humanos.
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